La odisea de una comerciante que resultó víctima de un robo
Por el momento no hay detenidos por el grave episodio que debió sufrir una mujer que desde hace años tiene su negocio
“Pensé que me mataban, nunca había vivido algo tan terrible y eso que he tenido otros robos en mi negocio”, fue la frase que utilizó la comerciante que hace una semana, fue víctima de un violento asalto y robo en su negocio y hogar.
Hasta anoche, no había detenidos por este grave episodio de inseguridad en nuestra ciudad y la policía continúa con la investigación, pero sin pistas ciertas sobre los posibles autores.
Los malvivientes, dos hombres de entre 25 y 30 años, con sus rostros cubiertos y con guantes, tomaron de rehén a la mujer y la empujaron hasta la casa que está lindante al comercio situado en avenida 59 entre 40 y 42.
Los asaltantes se encargaron de bajar la cortina metálica del local para evitar que los descubran y ya en el interior del inmueble, ataron de las manos a “Lolly” Giménez, quien en algún momento de la odisea, trató de resistirse.
Con extrema violencia, uno de los ladrones golpeó en el rostro a la comerciante y hasta le produjo un tajo en la nariz, con la lógica pérdida de sangre.
Como narró en su momento Ecos Diarios, los malvivientes tuvieron privada de la libertad a la mujer durante más de tres horas, en que aprovecharon para seleccionar lo que se llevarían de la casa y del negocio.
Huyeron por el frente
La víctima alrededor de la 1.30 de la madrugada del sábado 26 de marzo logró desatarse de las ataduras con el uso cuidadoso de un cuchillo. Los delincuentes ataron a la mujer con una calza y telas que encontraron en la vivienda.
Una vez que obtuvieron el botín, dinero en efectivo, mercaderías y otras pertenencias de la comerciante, los dos individuos escaparon por el frente del inmueble, por una puerta que está al lado del negocio denominado “La Casa del Queso”.
La víctima aún ayer mostraba las huellas de la violencia excesiva de parte de los dos asaltantes, que habrían tenido un vehículo de apoyo, probablemente, una camioneta, estacionada en las cercanías al comercio.
Pedido de auxilio
“Luego de la 1.30 de la madrugada, logré desatarme y traté de activar la alarma en pedido de auxilio. Después llegó la policía que pretendía derribar la puerta de mí casa, pero decidí esperar que llegara mí hija”, narró con angustia la mujer que sufrió una verdadera pesadilla con dos delincuentes armados en su negocio y hogar.
El caso fue caratulado como “robo calificado por el empleo de armas” y los autores hasta el momento no han sido detenidos, aunque la pesquisa continúa abierta en la Seccional Primera, la DDI y la Fiscalía Nº 30.