La plaza que nunca se creó y tres paseos “escondidos en la ciudad
Los primeros planos de Necochea incluían cuatro plazas equidistantes a la Rocha. Aún existe la idea de armar ese espacio, lindero al río
RAÚL JÁUREGUI
Redacción
El Archivo de Ecos Diarios describió en la columna semanal en “Desde Temprano”, por Ecos Radio, algunas curiosidades en el trazado urbano de la ciudad de Necochea, como ser la plaza que estaba en los planos de la década del 1800 y que nunca se creó.
En primer término, se apuntó que desde su fundación Necochea tenía en los planos originales, realizados por el agrimensor José María Muñiz, una plaza central (Dardo Rocha) y cuatro plazas equidistantes cada una de una manzana, dispuestas como vértices de un cuadrado, entre las cuatro avenidas que integran el principal epicentro del núcleo urbano necochense.
Aunque recién con el paso de los años cobraron sus nombres populares, las mencionadas plazas son las que hoy se conocen como Isabel La Católica (en 42 y 75), la de los Scouts (en 74 y 75) y la de Las Carretas (en 74 y 43), por lo que está faltando la cuarta plaza que cerraba aquél viejo mapa, de la cual se presume su existencia pero nunca fue creada como tal.
¿Por qué no fue?
En el espacio que refleja hechos de la historia necochense se comentó que la cuarta plaza era lindera al río Quequén, en la zona comprendida por la avenida 42, calle 44, y la proyección imaginaria de la avenida 43 y la calle 45. Justo debajo de lo que hoy es la Escuela Técnica Nº 2 (ex Industrial), que sigue siendo un terreno libre.
Si bien las razones de esta falta de concreción son varias, uno de los argumentos que pesó en su momento es que para ser equidistante de las otras tres plazas respecto a la Rocha, quedaba dispuesta a metros del Río Quequén, a merced de posibles desbordes del cauce ante inundaciones.
Algunos esgrimieron que las grandes crecidas del río suelen cambiar su cauce, a lo que se ha sumado una erosión de las barrancas, en especial la de Necochea
La placita alternativa
Sin embargo, a pocos metros de allí, al lado del puente Colgante, se creó en septiembre de 2004, por ordenanza del Concejo e iniciativa del bloque de la Unión Cívica Radical, la plaza Leandro N. Alem, que dio nombre al hasta eso momento llamado “Paseo del Puente”.
Ese proyecto integrador contemplaba la extensión de la pequeña plaza Alem, abarcando el espacio que va hasta la avenida 42 y en la cual debería estar aquella cuarta plaza principal de la ciudad. Sin embargo, en los hechos solo se acondicionó el citado pequeño espacio junto al puente, mientras que nunca se intervino, ni se señalizó el sitio de la plaza faltante.
Origen de los nombres
En referencia a las tres plazas existentes en lo que se califica como el anillo central de la ciudad, bien vale mencionar el porqué de sus nombres; que surgen de denominaciones populares que nacieron desde los usos y costumbres, y que luego se los ha dado como válidos con el correr de los años.
Por ejemplo, el nombre de la plaza de las Carretas surgió por una cuestión de sanidad, ya que las carretas que venían de afuera se detenían en el lugar y se limpiaban para que no llegasen al centro urbano, evitando la contaminación o transmisión de enfermedades.
Por su parte, la plaza Scout lleva ese nombre porque en algún momento se hacían allí los campamentos de dicho movimiento; y la Isabel La Católica es porque en el lugar se instaló el monumento a los españoles, con un busto que recuerda a la citada reina, gestora de los viajes de Cristóbal Colón.
Para la cuarta plaza, que hasta ahora no cobró vida, se había pensado el nombre de Colón, aunque no hay ningún documento que respalde ni fundamente esa denominación.
Vale aclarar que en aquel esquema de plano inicial del trazado urbano de nuestra ciudad no aparecía por caso la plaza San Martín, porque lo que en realidad ni existía todo ese sector de la Villa Díaz Vélez, por esos años de fines del siglo 19 con sus tierras en manos de la familia del mismo nombre.
¿Aún es posible?
En el espacio radial de los miércoles a las 10 se recordó que en 2018 la Asociación Amigos del Museo y Archivo Histórico de Necochea elaboró un proyecto de ordenanza que fue presentado en el Concejo Deliberante, donde reclamaban “la reparación histórica en cuanto a recuperar la cuarta plaza del trazado urbano de Necochea”.
Con quietud y sin demasiadas novedades transcurrieron los años, aunque según pudo saber, la cuarta plaza podría cobrar vida a través de la transformación de la zona ribereña que, con motivo del centenario del Puente Colgante que se cumplirá en 2029, propone encarar un grupo de conocidos vecinos integrado por Ariel González, Carlos Palotta y Fernando Tripiana, entre otros.
En ese marco se buscaría constituir esa plaza no creada, incluyendo un mirador, con equipamiento urbano y recuperando el camino de sirga, que debe correr lindero al río.

Comunidades de 100 metros
Como un “bonus track” de la columna del Archivo de Ecos Diarios, se hizo referencia a tres pasajes o pasadizos de una cuadra de extensión existentes en la ciudad, que fueron surgiendo a partir de las necesidades de emprendimientos privados, que promovían desarrollos de barrios y se encontraban con cuestiones catastrales, que obligaban a la subdivisión de los lotes.
Así surgió la apertura de estas calles intermedias que se identifican en varios casos como bis de la inmediata, con casas de ambos lados.
Las calles de estos pasajes como sus veredas, éstas solo de medio metro, son estrechas, a punto tal que si hay autos estacionados no puede ingresar el camión que recoge los residuos domiciliarios, que por ende son trasladados por los vecinos a una de las esquinas.
En primer término, se habló del pasaje San Martín, que en cercanías de la Diagonal San Martín une la calle 71 con el vértice de unión que comprenden las calles 22 y 73.
El mismo fue creado en los 50, como forma de mejorar el tránsito por el enorme triángulo que en ese sector generara la traza de la citada avenida.
Por años y con la inventiva del ciudadano, toda esa zona se denominaba popularmente “triángulo de las Bermudas”, porque un automovilista ingresaba al sector, pero a veces salir era una odisea por el enjambre de calles cortadas, debido a la traza dispuesta allí.

El Quaglia y el San Cayetano
Otro de estos pasajes de 100 metros se conoce como Quaglia, en honor al constructor Donato Manuel Quaglia, quien lo diseñara hace más de seis décadas para dividir los terrenos que poseía allí y que como nota anecdótica fue escenario de un videoclip filmado en 2005 por el cantante Manuel Wirtz.
El mismo se identifica como calle 28 bis, y une a través de sus 100 metros las calles 61 y 63 en ese sector de la ciudad.
El tercer pasaje del que se habló es el San Cayetano, también planteado por el citado constructor Quaglia, quizás el menos conocido de los tres mencionados.
Esta cuadra se identifica como 75 bis, y está ubicada entre la avenida 75 y calle 77, uniendo las calles 48 y 50; y curiosamente los residentes en el lugar lo llaman “el patio privado” de sus casas.
La columna completa se puede escuchar en el Spotify de Ecos Diarios.
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