La primera medalla en los Juegos Panamericanos
Se cumplen 70 años de la hazaña de Emilio Ortiz, campeón en lanzamiento de martillo en la primera edición en Buenos Aires
Adrian Stolarczuk
Redacción
Sigue rodeado de un contexto histórico por donde se lo mire. Aún hoy a 70 años de aquella jornada. El deporte de Necochea conseguía su primer medalla y hasta aquí única presea dorada en unos Juegos Panamericanos, justamente en la primera edición celebrada en Buenos Aires en 1951. Toda una hazaña que firmaba el atleta dulcense Emilio Ortiz subiéndose a lo más alto del podio como campeón de la prueba de lanzamiento de martillo.
Nos situamos en la mañana del 28 de febrero de 1951, en la cancha del Club River Plate, que por entonces lucía su pista de atletismo, algo que ya forma parte del pasado como nunca tras las recientes reformas en el estadio Antonio Vespucio Liberti. El propio Emilio Ortiz hacía su balance de aquella consagración dialogando con un cronista de Ecos Diarios: “Llegué a esta competencia en muy buen estado físico y con una esmerada preparación completada bajo la dirección de Francisco Mura. En cuanto a mi espíritu nunca fue más excelente. Una sano optimismo primó en mí desde que se anunciaron los Juegos. Estoy muy conforme de haber ganado y en la forma lograda, que fue por bastante margen y viendo el triunfo desde la primera rueda”.
Para conseguir la victoria, Ortiz concretó un lanzamiento de 48.04 metros, superando al también argentino Manuel Etchepare, quien obtuvo la medalla plateada con 46.12. Completó el podio el chileno Arturo Melchor con 45.70. Luego se ubicaron, cuarto el argentino Juan Fusé, quinto el estadounidense Gilbert Borjeson y sexto el colombiano Vicente Lagoyete.
En el recuerdo, siempre aparece la anécdota de la charla, antes y tras el podio con Juan Domingo Perón, presidente por esos años y gran impulsor de la concreción de los Juegos en Buenos Aires. Incluso se le envió una carta, con felicitaciones, firmada por el propio Perón que luego lamentablemente se extravió.
Otra anécdota menos grata cuenta que algunos hombres de la prensa gráfica le pidieron a Emilio que realizara un tiro para tomarle algunas fotografías tras el éxito. Si bien aceptó gustoso, el martillo terminó golpeando en la pierna de Federico Martínez Morales, periodista chileno del diario La Nación de Santiago, quien tuvo que ser internado en el Hospital Militar Central…
En la elite
En sus años competitivos, Ortiz representó a los clubes de La Dulce, a Costa Sud de Tres Arroyos y también a Huracán de Necochea, donde era entrenado por Carlos Enrique Rens. Luego lo hizo en San Lorenzo de Almagro y en River Plate en su esplendor en la elite atlética de Buenos Aires. Formó parte de una familia de atletas, junto a sus hermanos, pero se retiró muy joven de la competencia, a los 25 años.
Tras alejarse de la pista, Ortiz no dejó sin embargo de ser una figura pública, recibiendo el afecto que supo generar con dedicación y respeto, por lo cual siempre era invitado para agasajos y reconocimientos en La Dulce, Necochea o Tres Arroyos. Todo un ejemplo de deportivismo. También lo hizo ofreciendo exhibiciones, como durante los festejos del Centenario de Necochea, luciendo el mismo pantalón y la camiseta con la cuál había ganado la medalla 30 años antes.
Los Juegos
Aquellos Juegos en Buenos Aires, que habían quedado truncos años antes por la Segunda Guerra Mundial, fueron los primeros con el aval de la Organización Deportiva Panamericana y se vienen celebrando desde entonces ininterrumpidamente cada cuatro años.
La llama llegó desde Olimpia, Grecia en un vuelo especial de Aerolíneas Argentinas que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza pocas horas antes de la inauguración oficial, el 25 de febrero de 1951, en el estadio Presidente Perón del Racing Club, que se había inaugurado pocos meses antes. El campeón olímpico de maratón Delfo Cabrera fue el abanderado de la delegación argentina que, con 600 deportistas, era la más numerosa, seguida por Estados Unidos con 175.
Durante la competición se disputaron 17 disciplinas con la participación de 2.513 deportistas de 21 países. Fueron dos semanas hasta el 9 de marzo con sedes en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, como Campo de Mayo, las piscinas del Club Universitario de Buenos Aires, el estadio Luna Park, el velódromo municipal y la pista de remo de Tigre. Argentina finalizó en un histórico el primer puesto del medallero, aventajando por 22 oros a Estados Unidos.
Los Juegos volverían a la Argentina en 1995, en la recordada cita en Mar del Plata y que tuvo a Necochea como subsede en fútbol.
Sólo tres
Para entender la importancia de lo conseguido entonces, cuando los Panamericanos nacían, el peso de los años y la actualidad nos ubican. Es que apenas tres deportistas de nuestra ciudad han alcanzando un podio en 70 años de historia en los Juegos. Además de la medalla dorada obtenida por Ortiz en la primera edición en Buenos Aires, se cuentan la medalla de bronce de Esteban Martínez con la selección de vóleibol en Caracas 1983 y la última, también de bronce, obtenida por la golfista Manuela Carbajo Re en la competencia por equipos mixto de Toronto 2015.
Una medalla que sigue brillando, a 70 años de unos de los hitos máximos del deporte de Necochea. ///