“La Renga como experimento, nos abrió un portal gigante”
Señaló Osmar Ciotti sobre la posibilidad que se abre para Necochea. Lamentó el mal estado de varios edificios históricos y opinó que el frente costero tiene demasiado cemento
Julieta Moreno
Redacción
“Para mí, el recital fue un acontecimiento sociológico y que además nos metió en una probeta a nosotros, los necochenses, con los seguidores de La Renga y funcionó de maravillas”, expresó Osmar Ciotti sobre lo que significó el evento masivo que se hizo a fin de año. “No abrió un portal gigante”.
Osmar Ciotti nació en la Ciudad de Buenos Aires y vivió en Haedo hasta los 9 años, cuando sus padres decidieron trasladarse a Necochea. Aquí terminó la primaria y cursó la secundaria en el Colegio Nacional. Tras terminar el servicio militar en la Base Aérea de Tandil, trabajó algunos años como linotipista en Ecos Diarios. En determinado momento, hizo una prueba en LU 13 Radio Necochea y ahí comenzó su historia con la radio. Trabajó en AM y FM, haciendo locución, producción, periodismo y conducción de distintos programas. Años, después, ya en 1994, volvió a Ecos Diarios para trabajar en la redacción y FM de La Costa. Finalmente, en 2002 ingresó en Radio Maestra, donde se jubiló el año pasado. Además, fue maestro de ceremonias y condujo decenas de actos oficiales, espectáculos y fiestas de la ciudad. Actualmente está retirado de la actividad, aunque cada tanto comparte algún contenido u opinión a través de las redes sociales. En sus ratos libres, le dedica tiempo a la música, que fue siempre su gran afición, y a su familia, su esposa Patricia y sus tres hijos que, si bien ahora están viviendo en el exterior, suelen venir para esta época.
En diálogo con Ecos Diarios, dio su punto de vista sobre la ciudad. Lamentó el mal estado de varios edificios emblemáticos y opinó que Necochea está creciendo hacia el sur, pero hay un déficit de servicios.
-¿Cómo ves la ciudad?
-A la ciudad la veo un tanto descuidada principalmente en cosas que son muy importantes para nuestra historia, que no se han recuperado y que ya nos acostumbramos a verlas en mal estado. Entre ellas, el Complejo Casino, el ex balneario del Automóvil Club, el Anfiteatro, que le hacen una lavada de cara y lo utilizan para el Festival Infantil por ejemplo, pero uno sabe que no está en condiciones. Lo mismo con la terminal de ómnibus, el puente Ezcurra, que se cayó en la inundación del 80. Esos lugares los veo muy venidos a menos.
También por supuesto lo que está pasando con la pérdida de desechos en el mar y las pérdidas de agua. Y es agua potable que se está perdiendo y en plena temporada.
-En tu caso vivís en el sector de la Villa balnearia y ves de cerca el desarrollo de la temporada, ¿Cómo ha venido este año?
- A mi juicio es una temporada de buena a muy buena. Estoy a siete cuadras de la 83 y siempre doy una vuelta y veo movimiento en las pizzerías y restaurantes. He ido al cine un par de veces y las salas están repletas. No estoy diciendo que sea la temporada récord ni mucho menos, pero si la tengo que poner en comparación con la del año pasado, me parece que es mejor. Noto mucho movimiento, pero no sé si el consumo los alcanza a todos los rubros por igual.
-Y el sector de la Villa, ¿cómo está preparado para recibir al turismo?
-Pese a estas manchas que yo veo como las pérdidas de agua o el caño que lleva desechos al mar, después creo que hay algunas mejoras que son para destacar en algunos balnearios. Igualmente, a mí, el frente costero no me simpatiza demasiado. Está sobrecargado de cemento y de muchas cosas que yo las quitaría para que tengamos una mejor vista del mar. Me resulta bastante incómodo el frente costero, al margen de que veo que hay inversión también.
-Mencionaste el caso de lo que fue el ACA, ¿Qué harías ahí?
-Hay que invertir mucha plata en esa estructura. Yo me he metido adentro y está desguazado. No queda nada. Ojalá haya inversión, creo que hay que propender a eso y si no hay inversión nos va a llevar a la topadora y, en este sentido, prefiero que se haga una explanada o un mirador porque así no cumple ninguna función.
- Y con el casino, ¿qué habría que hacer?
-Me pasa lo mismo. ¿Será posible que alguien ponga lo que hay que poner en términos monetarios para que recuperemos el Teatro Auditórium? Según las voces autorizadas de la ingeniería y de la arquitectura, la estructura es recuperable. Pero no sé, yo lo veo cada vez peor.
- ¿Y estarías de acuerdo con que se venda?
- No sé, depende a quién lo vendés. ¿Quién va a ser el comprador? ¿Qué quieren poner ahí? Si algo se puede recuperar, yo desearía que sea el teatro y el resto, no sé. Tengo mis dudas. Me pone muy mal recorrer ese lugar.
-¿Por qué han quedado tantos espacios emblemáticos de la ciudad abandonados? ¿De quién es la responsabilidad?
- Tiene que ver con nosotros, la sociedad. Que el municipio es indiferente, pero ¿y la sociedad? Yo viví el Festival Infantil cuando duraba una semana y tenía unas carrozas maravillosas, pero estaban las fuerzas vivas atrás. Hoy hay indiferencia, nadie quiere participar. Entonces, todo el esfuerzo lo hace el municipio con lo que tiene, que no creo que sea mucho y dura dos días. Me parece que tenemos que hacernos cargo de que las dejamos venir abajo nosotros mismos.
- ¿Cuál es tu mirada sobre el parque Miguel Lillo? ¿Hay que hacer intervenciones o preferís no tocar nada?
- Sí, toquemos algo. Yo creo que hay árboles que están enfermos. Creo que algo hay que mejorarlo. Yo no estoy diciendo que pongan un hotel cinco estrellas en el medio de los pinos, pero veo pinos que están enfermos, veo suciedad. Pero somos nosotros, es la gente la que anda ahí, no es un agente municipal, no es un empresario. Somos los que lo recorremos y que no tenemos ni siquiera la delicadeza de juntar lo que consumimos.
Ese tipo de cosas tendrían que ser mejoradas, señalizarlo mejor y oxigenarlo un poco porque hay ciertas especies que las veo como enfermas. Después, con respecto a las intervenciones que hay, me gustan y creo que hay otros sectores donde se podrían hacer algunas cosas, que no son invasivas. Creo que podrían hacerse otros emprendimientos, ubicarlos bien, darles un espacio. Yo hablo de intervenciones moderadas porque si me dicen que van a arrasar con 50 hectáreas para poner algo, ahí ya no. Tiene que haber normativas coherentes, claras y serias.
-Y al gobierno de Arturo Rojas, ¿cómo le ves?
-Más de lo mismo, me parece. Creo que él recibió un gran espaldarazo con el recital de La Renga. Creo que fue como una especie de electroshock para toda la ciudad y a él también positivamente se lo llevó puesto. Nadie esperaba que lo de La Renga saliera tan bien. A mi juicio, salió fantásticamente bien. Fue un experimento que podría haber salido muy mal. Y sin embargo, me parece que fue como un espaldarazo en un cierre de año que, para él (el intendente), venía muy opaco porque no se veía mucha gestión.
También veo cierta cosmética en la plaza de Dardo Rocha y en algunas cositas más, pero después lo veía bastante inactivo, bastante apático. Y esto fue como un zamarreo para él, para su gestión y para nosotros. Ya que estamos hablando de cosas que hemos perdido, en este caso hemos ganado algo que es una plaza gigantesca para traer buenos espectáculos.
-¿Pensas que Necochea podría posicionarse como un lugar para hacer eventos masivos?
-Dependerá de Palazzo, que es el que trajo este espectáculo, que es un número uno en el género del rock. Para mí, fue un acontecimiento sociológico y que además nos metió en una probeta a nosotros, los necochenses, con los seguidores de La Renga y funcionó de maravillas. Yo lo escuché desde casa y fue impresionante. Me parece que como experimento, nos abre un portal gigante.
Ahora estoy viendo lo que está pasando con la cantidad de scouts que han venido. Miles de chicos y juventud en el Parque. Eso me gusta también.
-¿Pensás que el desarrollo de la ciudad puede venir por ahí, en los eventos, en el turismo, en esa zona del parque?
-¿Sabes que sí? En el centro, no anda nadie ahora. La ciudad está creciendo hacia el sur, aunque sé que los servicios no están muy acordes a ese crecimiento. Ahí hay un hay un déficit. Ha crecido mucho Villa del Deportista, Villa Zabala, hay casas por todos lados y falta un servicio adecuado. Hay que mejorarlo y promocionar todo lo que tenemos en la ciudad. La colonia de lobos marinos que es un lugar maravilloso y ni hablemos de las ballenas que es un plus que nos cayó del cielo.
-¿Sos optimista sobre el futuro de la ciudad?
- Soy optimista por naturaleza, pero un optimista cauto. Son más las cosas positivas que negativas. Tenemos muchísimo más para ganar que para perder.
Yo tengo un optimismo pensante. Reflexivo. Sabiendo que hay que trabajar mucho. Muchísimo.
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