La ribera del río, una de las zonas más cotizadas
Hace diez años atrás nadie pensaba en construir su vivienda o adquirir lotes frente al río Quequén, pero hoy es un punto privilegiado
El sector de la ribera del río Quequén del lado de Necochea actualmente es una de las zonas elegidas o más buscadas para construir o adquirir un lote, algo que cambió drásticamente, comparándolo hace diez años atrás. Si se tiene en cuenta la belleza del río, el paisaje, la naturaleza, y la tranquilidad que ofrece, es sin lugar a dudas un paraíso. Por esta razón, muchas familias, sobre todo profesionales, están eligiendo vivir en esta zona de la ciudad.
En menos de diez minutos están en el centro, y una vez que uno ingresó por el camino ribereño, se conecta con “otro mundo”.
Hay vecinos que adquirieron sus lotes hace siete años atrás y eran contadas con los dedos de una mano las casas que estaban construidas. Con el tiempo, este panorama fue cambiando, se comenzaron a levantar más viviendas, algunas de dos pisos, priorizando los patios con mucho verde, siendo espacios amplios.
En este sentido, también cambiaron los valores, y algo que tiempo atrás era un valor accesible y daba la posibilidad de poder comprar algún terreno, hoy es muy selectivo, ya que no hay créditos y los condicionamientos económicos hace que se frene la actividad, y el precio por metro cuadrado ronda entre los 80 y 100 dólares.
Hay terrenos irregulares, pequeños y otros más amplios.
Desde la calle 94 en adelante, hay lotes más nuevos de 700 y 1000 metros sin servicios, por lo tanto cuesta comercializarlos.
En cuanto a los servicios, vale señalar que esta zona es disímil, porque algunas viviendas tienen gas y otras no. Sucede que el servicio de gas baja desde la ruta por la calle 82 hasta la ribera, por lo tanto, esas propiedades tienen un valor agregado, que es lo que mayormente buscan y hay más consultas e interés.
La gran mayoría no cuentan con gas, teniendo que buscar otras alternativas al momento de calefaccionarse lo cual implica un gasto adicional, teniendo posibilidad de hacerlo con leña, losa radiante o radiador.
Aunque si uno se remonta hace 7 años atrás, no había ni luz, ni gas, siendo otro el paisaje, no había árboles, algunos eucaliptus y muchos yuyos altos.
Otro de los aspectos que se tienen en cuenta es la altura de los terrenos, sabiendo que en 2012 hubo una inundación.
Por cierto, la zona más baja es el primer tramo de la ribera, que se inicia desde el Club del Valle hasta la altura de la calle 27, por eso hay manzanas enteras de baldíos, ya que no resultan tan atractivas.
Hoy, se pueden apreciar casas quintas, casas nuevas, triplex y dúplex en alquiler y varios complejos de cabañas que en temporada de verano o los fines de semana largo siempre cuentan con turistas.
También se aprecian chalets con ladrillo visto pero al mismo tiempo hay otras construcciones en bloques más cuadrados con techo escondido, e inclusive otros tipo de materiales, privilegiándose la seguridad y que requiera menos mantenimiento.
Cambio
También hay que destacar el cambio que se produjo en este sector gracias al grupo de vecinos que han llevado adelante distintos trabajos, conservando y preservando las bellezas del rio Quequén, convirtiéndolo en un paseo todo el año.
Por cierto, muchas personas concurren a realizar actividad física, corren, caminan por la ribera, y disfrutan de los puestos de hidratación, de las plazas saludables, etc.
También fueron quienes lucharon para que se instale en el circuito una posta policial, y son los que mantienen la ribera en condiciones, cortando el pasto y arreglando lo que rompen.
Si bien todavía faltan algunas cosas que se mejoren como puede ser el acceso, ya que los días de lluvia se dificulta el tránsito, es necesario que las autoridades municipales hagan hincapié en este sector que continua en pleno crecimiento.
Inclusive, no se logró iluminar la ribera, a pesar de las reuniones gestionadas por los integrantes del grupo vecinos con la Usina.
En general los inversores son de afuera y tienen una mirada distinta de la ciudad, contando con otras ideas, viendo otro futuro por delante.
En general, el perfil de los interesados por este sector son parejas jóvenes, con hijos y profesionales, que priorizan el contacto con la naturaleza, siendo una alternativa más.