Las localidades del interior y la crisis del transporte de pasajeros
Desde hace años las localidades del norte del distrito no cuentan con servicio de micros de larga distancia. La situación es un reflejo de una situación que se agrava año a año
Hace 80 años, una modesta empresa de transporte comenzaba a prestar el servicio entre Necochea y Buenos Aires. Paradójicamente, esa empresa, ahora fusionada con otra reconocida línea, es la única que une nuestra ciudad con Benito Juárez y pasa por los accesos a Juan N. Fernández y La Dulce.
Desde hace años La Dulce, Claraz y Juan N. Fernández, las tres localidades del norte del interior del distrito, no cuentan con servicio de transporte de pasajeros.
En unos días se cumplirán cinco años desde que la empresa Río Paraná fue inhabilitada y perdió todas sus rutas. Esa decisión, dejó definitivamente sin servicio a Juan N. Fernández.
Pero en el caso de Claraz, no cuenta con transporte de pasajeros desde que la empresa El Pampa dejó de prestar servicio a fines de los 90.
La pérdida de este medio de transporte no fue tan traumática como la desaparición del tren, décadas antes, pero dejó a las comunidades aisladas y obligadas a utilizar otros medios o a organizarse para viajar en grupo en autos particulares.
Esto se da especialmente entre docentes rurales que desde hace años dejaron de viajar a dedo.
La decadencia del transporte de pasajeros en las pequeñas localidades del interior de la provincia de Buenos Aires es un reflejo de la crisis que vive este medio en el país desde hace al menos una década.
En crisis
A pesar de la euforia del gobierno nacional cuando informó días atrás que casi un millón de personas eligieron el Transporte Público para movilizarse durante el fin de semana largo por la Argentina, las cifras revelan un dato preocupante.
Hace 10 años el transporte automotor triplicaba la cantidad de pasajeros que viajaban en avión, sin embargo, las cifras dadas a conocer esta semana muestran otra realidad.
Según el Ministerio de Transporte, durante el Carnaval más de 600.000 pasajeros volaron por el país, 40 mil personas viajaron a los destinos que ofrece Trenes Argentinos y el resto en micros de larga distancia.
Desde Retiro se registraron 6.650 servicios hacia la Costa Atlántica, Mar del Plata, Córdoba, Misiones, Mendoza, Salta, San Carlos de Bariloche y Corrientes, entre otros.
Ya en 2016 una investigación periodística del diario La Nación alertaba sobre esta tendencia que en ese momento amenazaba con incrementarse con la aparición de las aerolíneas low cost.
Pero la crisis no era nueva. En 2010, la Argentina tenía registradas en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) 4764 unidades, mientras que en 2015 esa lista ya contaba con 619 menos, lo que significó una baja de 12,4%.
De 1,31 millones de viajes que se hicieron en 2010, se pasó en cinco años a 1,04 millones, lo que significó una merma de 21,4%. Desde 2011, el mejor año de los últimos seis, los pasajeros transportados cayeron de 50,51 millones a 37,95 millones, es decir, 28% .
Los números marcaban una preocupante decadencia. El servicio local de autotransporte de pasajeros de larga distancia llegó a ser el más moderno de América latina y a estar entre los más avanzados del mundo.
Tuvo 5000 unidades, cuya antigüedad promedio no superaba los tres años. «La inversión en renovación de flota ha sido financiada con capitales propios. Durante los últimos 11 años se invirtieron más de $4000 millones», dice un trabajo de la Celadi de 2016.
Para ese momento, la antigüedad de los colectivos ya estaba en casi 5 años y las unidades cayeron a 4300. En 2011 el sector tenía 22.500 empleados, cinco años después el número había caído a 18.000, de los cuales 70% eran conductores.
Según un informe de la CNRT, el transporte en micro perdió durante la década 2006-2016 más del 40% de sus pasajeros. Además, el coeficiente de ocupación por unidad bajó del 53 al 47%, al mismo tiempo que la capacidad instalada se redujo en siete mil asientos.
Desde el sector remarcaron en ese momento la necesidad de modernizar las normas que rigen el sector, destacando el servicio que cumplen en el interior, ya que mientras hay 40 destinos para vuelos low cost, los micros llegan a 1600 localidades, la mayoría de ellas tan pequeñas como Juan N. Fernández o La Dulce.
El transporte en el distrito
Como indicamos al inicio de la nota, se cumplieron recientemente 80 años de la inauguración de la primera línea entre Necochea y Buenos Aires.
La pionera fue La Estrella, por entonces una modesta empresa. El 20 de enero de 1943 se autorizó a La Estrella Sociedad Argentina de R.L. a iniciar servicios uniendo Liniers con Necochea, por ruta 3, llegando también a Olavarría.
A fines de la década del 40, cuando Necochea quedó unida definitivamente a las ciudades de la región a través de una red de caminos pavimentados, hacía años que varias empresas prestaban el servicio de ómnibus.
Una de las primeras empresas de ómnibus que llegó a la ciudad fue El Rápido del Sud, de Horacio Leveau, con un servicio que unía Necochea con Mar del Plata. Había obtenido la autorización el 5 de septiembre de 1936 y continuó cumpliendo con el servicio hasta diciembre de 1941.
También en septiembre de 1936 se autorizó a realizar viajes entre nuestra ciudad y Mar del Plata a la empresa Atlántica, de Galeano Renzini, pero la línea nunca fue inaugurada. No corrió mejor suerte la empresa El Obelisco, de Blanco, Salvado, Feijóo y Clarière. La línea, autorizada con tres vehículos el 31 de marzo de 1938, unía Azul con Necochea, pero la concesión caducó el 4 de julio de 1939.
En tanto, la sociedad Zuzulich y Dabós, propietaria de la empresa Avenida, ganó la concesión de la línea 208 el 26 de octubre de 1939 para unir con dos micros Necochea y Tandil, pasando por Juan N. Fernández.
Un año después complementa este servicio con otro entre Tandil y Ayacucho y en 1941 obtuvo una tercera línea, que salía de Necochea por La Dulce y Juan N. Fernández, terminando en Benito Juárez. Más adelante también llegó a Tandil.
Años más tarde las líneas fueron vendidas a Expreso Río Paraná, asentado en Tandil.
También en la década del 40, llegaba hasta nuestra ciudad la empresa LBH, propiedad de Leonardo B. Halkett, que contaba con el servicio entre Necochea, Lobería y Balcarce.
Con los años, Halkett transfirió los servicios de su empresa a Mar y Sierra, una empresa que en la década del 70 también se fusionó con El Pampa.
El Pampa
En 1938 se inició un servicio de ómnibus entre Necochea y Tres Arroyos, pasando por Energía. Nacía así una de las más tradicionales empresas de la zona, la Cía. Ómnibus Pampa S.C.C., propiedad de Ruiz y Caputo Arbía.
Según el Museo Virtual del Transporte Argentino (www.busarg.com.ar), en julio de 1940 se oficializó la prestación a través del permiso precario y poco después la sociedad quedó conformada por Vicente Caputo Arbía e Irene Cruz.
En 1945 contaba con dos coches de 20 asientos y dos o tres años más tarde se produjo la transferencia de la línea a favor de Ismael Balbuena y Horacio Leveau, quien también era permisionario de El Rápido del Sud.
En 1947 se constituyó como sociedad y ese mismo año o el siguiente prolongó su recorrido, alcanzando Bahía Blanca vía Coronel Dorrego y Punta Alta. En 1950 se autorizó otro importante alargue: a Mar del Plata.
Desde entonces comenzó una etapa de crecimiento que transformó a El Pampa en una de las empresas más grandes del sudeste bonaerense hasta alcanzar una flota de 55 coches. Adquirió las líneas explotadas por la empresa Avenida, El Tandilero, El Aguila del Mar, Expreso Rauch y Fucile.
A mediados de los ’70, socios de la empresa integraban la Carrocera Mar del Plata, asentada en esa
La empresa comenzó a decaer en 1992, con la desregulación del transporte de larga distancia y en 1998, luego de 60 años, Pampa cesó sus servicios.
Otros pioneros
La empresa creada por Homero Bocaccio Fucile en San Cayetano, en 1914, comenzó a prestar servicio de ómnibus en nuestra ciudad en 1938. Los micros de la empresa unían Necochea y San Cayetano, pasando por La Dulce y Defferrari.
En 1947 Fucile vendió sus vehículos a El Rápido del Sud, pero meses más tarde la transacción fue anulada. Al año siguiente se realizó una nueva transferencia a favor de los hermanos Víctor y Ernesto Balbuena, que fundaron la línea Estrella del Sud. Pese a ello Fucile siguió manteniendo un servicio de transporte entre Necochea y San Cayetano
En cuanto a La Estrella, en 1959 fue adquirida por el Expreso Buenos Aires S.R.L., que cumplía servicios entre Buenos Aires y La Plata. No obstante, dos años más tarde cambiaría la razón social, pasando a denominarse Transportes Automotores La Estrella S.A. Con la nueva administración, La Estrella comenzó a crecer.
Expreso Buenos Aires también había adquirido El Cóndor, una empresa que había pertenecido al Ferrocarril del Sud y que para 1968 tenía una abultada deuda con el fisco. Con estas tres empresas, se formó uno de los grupos empresariales más importantes de las décadas del 70 y el 80.
En la actualidad, precisamente Condor Estrella es la única empresa que une Necochea y Benito Juárez. Cruza todo el partido de Norte a Sur, pero sin ingresar a ninguna localidad.///