Las noches de fútbol
Hace 61 años, la cancha de Rivadavia se convertía en la primera en la ciudad en contar con un sistema iluminación eléctrica
Adrian Stolarczuk
Redacción
En el verano de 1959, la película “La Guerra y la Paz” acaparaba la atención de los cinéfilos turistas. En las páginas de Ecos Diarios, el film basado en la novela de Tolstoy y que tenía a Audrey Hepburn y Henry Fonda como protagonistas, era anunciado como “El Gran Acontecimiento del Año” y “la película más espectacular de todos los tiempos”. Sin embargo, entonces y también luego con el paso del tiempo, otro “Acontecimiento del Año” por aquellos meses de febrero y marzo quedaría mucho más presente en la memoria de los necochenses, en especial los futboleros. Hace 61 años, la cancha del Club Atlético Rivadavia se transformaba en la primera en nuestro distrito en contar con un sistema de iluminación eléctrica. Un avance que marcó una época en un escenario deportivo ligado desde siempre a los grandes acontecimientos de nuestro deporte.
Noches mágicas
La primera noche de fútbol en nuestra ciudad se concretó el 28 de febrero de 1959. En el espectáculo, el anfitrión Rivadavia, que venía de ser campeón local por las últimas cuatro temporadas, se enfrentaba a uno de los mejores conjuntos del fútbol bahiense, Comercial de Ingeniero White, campeón 1958 de la Liga del Sur. El “Albiazul”, dirigido técnicamente por Andrés Atucha, contó entonces con los jugadores Grizia, Carlos Paradisi, Ruquet, Oscar Pécar, Marquez, Mario Molero, Brescia, M. E. Alvarez, Brolessi, Ricardo Guerrero, Ramos, Castro, Alberto Rodríguez, “Gallego” Francisco Alvarez y el “Cholo” Silvestre Calabrese. Estuvo ausente en este caso el capitán del equipo Juan Angel Ferreti. Vale recordar que varios nombres de este equipo se consagrarían pentacampeones de la Liga ese año y que formaron parte también del histórico plantel decano que en 1957 realizó una exitosa gira de partidos por Uruguay, venciendo a Nacional de Montevideo.
Cuatro torres con 60 lámparas fueron modernos testigos del empate 3-3 entre Rivadavia y Comercial, y generaron un acontecimiento histórico que conmovió a la comunidad futbolera y a toda la ciudad. Las semanas previas, el trabajo de la colocación de las torres fueron seguidos con expectativa por los sorprendidos vecinos. Era un símbolo de progreso que alcanzaba la institución decana, bajo la presidencia del recordado Pedro A. Zugazúa, apenas un lustro después de haber inaugurado la sede social del club, aún hoy emplazada en calle 64 entre 59 y 57.
Hasta la reina
A la semana siguiente, el 8 de marzo, y debido al éxito, se confirmó otro amistoso nocturno de Rivadavia esta vez enfrentando a Kimberley de Mar del Plata. El acontecimiento social de la nueva iluminación desbordó al deportivo al punto que, por ejemplo, la coronada “Reina de la Belleza Argentina”, la señorita Mercedes Rosario Alberti, fue parte de la fiesta, posando con los jugadores antes del partido que, también para la anécdota, culminó con otro empate 3-3.
En la historia
Viajando en la historia, la cancha de Rivadavia había sido inaugurada allá por un 13 de septiembre de 1936, con un clásico entre Rivadavia y Huracán, que quedó en manos del “Globo” por 3-2, con goles de Roldán, A. Izzo y Yolando para el ganador y Del Papa y Román para el local. Justamente el centrodelantero decano Del Papa marcó el primer gol en el nuevo escenario, a los 20 minutos del primer tiempo. La primera victoria de Rivadavia en su nueva cancha fue una semana más tarde, por 2-1 sobre Jorge Newbery de Lobería.
Con los años, por el protagonismo de su equipo y luego por las comodidades, el estadio fue testigo de los triunfos más importantes del fútbol de Necochea a nivel nacional, siendo escenario de los ascensos de Estación Quequén en 1988 y Mataderos en 1996. Cobijó alegrías de las selecciones de Necochea y recibió a clubes de todo el país por campeonatos provinciales y nacionales. Hace 25 años, perdió poco a poco el mote de ser la cancha de las “Aguas Corrientes”, para transformarse en el “Panamericano”, tras alcanzar otro hito como subsede de los Juegos Deportivos Panamericanos de 1995.
Las instalaciones fueron remodeladas para recibir a las selecciones de fútbol, ampliando su capacidad a 12.000 personas. Las gestiones para alcanzar ese logro habían comenzado en 1991. Los seleccionados de México, Colombia (ambos clasificaron a la segunda fase), Ecuador y Trinidad y Tobago convocaron durante una semana de partidos al público necochense, en otras recordadas noche de fútbol de verano en nuestra ciudad.
Qué bien se TV
En 1992 las luces del estadio llegaron por primera vez a todo el país. En enero, en el marco de un torneo de verano, fueron televisados los partidos por la pantalla de Canal 9. Para ello se realizó otra importante inversión para mejorar la calidad de las lámparas del estadio.
El cuadrangular amistoso tuvo carácter internacional con la participación del Sion de Suiza -lo dirigía Enzo Trosero y jugaban los argentinos Néstor Clausen, Gabriel Calderón y Juan Barbas-, Huracán de Parque Patricios, Racing e Independiente de Avellaneda. El campeón fue la Academia que dirigía Osvaldo “Chiche” Sosa y que contaba con figuras como Gustavo Costas, Néstor Fabbri, Rubén Paz, Claudio García y José Basualdo.
Lamentablemente esta presencia en la TV nacional o la continuidad de los torneos de verano quedó trunca los últimos 20 años. En los años 90, en cambio, pasaron notables equipos y hasta la Selección de Armenia, en un triangular junto a Lanús y Estudiantes. En un notable balance, por allí pasaron grandes equipos del fútbol nacional como el Boca de Lorenzo, el River de Labruna y el Vélez de Bianchi.
Un punto de inflexión y despedida para el fútbol de verano en Necochea y en el Panamericano fue la violencia que rodeó el clásico rosarino entre Central y Newell’s en el verano de 1998, con hinchas a los tiros en las calles de Necochea y Quequén.
Intentos por reflotar estos amistosos nocturnos hubo varios, pero pocos se concretaron o tuvieron continuidad. Se recuerda un cuadrangular con el local, Vélez y Sarmiento de Junín, en del verano de 2010, y también el último amistoso en enero de 2012, con entrada gratuita, entre Gimnasia de La Plata y Belgrano de Córdoba, por entonces haciendo pretemporada en Necochea, que se concretó “para cumplir” luego del fallido intento de concretar un triangular televisado organizado por la Municipalidad.
La última luna
Hace 15 años, mejoras en las luces y la reparación del tablero, permitieron que tanto Rivadavia y Villa del Parque jugaran por la noche sus compromisos por campeonatos nacionales como el Torneo del Interior o el Argentino “B”. Incluso varias finales de la Liga Necochea se programaron como espectáculos nocturnos, en 2005, 2007 y 2010, todas con consagración finalmente para Rivadavia. El decano era el único que entrenaba de noche y decían que eso era una ventaja a la hora de salir a la cancha en esos encuentros decisivos. Pero los costos de mantenimiento y energía fueron apagando el espectáculo del fútbol nocturno poco a poco, salvo para alguna “Copita” de infantiles, algún torneo comercial o un esporádico compromiso de la Selección Juvenil de Necochea. Hace tres años el club realizó una importante inversión para mejorar la iluminación de la cancha auxiliar y la cancha de césped artificial, eligiendo darles más comodidades a los deportistas y socios.
Los últimos partidos “oficiales” nocturnos que se recuerdan fueron en diciembre de 2015, por la Liga Necochea, con victoria de Rivadavia sobre Del Valle, en un encuentro válido por la Promoción para evitar “bajar” a la zona B. Y en septiembre de 2016, con la Selección Juvenil enfrentando a Balcarce por el Torneo de Ligas del Este.
Muchas noches gloriosas que se guardan en el pasado. Un viaje desde el brillo de época que se fue y un presente en penumbras. ///