Le embargan cuentas a la comuna y el Concejo ni mu
El portal en Internet del Concejo Deliberante muestra en la cabecera de su página de inicio el logo del organismo, y a su derecha tres palabras que ha transformado en slogan al momento de presentar sus funciones: “legislar”, “representar” y “controlar”.
Podría decirse que las dos primeros propósitos se cumplen sin falencias mayores, más allá de los análisis personales que haga la ciudadanía sobre la labor o accionar de tal o cual legislador. Sin embargo la tarea de controlar es más difusa, y en varios hechos van desnudando cierta displicencia, por describirla en forma leve.
La introducción viene a cuento de lo acontecido en el marco de un grave hecho en cuanto al manejo de los fondos públicos, que publicara Ecos Diarios en su edición del pasado domingo.
En la oportunidad dimos cuenta de un juicio millonario que deberá pagar la Municipalidad, con fondos que son de los contribuyentes, por el alquiler de una vivienda por parte del Estado municipal que fue desocupada durante la administración que encabezara Facundo López, sin saldarse una deuda por dicha renta, que se fue incrementando en el tiempo con una multa e intereses incluidos.
¿No estaban enterados?
Es probable, visto la quietud observada por los concejales actuales y sus antecesores (la propiedad en cuestión había sido alquilada en el último año del intendente José Luis Vidal) que muchos miembros del poder legislativo se hayan enterado del tema a través de la nota de Ecos Diarios.
Consumado este hecho, que lamentablemente no es el único, queda claro que el Concejo no ejerció para nada su función de controlar, tal vez por desconocimiento y de haberlo tenido tampoco intercedió en la cuestión. Sino no se hubieran consumado tantos años de un contrato que debió haber caducado y que merced a negligencias derivó en el embargo de cuentas por una cifra cercana a los $4.000.000.
Cuesta creer que en todo este tiempo a ningún concejal le haya surgido el interés por observar qué sucede con los convenios de éste u otros alquileres que firman las autoridades de turno. Tanto sus condiciones, precios, cláusulas, si se cumplen en tiempo y forma los pagos pactados y, como el caso de la vivienda de calle 56 Nº 2877, cuándo se los deja de alquilar, si se devuelve el bien sin deudas, etc.
Un detalle no menor es que por reglamento, el cuerpo deliberativo es el que aprueba cualquier renta de inmuebles que haga la comuna por lapsos superiores a un año, ya que de no ser así se compromete los fondos de otro ejercicio. Y éste puede corresponder a otro gobierno que herede tales alquileres. El caso de las viviendas rentadas desde hace varios años para el funcionamiento de los centros de salud, es un ejemplo.
Hacer lo que les compete
La función de quienes ocupan las bancas del Concejo Deliberante, especialmente de los concejales de la oposición es controlar qué hace el Ejecutivo. Y no hacerlo solamente cuando otorga un rédito político o en el escenario de las chicanas típicas de un año electoral.
El concejal es el representante de los ciudadanos, que son los que lo votan para que ocupe ese sitial. Y cuidar de los fondos y bienes del Estado, debe ser una de sus premisas u obligaciones.
En la actualidad se estima que hay una veintena de propiedades que son alquiladas. Bueno sería que con el reciente antecedente los concejales ejerzan con mayor disciplina una de las funciones que les compete. De esta forma se podrán evitar hechos como el que fuera difundido el pasado domingo en nuestras páginas.///