Le robaron el auto al cura párroco Justino Fernández
“Y qué vamos a hacer, alguna vez me podía tocar”, reconoció anoche el sacerdote, mientras hacía la denuncia en la Policía
Los delincuentes no perdonan a nadie. No tienen contemplación a la hora de cometer atracos y sea quien sea su víctima, igual atacan con absoluta impunidad.
“Y qué vamos a hacer, alguna vez me podía tocar”, sentenció el cura párroco Justino Fernández, a quien le robaron su auto en la sede de la Parroquia de la Medalla Milagrosa.
El sacerdote atendió a Ecos Diarios mientras realizaba la denuncia policial en la Seccional Tercera y brindaba toda la información acerca del vehículo que delincuentes le sustrajeron de la puerta del templo.
Se trata de un automóvil marca Fiat, modelo Uno, de color gris, patente colocada GOL-944, que se hallaba estacionado frente al inmueble de calles 61 y 22.
Con audacia
“Luego de la misa estábamos en una reunión en la Parroquia y cuando cerré las puertas observé que el auto no se encontraba en el sitio donde lo había dejado, sobre la entrada de calle 61”, señaló anoche el cura párroco.
Con audacia, los ladrones se apoderaron del Fiat Uno que se encontraba cerrado y sin generar sospechas se lo llevaron, en el mismo momento en que a pocos metros se desarrollaba una reunión entre varias personas.
Allí se hallaba el presbítero Fernández e integrantes de la comunidad religiosa que habitualmente mantienen conversaciones por diferentes acciones solidarias que se llevan a cabo desde la parroquia de la Medalla Milagrosa.
El hombre de la Iglesia llevaba a cabo anoche la denuncia en la Comisaría Tercera y se instruían actuaciones judiciales caratuladas como “hurto agravado de automotor”.
La búsqueda
La Fiscalía en turno anoche estaba siendo notificada del robo del automóvil y las diferentes dependencias policiales también eran informadas al respecto.
Los efectivos del Comando de Patrullas llevaban a cabo al cierre de esta edición, distintos operativos en busca de recuperar el rodado sustraído entre las 20 y las 21 de ayer.