Leer en casa es una buena opción durante la cuarentena
Una actividad que cuenta con muchos adeptos. Libros en todos los formatos
Tener a mano un libro es una de las maneras más enriquecedoras de pasar la cuarentena y así lo entendieron numerosas personas que en estos días de aislamiento preventivo, pasaron gran parte de su tiempo entretenidos y estimulando su imaginación.
Independientemente del género preferido, leer es sencillo, además de proporcionar temas de conversación y conocimiento general.
Luego de decretada la medida de aislamiento obligatoria en prevención del covid-19 las librerías estuvieron cerradas y luego reabrieron sus puertas con un estricto protocolo por lo que los lectores, que ya habían agotado sus reservas literarias, pudieron acercarse a adquirir una obra nueva y continuar con esta estimulante actividad.
Mientras, la Biblioteca Popular Andrés Ferreyra aún no ha podido habilitar su servicio de delivery de libros para atender las demandas de sus asociados y están recibiendo el material adquirido en la Feria Internacional del Libro, que este año se hizo de forma virtual.
Según se pudo establecer las ventas en los locales del rubro “son aceptables, dentro de la crisis que nos atraviesa”, expresó un comerciante. Los clientes deben desembolsar un promedio de $1000 para adquirir un libro; en tanto que la literatura infantil, que también ha ganado adeptos durante la pandemia, tiene una oferta muy diversa y se pueden conseguir ejemplares desde $350.
Vale mencionar que la lectura, cualquiera sea el género elegido, reduce el estrés y la ansiedad; mejora el sueño y mantiene el cerebro activo, estimulando la memoria, entre otros beneficios.
Digital
Además, de los libros en papel también existe un gran universo de e-books, en formato digital y, con motivo de la pandemia, varias editoriales dispusieron el acceso gratuito a sus plataformas.
En tanto que, la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación lanzó el programa Libros y Casa para facilitar el acceso a la lectura con una interesante colección de recopilaciones de crónicas, cuentos fantásticos y policiales, entre otros.
En estos días de aislamiento social muchos lectores intercambiaron libros entre ellos y, en las redes sociales varios autores se acercaron a sus seguidores con diferentes propuestas, ya sea brindando herramientas para los que desearan escribir sus propios relatos o para hablar de sus trabajos editoriales.
En nuestro medio, surgieron algunos proyectos de escritura colectiva y el Area de Museos lanzó una propuesta para escribir la experiencia pandémica y dejar un registro.
Vale mencionar que los libros digitales vienen ganando terreno entre un público joven, y según estimó el propietario de una librería local, “el formato papel tendrá una vida de 15 años más y habrá que adaptarse a esta tendencia”, aunque no opina lo mismo de la literatura infantil que requiere el contacto con el lector.
Compra
Por su parte, el Centro Cultural de Necochea continúa sin poder abrir sus puertas, esperando se le habilite el protocolo para el delivery de libros; y esta semana recibió la primera parte del material adquirido en la Feria Internacional del Libro.
En ese sentido, Mónica Martínez, integrante de la comisión directiva de la entidad, contó que “en esta ocasión se compraron 130 libros de diferentes editoriales, con el aporte de un subsidio Libro% otorgado por la Conabip.
De este modo suman un porcentaje de libros de textos escolares, literatura infantil y para adolescentes y adultos, de diversos géneros. Entre ellos se encuentran títulos sugeridos por los propios socios y otros elegidos por la comisión luego de revisar los catálogos.
La compra totalizó $52.000 y, de acuerdo a lo establecido por la Conabip, los libros fueron adquiridos en varias editoriales diferentes, e invirtieron unos 3000 pesos para el envío.
Hace alrededor de tres meses el Centro Cultural de Necochea presentó un protocolo para hacer delivery de combos de libros, “la bolsa para el préstamo contiene cuatro obras de temáticas afines y al devolverlos pasan a aislamiento por varios días antes de volver a prestarlos”, indicó Juan Marraro, presidente de la institución quien se mostró preocupado por la demora de la habilitación de esta actividad.///