Leyendas, mitos, cábalas y tragedias de famosos en Necochea
El pasado verano llamó la atención la visita de algunas “celebrities”, sin embargo, la ciudad cuenta con un largo historial de anécdotas y recuerdos de algunos de los más grandes artistas, deportistas y hasta revolucionarios
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A muchos les llamó la atención a fines del verano pasado enterarse de que algunos famosos artistas, celebrities de turno y deportistas en retirada, eligieron Necochea para descansar unos días.
Sin embargo, por ser uno de los balnearios más importantes de la Costa Atlántica desde hace más de cien años, Necochea cuenta con un larguísimo historial de visitas de personajes que pasaron por aquí antes de hacerse famosos, otros que eligieron la ciudad para pasar los últimos días de su vida y alguno incluso fue sorprendido aquí por la tragedia.
Entre los personajes que pasaron e hicieron temporada aquí, la del cantante Hugo Del Carril es una historia particular. Si bien era popular como cantante y actor, muchos lo vinculaban directamente con uno de sus trabajos más famosos, el haber interpretado la marcha peronista.
Por esa razón, en 1981, en pleno gobierno militar, Hugo del Carril le explicó a Ecos Diarios que era perseguido por su ideología política y que se le prohibía trabajar en la Argentina.
No obstante ello, en aquel año Del Carril trabajó aquí en el espectáculo“Buenas Noches Necochea”, que también tenía en su elenco a Amelita Vargas y Agustín Magaldi hijo.
En aquel verano de 1981, los necochenses se podían cruzar también en la calle a José María Vilches, Enrique Liporace, Betiana Blum, Diana Maggi, Chela Ruiz, Malvina Pastorino, Juan José Camero y Eduardo Rudy.
Si bien los 70 y los 80 fueron las décadas que más famosos visitaron Necochea, ya hace cien años muchos famosos se sintieron atraídos por las playas del suave declive y la tranquilidad provinciana de la ciudad.
Más tangueros
Así como hoy es imposible saber si Carlos Gardel nació en Francia, Argentina o Uruguay, tampoco es posible determinar si el famoso cantante estuvo en Necochea o si es un mito creado por sus fanáticos.
Se dice que en 1918, junto a José Razzano, el guitarrista Ricardo y el famoso cuarteto de don Roberto Firpo, Gardel llegó a nuestro distrito para visitar a don Eustaquio Martínez de Hoz, con quien había trabado una fuerte amistad años antes.
La comitiva habría llegado en tren y pasó unos días en la estancia de Martínez de Hoz, a unos kilómetros de la ciudad. Se cree que también visitó el domicilio de doña Irene Ruiz.
También se habría presentado en 1922 en el Cine Teatro París. Los pocos datos que existen sobre esa visita hacen referencia a su vestimenta: toda blanca. Dicen que en aquella oportunidad cautivó al público.
Años más tarde, allá por la década del 40, otras figuras del tango estuvieron en Necochea. Una de ellas fue Sofía Bozán. Según un pequeño suelto publicado en Ecos Diarios el 29 de enero de 1941, «La Negra» disfrutaba de unas vacaciones en Necochea.
También en la década del 40 visitó varias veces Necochea la inolvidable Blanca Podestá, quien no sólo actuó con su compañía en el Teatro París, también disfrutó de nuestras playas.
El “Chueco” y el fútbol
Uno de los más grandes deportistas de la historia argentina tuvo un vínculo muy particular con Necochea. Juan Manuel Fangio corrió su primera competencia oficial precisamente aquí, el 27 de marzo de 1938 con un Ford V8 en un circuito que recorría la Diagonal San Martín, la avenida 59 hasta el Puerto y por la Costanera hasta la avenida 79, desde donde retomaba la Diagonal.
Pero la presencia de Fangio en Necochea no es de extrañar, teniendo en cuenta los vínculos de la ciudad con Balcarce.
Incluso hay una anécdota que sitúa a Fangio en un evento deportivo ocurrido unos años antes de aquella carrera. El 25 de agosto de 1935 la selección de fútbol de Necochea visitó la ciudad de Balcarce para enfrentar al combinado local en el marco del campeonato argentino de selecciones. Unas 2.000 personas colmaron la cancha.
El partido hubiera quedado en el olvido para la historia del deporte necochense si no hubiera sido por la presencia en el equipo balcarceño de un delantero llamado Juan Manuel Fangio.
A los 42 del primer tiempo el “Chueco” hizo el gol que le dio el triunfo a la selección serrana.
El deporte siempre estuvo vinculado a la ciudad y durante más de una década Necochea estuvo vinculada a las pretemporada de los equipos de primera división del fútbol argentino.
Por ello era habitual ver en el verano en Necochea a algunos de los más importantes jugadores del país.
Fue Estudiantes de La Plata el equipo que instaló a Necochea como la ciudad ideal para realizar el entrenamiento de pretemporada.
A finales de los años 60, Estudiantes puso el nombre de nuestra ciudad en los medios del país cuando logró el campeonato Metropolitano, logrando la primera conquista nacional en la historia del club.
En 1975, le ofrecieron a Angel Labruna volver a dirigir a River Plate y eligió Necochea para realizar la preparación. En el equipo estaban Norberto Alonso, Ubaldo Filliol, Juan José López, Víctor Mascherano, Oscar Más, Daniel Passarella, Hugo Pena, Alejandro Sabella, Reynaldo Merlo, Héctor López, Daniel Crepo, Jorge Candannes, Daniel Lonardi y Ramón Gómez. Luego, con los días, se sumarían a los entrenamientos Jorge Ghisso, Carlos Morete, Pablo Zuccarini, Carlos Pinto, Baudilio Jáuregui y Ernesto Mastrángelo.
También Boca, durante la época gloriosa del “Toto” Lorenzo al frente del grupo, vino a Necochea en el verano del 76. Luego estuvo aquí en 1978, en la previa a la conquista de la primera Copa Intercontinental del club. Muchos años después, en 1996, Boca volvería con Carlos Bilardo como DT, revolucionando la ciudad con sus estrellas.
Lluvia de estrellas
A fines de los 60 y principios de los 70, con el impulso de un empresario propietario de varios cines en nuestra ciudad, llegaron a Necochea varios artistas que en aquellos años ya eran populares, pero que luego se convirtieron en estrellas: Sandro, Susana Giménez, Soledad Silveyra.
Aquí Sandro filmó escenas de su película «Gitano» y Susana Giménez protagonizó «Los Mochileros» con Ricardo Bauleo y Víctor Bo.
Al final de la década del 70, convulsionada por la política, el autoritarismo y el terror, Necochea vivió algunos de sus años más exitosos en materia turística. En aquellos años los teatros necochenses tuvieron sobre sus escenarios a artistas de la talla de Luis Sandrini, Raúl Rossi e Irma Roy.
Moria Casán, Luis Landriscina, Delfor Medina, Palito Ortega, Juan Carlos Thorry, Juan José Camero, Susú Pecoraro, Alberto Martín, José «Pepitito» Marrone, Pepe Soriano y Pedro Quartucci, fueron algunos de los nombres que se pudieron ver en las carteleras de aquella década.
¿Qué me hiciste, Ramón?
Uno de los títulos de la tapa de Ecos Diarios del 29 de enero de 1980 decía: «Palito y don Luis» y era ilustrado por una fotografía en la que se veía a Luis Sandrini y a Palito Ortega junto al cronista del diario.
La nota se había realizado el día anterior en la casa que don Luis ocupaba desde hacía más de un mes en nuestra ciudad. Es que el famoso cantante y productor cinematográfico había decidido viajar desde Mar del Plata para hablar con su amigo y proponerle actuar en una de sus películas.
La visita de Palito no sólo fue advertida por los periodistas del diario, varios curiosos se colaron en la casa del actor, por lo que en determinado momento don Luis le recriminó al cantante: «¡¿Qué me hiciste, Ramón?! ¡Me llenaste la casa de gente!».
El cariño de Sandrini por Necochea fue tal que nadie dudó en ponerle su nombre al Teatro Municipal.
Otro actor que siempre que pudo volvió a Necochea, fue Darío Vittori, quien también inició su romance con la ciudad en los 80.
En una entrevista concedida a Ecos Diarios en enero del 80 aseguraba que había llegado a Necochea para escapar de Mar del Plata, donde debía hacer dos funciones por día, muchas veces en teatros «que no ofrecen ningún confort ni para el público ni para los actores».
«Me ofrecieron venir a trabajar a Necochea, a un teatro que es auténticamente un teatro, donde hay altura, aire y ventilación», decía Vittori, que era acompañado en esa nueva aventura teatral por Julia Sandoval, Jorge Bellizi y una juvenil y bellísima Cristina Alberó.
Ateos, curas y revolucionarios
Antes de que su rostro se convirtiera en un ícono del marketing revolucionario, Ernesto Guevara pasó por Necochea junto a su amigo Alberto Granados en un viaje iniciatico que lo llevó hasta Centroamérica.
A fines de 1951 habían partido en moto desde la Capital Federal y en enero de 1952 estuvieron tres días en Necochea antes de seguir rumbo al sur y luego a Chile.
En su libro “Diario de Motocicleta. Notas de un viaje por América Latina”, el Che escribió: “Nuestra próxima etapa era Necochea, donde ejercía su profesión un antiguo compañero de Alberto, etapa que hicimos fácilmente en una mañana llegando justo a la hora de los «bifes» y recibiendo una cordial bienvenida del colega y no tan cordial de la mujer que encontró un peligro en nuestra bohemia sin excusas”.
En las antípodas de Guevara, otro personaje que intentó hacer una revolución y que estuvo en Necochea fue el sacerdote tercermundista Carlos Mugica. Fue en enero de 1972 y en una entrevista con Ecos Diarios el cura hablaba sobre la Iglesia, la violencia y el peronismo, entre otros temas.
“Ayudar al hombre a crecer como tal, ayudarlo a politizarse es anunciarle a Cristo, porque ha iniciado su liberación, como hombre o como pueblo. La Iglesia está experimentando una evolución nacida en el sentimiento de culpa de muchos sacerdotes que se identificaron con la oligarquía”, señalaba Mugica.
A fines de 1973, cuando criticó abiertamente a los montoneros, Mugica ganó muchos enemigos. Recibió críticas de distintos sectores, amenazas y varios intentos de homicidio.
El día sábado 11 de mayo de 1974, a las 20.15, fue asesinado cuando salía de la iglesia de San Francisco Solano, en el barrio de Mataderos.///