Lo dejaron atado en medio de la inundación, pero un héroe apareció
Mientras una intensa tormenta castigaba a buena parte de la provincia de Buenos Aires, la semana pasada un hecho conmovedor tuvo lugar en Quilmes: un perro fue rescatado de una casa inundada, donde había sido atado y abandonado en el patio, sin posibilidad de escapar mientras el agua seguía subiendo.
El caso llegó a través de un mensaje a Daniel Coronel, un rescatista independiente de animales, que se encontraba lejos del lugar y sin recursos para trasladarse. Sin embargo, no dudó en actuar.
“Eso son solo excusas, soy una persona decidida”, escribió Daniel en sus redes sociales. “Me levanté y vi inundados por todos lados. Tenía la intención de ir a Zárate a ayudar, pero hubo un caso más urgente: ese perrito que esperaba por mí”.
Junto a Norma, una vecina que lo acompañó en el operativo improvisado, se dirigieron al lugar pese a las advertencias de que la zona estaba completamente anegada. “Cuando llego, el panorama era peor de lo que esperaba. El agua llegaba a la cintura y en algunos lugares, al cuello”, relató.
La escena fue compleja. Daniel se encontró con un arroyo desbordado y calles convertidas en ríos. Para poder avanzar, alquiló un bote a un grupo de jóvenes que estaban en la zona. Gracias a eso, logró ingresar a la propiedad, rescatar al perro y llevarlo hasta una avenida segura.
Finalmente, el animal fue entregado a una persona de la Ciudad de Buenos Aires, que se ofreció a brindarle un nuevo hogar. Ahora, el perro tiene una segunda oportunidad.
La historia de este rescate no solo revela las duras consecuencias de las tormentas, sino también el valor de quienes deciden involucrarse. Daniel resumió su filosofía con una frase simple: “Si ven un caso de un animal, no esperen que otro haga algo. Tomen su propia iniciativa”.
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