“Lo importante es dar algo, ayudar a los demás, a quien lo necesita”
Nélida Luján. Está a cargo hace 11 años del merendero “200Sonrisas”. Su historia de vida. La importancia de transmitir buenos valores a los niños y jóvenes
Por María Cecilia Gotta
Redacción
La vida de Nélida Luján, es una historia de lucha, de constancia, de creer que puede cambiar nuestra realidad, si realmente lo deseamos. Con una infancia muy difícil, donde su hogar no fue el ideal para crecer, donde vivió distintas situaciones conflictivas, desde muy pequeña se dio cuenta que no era el ambiente que ella deseaba. Lo importante es dar algo, ayudar a los demás, a quien lo necesita, porque se lo que es tener la panza vacía, se lo que es un niño sin comida, y sin comida no tiene salud, no tiene escuela, nada”, manifestó.
Nélida nació en Claraz y a los doce años se instaló en Necochea, donde llegó para trabajar como cama adentro. “En esta ciudad formé mi familia, me casé, tuve mis hijos, nietos y un bisnieto”, detalló.
Cuando 8 años comenzó a trabajar, dado que se fue de su casa. “Un día me escapé, me fui de mi casa, porque no quería vivir más en esas condiciones, pasé hambre, frío y me llevó tiempo tomar esa decisión porque algunas situaciones, a esa edad, no las entendía, me parecían que eran normales, cotidianas, teniendo un padre alcohólico”, relató.
A pesar de su corta edad, se dio cuenta que no era un ambiente bueno para crecer y tomó la decisión de abandonar su casa y con 8 años se fue a vivir con su abuela.
“Mi abuela tenía un pequeño tambo y me levantaba con ella a las 5 de la mañana a ordeñar las vacas y recuerdo que tenía que levantar los brazos porque los recipientes tocaban el piso”, indicó.
Cuando falleció su abuela, otra vez tenía que pensar donde vivir y vino a Necochea, con la hermana de su mamá. Acá empezó a trabajar con cama adentro y de la vida fue aprendiendo muchas cosas. “Observando a la gente aprendí muchas cosas buenas, nadie me enseñó, prestaba atención de los buenos modales, de los buenos valores. Siempre quise otra cosa, formar un hogar, tener mi casa, que gracias a Dios lo logré, pero me costó mucho trabajo”, afirmó Nélida.
El estudio siempre fue importante para ella e hizo hincapié en este punto. Estudió el nivel primario en la escuela nocturna y siempre que pudo realizó todo tipo de capacitaciones.
En este sentido, este año va a cumplir una meta que tiene pendiente, que es terminar el secundario. “Este año voy a cursarlo, ya estoy bastante grande, pero quiero cumplir esta meta”, dijo y añadió “siempre me quise capacitar para que mis hijos no pasen por lo que yo pasé”.
Nélida es madre de ocho hijos, seis varones y dos mujeres. A todos les dio educación, les inculcó buenos valores, hicieron deportes, y siempre estuvo presente. “Yo vivo en un barrio complicado y estuve pendiente de ellos. Crecieron, formaron sus familias, son trabajadores y son humildes, ellos no roban, no se drogan”, puntualizó.
Solidaria
Nélida siempre pensó en ayudar a las personas y un día una amiga, Alejandra Pascale, le propuso abrir un merendero para los chicos del barrio.
Primero comenzó en la casa de una amiga y luego se trasladaron al boulevard, al aire libre, hasta que el marido de Nélida no trabajó más en su taller, y acondicionaron las instalaciones para que puedan concurrir los chicos.
Desde hace 11 años tiene el merendero “200Sonrisas. “He podido ayudar a los chicos, les festejo los cumpleaños, el día del Niño, les consigo los útiles para la escuela, todo lo hago de corazón y pidiendo ayuda”, expresó.
Hay instituciones, empresas que le traen mercadería, porque ya conocen como es, su trabajo y entrega a los demás. “Mucha gente me acompaña y tienen un corazón muy grande, todos me ayudan y es muy importante haberlo logrado”, dijo.
El año pasado, Nélida sufrió un ACV y le dejó mitad del cuerpo con dificultades. A pesar de esta situación, una vez más le puso garra, fuerza y todos los días de su vida sigue adelante.
“Le pongo ganas por mí, por mis hijos, por los chicos del merendero, igual sigo trabajando, hago el reparto de mercadería a la gente, estoy en el club Danés, hago los sándwiches daneses y trabajé en la Feria de Colectividades”, señaló.
Nélida sigue manteniendo firme su propósito, el de ayudar a los demás. “Es darle otra realidad a los chicos, hay que seguir pensando en el otro, porque ellos los necesitan”.///
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