“Lo que más me llegó fue el rock nacional”
Oscar Alberto Muttio, como su padre, es músico desde hace décadas. Hoy sigue en la Banda Municipal, a la que ingresó en 1981. Y se dedica a enseñar
Se llama igual que su padre: Oscar Alberto Muttio. Como él, también es un apasionado por la música. Pero su formación la hizo estudiando en un conservatorio y transitó su propio camino. Los Muttio, padre e hijo, compartieron un espectáculo como protagonistas, recién a partir de los últimos años, haciéndolo luego en forma reiterada en la mítica esquina porteña de San Juan y Boedo, en la que Hormero Manzi escribió el tango “Sur”, en 1948.
Allì sigue funcionando un bar y restaurante que hoy se llama, precisamente, “Esquina Homero Manzi”, a la que los Muttio acercaron músicos necochenses.
Pero antes de ello, ambos habían tenido una dilatada trayectoria en Necochea y la región, aunque el hijo siempre le aclara al padre: “El famoso sos vos”. Lo cierto es que Oscar Alberto Muttio (h), durante largos años ha abordado los más diversos géneros musicales, desde el folclore en su adolescencia hasta el tango y el jazz en su adultez. Incluso, siendo integrante de la Banda Municipal desde 1981, debe adaptarse a diferentes rubros de la música y lo hace con gusto. Pero reconoce que por lo que más se ha sentido atraído es por el rock nacional, que vincula con su juventud. Y recuerda que, siendo parte del Trío “Cherry”, llevó el rock a una iglesia desbordada de público.
Después de haber compartido espectáculos con una gran diversidad de músicos y cantantes locales, incluyendo su paso por la Jazz Brass Ensamble, hoy Muttio limita sus actuaciones a las que hace con la Banda Municipal, además de enseñar a tocar la guitarra.
- ¿Cómo se inició tu relación con la música?
- Estudiando. Tengo nueve años de estudio de guitarra clásica, que después no pude seguir. Más tarde, a través de la relación con los compañeros de colegio secundario. En aquella época nos juntábamos, empanadas de por medio, a tocar una zamba. Puedo decir, entonces, que el primer género que abordé fue el folclore. Pero casi simultáneamente arrancamos con el rock nacional.
- En tu formación, entonces, no tuviste influencia de tu padre, que tiene tu mismo nombre, está a punto de cumplir 97 años y es una figura emblemática de la música necochense…
- Emblemática e ineclipsable para mí. Siempre le digo: el famoso sos vos. Yo no podría llegar a esa categoría, porque él estuvo relacionado siempre con el tango, básicamente, también con el folclore en alguna medida. Y con la enseñanza. El tenía su trabajo particular, pero es ampliamente conocido por la música.
Mi formación fue a través del estudio en un conservatorio, con una profesora que me brindó la parte técnica y los conocimientos de lectura musical. Es lo que hasta el día de hoy sigo explotando, tanto al enseñar como cuando voy a tocar, por ejemplo, con la Banda Municipal o con la Jazz Brass Ensamble.
- ¿Cuándo te incorporaste a la Jazz Brass Ensamble?
- A finales de 1981, el mismo año en que ingresé a la Banda Municipal. En la Jazz Brass Ensamble conocí al maestro José María Antenucci, quien estaba tratando de formar el grupo. Hicimos la primera temporada de verano en 1982 en el Teatro Nihuil, presentándonos dos veces por semana. Fue un buen inicio.
- Después, y durante muchos años, lo hicieron en el Hotel Presidente teniendo como maestro de ceremonias a Oscar Geis, un apasionado y gran conocedor del jazz…
- Geis le dio un gran impulso a la banda, contribuyó a que nos organizáramos, aportaba su presencia y conducía el espectáculo que ofrecíamos. Lo hicimos durante muchos años.
- Poco antes habías ingresado a la Banda Municipal…
- Si. Yo venía de Mar del Plata, donde estuve estudiando, de manera que fue ahí donde conocí a gente que tocaba instrumentos de viento, fundamentalmente al maestro Antenucci. Para que ello ocurriera fue muy importante Carlos Gesualdi, el padre de Juan Carlos, ambos formadores de músicos. Fue “Carlino” quien me propuso para sumarme a la Banda Municipal
- Allí te encontraste con Carlos Burached…
- Con el Turco ya nos conocíamos, porque ya habíamos compartido grupos, en una época en la que había bailes con música en vivo. Compartimos cosas juntos y seguimos haciéndolo en la Banda Municipal hasta hoy.
- ¿Qué fue el Trío Cherry?
- Lo integrábamos Sergio Crotti, Adolfo Matar y yo. Fue el primer grupo de rock que hizo un espectáculo en el atrio de una iglesia. Fue en la de los Padres Capuchinos. Habíamos tocado antes en varios lugares, incluyendo la plaza de villa balnearia y el Anfiteatro del Parque Lillo. Ese mismo espectáculo lo brindamos en la iglesia, que estuvo totalmente colmada.
- También formaste parte de un espectáculo que tuvo mucho éxito, como fue “Patio de tango”
- De un éxito muy prolongado, diría yo. Nos dirigía el maestro Roberto Dabadíe. Estaba Orlando Dibelo, un bandoneonista tremendo que actualmente está en España. Fue un show que se mantuvo muchos años, con la participación de muchos músicos y cantantes. Patricia Panscin, entre otros. El organizador y presentador era Jorge Castro.
- Te hemos visto también en un espectáculo musical y teatral, como fue “Memorias de un linyera”, protagonizado por Pablo Casado.
- Aquel fue un espectáculo interesante porque teníamos siete músicos en escena. Rodolfo López era el cantante. El director era el bandoneonista Alberto De Pietro En la obra, los músicos éramos los fantasmas que el linyera iba recordando y hablaba con algunos de nosotros.
- ¿Aquellos fueron tus primeros contactos directos con el tango?
- Como intérprete de guitarra, sí. A pesar de que mi padre estuvo toda la vida con el tango. Pero fuimos por caminos diferentes. Yo de él aprendí todo lo que es acompañamiento. Pero no nos habíamos juntado casi nunca, salvo esporádicas ocasiones. Hasta que, por distintas circunstancias, terminamos haciéndolo en “Homero Manzi”, el reducto tanguero ubicado en la esquina de San Juan y Boedo, en Buenos Aires. De la nada, pasamos a tocar juntos en uno de los lugares más emblemáticos del tango. Puedo decir que fue la primera vez que toqué en serio con papá, ya siendo grande él.
- Y de allí en más seguiste ligado al tango…
- Medio como que no pude despegarme. Se fueron dando las cosas y me fui contactando con otros músicos del género…
- Armando Di Caro, entre otros…
- Con Armando hemos compartido muchos escenarios, ya desde la época de los bailes. Luego, obviamente, a partir del tango, ya que él tiene una formación tanguera heredada de su padre, que era bandoneonista. Ahora estamos en un impasse, pero no quiere decir que mañana no volvamos a juntarnos.
- También acompañaste a Gabriel Cárdenas…
- Sí. El, como su padre, reconocido cantante, interpretaba tangos y yo lo acompañaba con la guitarra. Fue Gabriel, precisamente, quien nos hizo el contacto para presentarnos en la esquina Homero Manzi. Una vez allí conocimos al dueño, Eulogio Pérez, entablamos una relación y actuamos durante mucho tiempo.
- ¿En la actualidad cuál es tu actividad musical?
- Hoy está resumida pura y exclusivamente a la Banda Municipal. La Jazz Brass Ensamble ya la había dejado antes que falleciera el maestro Antenucci. Y la banda hoy está conformada por pibes de otras generaciones, cosa que por suerte sucedió. No creía que iba a ocurrir.
- ¿Qué significa para vos integrar la Banda Municipal desde hace tanto tiempo?
- Es interesante. Recuerdo que fui a verla al acto por el centenario de la ciudad, en 1981 y después pasé a ser parte de ella, gracias a “Carlino” Gesualdi. Desde entonces formé parte de las dos etapas que tuvo la banda, la primera en la época de Alberto Percario en la intendencia y la segunda durante la gestión del intendente Daniel Molina. Y sigo hasta ahora…
- ¿Tenés preferencia por algún género musical en particular?
- En general me gusta todo. Pero una de las cosas que más me llegó, por la época en la que lo hicimos, fue aquella etapa del rock nacional. Yo no me pude prolongar en el tiempo como lo han hecho Adolfo Matar y Sergio Crotti. A veces los miro y les digo: ustedes están igual que cuando tocábamos hace 40 años.
- Hasta el mismo look conservan…
- Exactamente… lo corroboran las fotografías de aquel Trío Cherry. Lo cierto es que, sin desvalorizar los otros géneros, el rock fue lo que más me atrajo. Pero estando en una agrupación tan abierta como es la Banda Municipal, tenemos que involucrarnos en todos los géneros, abordando no sólo música nacional, sino también internacional. Se hace de todo.
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