Los 169 años de Quequén
Por estos días, con final de fiesta previsto para hoy, la pujante localidad de Quequén viene celebrando su 169º aniversario, un acontecimiento que cada año llama a la reflexión y valoración de lo logrado, a lo largo de su rica historia y lo mucho que resta por hacer.
El sello distintivo de Quequén ha sido la pasión y compromiso de muchos de sus pobladores, que integrando históricas entidades, como la Unión Vecinal de Fomento, han conseguido apuntalar la idiosincrasia quequenense.
Junto a esta presencia social siempre ha existido la intención autonomista de un sector de su población. Una llama que se ha mantenido en el tiempo, con mayor o menor intensidad.
Pero más allá de estas actividades dirigenciales o políticas, Quequén ha sabido de un desarrollo a los tropiezos, postergado por años como si fuera el “patio de atrás” de Necochea, pero que en los últimos tiempos ha cobrado impulso a través de las decisiones del actual gobierno municipal.
Obras de cloacas, agua e iluminación y el constante adecuamiento de las calles de tierra han mejorado una realidad de carencias de servicios, aunque aún hay mucho por hace en este sentido.
También es cierto, por características históricas, la conformación poblacional de franjas humildes que tiene Quequjén, en las cuales la posibilidad de acceder a un trabajo no existe. Y eso se trasunta, por caso, en el bajo aporte que surge de la ciudad en materia tributaria.
Otro aspecto que alegra y da pautas de un futuro venturoso, es la evolución habitacional y en materia de complejos gastronómicos y turísticos que ha tenido en lo que se puede considerar el frente turístico de la localidad. De esta manera se ha retomado el perfil que en el siglo pasado tuviera Quequén como imán turístico.
En su ADN Quequén también conjuga el poder económico que irradia el Puerto y las plantas cerealeras bajo su influjo, aunque muchos entiendan que ese caudal aún no ha derramado debidamente en la infraestructura de esa ciudad, sobre todo para optimiza el estado de sus calles, que sufren el impacto de los camiones ligados a la actividad portuaria.
Más allá de los progresos, cuestionamientos, demandas históricas y necesidades, Quequénha cumplido 169 años y aún hay mucho por escribirse en su rica historia.