Los autos a hidrógeno son hoy la novedad de la industria, pero un necochense creó uno hace 24 años
El prototipo se puso en marcha en abril de 1997, ideado por Juan Carlos Bolcich. Hoy Toyota apuesta a esta tecnología
“Yo era el loco Bolcich”, dice Juan Carlos, haciendo referencia a las ideas que ya tenía entre las décadas del ’80 y el ’90, mientras trabajaba en un prototipo de vehículo que no necesitara de combustibles fósiles para funcionar, sino que lo hiciera 100% a hidrógeno. Hoy, grandes empresas de la industria automotriz empiezan a pensar que este sistema puede ser el futuro, incluso más que los autos eléctricos.
La realidad es que el mundo apunta a que, en un futuro más cercano que lejano, el grueso de los coches que se venderán estarán impulsados por un motor que no contamine. De hecho, en el Reino Unido ya se planea prohibir los vehículos a nafta y gasoil para 2030.
Respecto a los avances en el uso de hidrógeno para suplantar los combustibles tradicionales, en la última década Toyota lleva apostando muy fuerte por esta tecnología como opción de futuro para la movilidad. Una apuesta que en 2014 llegó a las calles con el Toyota Mirai y que a finales de 2020 tuvo la segunda generación de este modelo, que desde este año ya está a la venta en varios países.
Los motores a hidrógeno, ofrecen el mismo buen nivel de torque inmediato de los autos de batería pero sin el peso de una mega batería, mejorando con eso la dinámica conductiva. Además, al tener un tanque de hidrógeno, los rangos de autonomía son mucho mayores que el de cualquier auto eléctrico convencional. Y por si fuera poco, los procesos de carga del estanque demoran entre tres y cinco minutos, similar a lo que demora llenar el tanque de nafta.
Pionero
Sin embargo, todo esto tuvo hace más de 20 años un aporte de la mano de un necochense. Ecos Diarios publicaba en los primeros días de abril de 1997 que “fue presentado en sociedad el primer vehículo prototipo de América latina, adaptado para funcionar con hidrógeno”. Un Renault 9.
Aquel acto se hizo en las instalaciones de la Usina Popular Cooperativa, donde disertó el creador del auto, el necochense Juan Carlos Bolcich, y el cubano Enrique Fernández Navarro, que también había trabajado en Necochea en la puesta en marcha del vehículo. Aquel día se explicó el proceso de creación de este motor adaptado y luego el auto recorrió las calles de la ciudad, escoltado por las autoridades e invitados. Ya en aquel entonces, Bolcich afirmó que “el hidrógeno es el combustible del futuro”, teoría que a sus 73 años sigue sosteniendo y que cada vez se acerca más a la realidad.
Desde 1995 Bolcich había sido asesor de un polémico proyecto que buscaba crear un parque eólico en Necochea, junto con una planta demostrativa de los usos del hidrógeno, con apoyo de la Usina. Sin embargo, en agosto de 1999, el Concejo Deliberante de nuestra ciudad se opuso a la iniciativa y le puso freno, aunque la polémica continuó un tiempo más. En aquel entonces, Bolcich ya consideraba que esto era importante para tener una fuente limpia y renovable de energía para la generación de electricidad y de hidrógeno como combustible. El parque eólico se concretaría con otro proyecto décadas después, pero Necochea nunca fue generador de hidrógeno.
El auto
El Renault 9 que puso en marcha en el ’97 no funcionaba con pilas de combustible de hidrógeno como los nuevos motores, sino con hidrógeno inyectado directamente al motor, desde la boca del carburador.
Ya anteriormente, en 1986, había logrado poner en marcha un motor Ford V8 con hidrógeno, pero lejos estaba de ser la hazaña del Renault 9, que era funcional al 100%, gracias a una electroválvula, como las del GNC, inyectores remodelados y varias adaptaciones más.
Aquel auto lo consiguió en comodato de parte de Renault Argentina y así comenzaron a a hacer el desarrollo de los inyectores, junto al cubano Fernández Navarro y con ayuda de Alan Orse y Gustavo Wimann. Todo esto fue un trabajo que iba entre Bariloche y Necochea.
Cuando se puso en la ruta, el auto llegó a tocar los 110 kilómetros por hora pero su destino final ser desarmado para usar los inyectores en otros proyectos como el de grupos electrógenos chicos, que puedan funcionar con hidrógeno también.
Sobre Juan Carlos
Juan Carlos Bolcich nació el 28 de agosto de 1947 en Necochea y en 1969 se mudó Bariloche, aunque nunca dejó de visitar y pasar tiempo en su ciudad natal. “Hacia el 20 de julio pienso ir y quedarme allá un par de semanas”, contó a Ecos Diarios.
En 1972 se recibió de licenciado en Física en el Instituto Balseiro del Centro Atómico Bariloche, y luego continuó la carrera de posgrado, para finalmente doctorarse en física de metales y materiales nucleares, en 1982.
Su inquietud por la investigación de las posibilidades que brinda el hidrógeno lo transformó en vicepresidente para Latinoamérica de la International Association for Hydrogen Energy (IAHE), desde 2012, y en presidente de la Asociación Argentina del Hidrógeno (AAH), desde 1996.