Los boliches que le marcaron el ritmo a la noche necochense en las últimas cinco décadas
Jesús López, Rimini, Loko`s, Itá, Yamó, Jet y la boite del Casino, entre otros permanecen en el recuerdo de varias generaciones
RAUL JAUREGUI
Redacción
Aunque ya no existen, en el recuerdo de varias generaciones permanecen vivas las imágenes y vivencias personales en los locales bailables, boliches o discos, según la denominación de cada época, en los que se divirtieron en las últimas cinco décadas.
Varios de esos ex reductos de la movida nocturna necochense fueron recordados en una charla plagada de anécdotas y nostalgia en la columna semanal “Archivo de Ecos Diarios”, del programa “Desde temprano”, por Ecos Radio.
En el repaso de boliches mencionados, se habló de Rimini que en las lejanas décadas del 60 y 70 montaran y llevaran adelante los hermanos Di Salvo, y que estaba ubicado en calle 81 casi 6.
Se trataba de un lugar espacioso, con mesas y reservados de muy buen gusto, donde se presentaron artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Palito Ortega y Sandro, entre otros, en pleno apogeo de sus carreras, colmando de público las instalaciones, a punto tal que era necesario cerrar el tránsito la noche de esas presentaciones.
De aquellos tiempos se mencionó durante el programa radial, que se emite de lunes a viernes de 8 a 10 por la 97.9 a Fortachos, en calle 22 entre 83 y 85, que se distinguía por tener sobre su techo un antiguo auto real con su nombre en las puertas. Un lugar al que concurrían los amantes del tango.
Los boliches Jesús López, en 79 y 8 (donde hoy existe una ferretería) y Loko`s, en 79 entre 2 y 4 (luego C Gardel); Jet (en el primer piso del emblemático edificio Royal de 2 y 85, donde actuó una noche la estadounidense Gloria Gaynor en plena fama, también fueron recordados durante la charla radial.

“Música y diseño” y “El grande de la noche”
En los 70 entre la oferta para divertirse hasta la salida del sol, dos boliches se distinguieron plenamente y hasta se montó un duelo entre gustos y preferencias: Itá y Yamó.
“Música y diseño” fue el slogan de Itá, en calle 4 entre 75 y 77. El boliche que el matrimonio integrado por Oscar y Beatriz Perazzo le regalaron a la ciudad y los turistas a mediados de los 70 y durante más de dos décadas.
Frente del local y paredes revestidas con piedras de la playa, con senderos en alto sobre pistas y reservados, lo conformaron en el sitio preferido de reconocidos artistas nacionales que venían a hacer su temporada, siendo ideal para desfiles, elecciones de reina (entre ellas la Chica Hola Verano de Ecos Diarios), y actuaciones de cómicos como José Luis Gioia, Hugo Varela, Paolo el rockero o Raúl Portal.
Los Perazzo, que eran grandes anfitriones, en los 80 también explotaron la boite del casino, que marcó los veranos frente a mar y que más adelante se denominó Boxer.
Por aquellos años y heredando la mística de su antecesor, UFA, irrumpió la sede necochense de la cadena de boliches Yamó, en 85 entre 6 y 8, que bajo el slogan de “El Grande de la noche” marcó una identificación propia.
Piso de pana, paredes con espejos, el personal vestido de smoking y una chequera que se entregaba al ingresar, para marcar los tragos que se consumían fueron algunos rasgos de este simbólico lugar que perduró hasta fines de los 90.
Comandado por Alberto Benavente, al reducto en sus brillantes noches en los primeros tiempos no se dejaba entrar con zapatillas.

El encanto de otros boliches
Tratando de abarcar los reductos que no se olvidan, en “Desde temprano” también se citó a Tupak, luego El sótano, en 85 casi 4; Mostaza a metros de allí; Four Street en 4 casi 85; La Ñusta en 6 y 77; más acá en los años, década del 90- 2000 los innovadores paradores Wayne (su estructura fue devorada por las llamas durante un incendio) y La Frontera (en 2 y 71), frente al mar; Ozono y Sabor Caribe (en 2 y 87, hoy sede de Turismo con el desembarco de la música de salsas y bachatas) y Down Street (en 85 entre 2, donde antiguamente existiera el Cine Gran Playa), Face (en 85 entre 6 y 8); el Mirador (en 2 y 79) y Casting Road (87 casi 4), entre otros.

Los lentos y protagonistas de la noche
La desaparecida música lenta, que marcaba la noche y que “sellara” la constitución de muchas parejas; los cambios de horario en la concurrencia a los boliches; en la vestimenta de la gente y sus gustos en el consumo de bebidas –del reinado del whisky al de Fernet y la cerveza- también fueron tratados en la columna radial de Ecos Radio.
En el final se mencionó a algunas personas que, cada uno en su función, también fueron protagonistas de la noche local: entre los disc jockey Germán Moras, Mario Gramigna, Gonzalo Irazoqui, Caito Monclus, Neri Díaz, Sandro Gallinotti, Chocha Calzada y Laucha Bassi , entre otros; como porteros o encargados de los boliches Tito Volpe, Roberto “Pelado” Lamas, el Vasco Larragneguy, Pelayo; y mozos como Anselmo, Ariel Ruiz, entre otros.
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