Los guardavidas concretaron más de 3.000 rescates en la temporada
Se cerró ayer la intensa labor de los custodios en la playa, el río Quequén y demás lugares costeros. El balance fue favorable, sin que se produjeran fallecimientos de bañistas
“Tuvimos una temporada intensa y con más de 3.000 rescates en las playas de Necochea, Quequén y otros lugares donde también hubo puestos de guardavidas como el paraje Las Cascadas, cerca del Puente Dardo Rocha, Puente Blanco y balneario Los Angeles y Costa Bonita”, expresó Pablo Suárez.
El titular de la Asociación de Guardavidas de Necochea-Quequén reconoció que “a diferencia de veranos anteriores, se concretó un mayor número de salvatajes en general y esto tuvo relación con la masiva afluencia de turistas que eligieron la ciudad para disfrutar de las playas, especialmente, durante enero, donde acompañó la meteorología”.
Suárez conversó con Ecos Diarios y aseguró que “por fortuna, hemos tenido una temporada estival más sin víctimas fatales y ya llevamos cerca de 15 años sin fallecidos, producto de ahogamiento”.
La última persona que murió en una circunstancia de esta naturaleza fue una señora de San Juan que integraba un contingente de turistas. El deceso se produjo en un sector donde no había cobertura de guardavidas en ese momento, en lo que sería tácitamente la continuidad de la calle 69.
Nuevos puestos
Por su parte, el titular de la mencionada entidad gremial, reconoció que “en el sector de bajada de vehículos a la arena, también se concretaron varias intervenciones de los guardavidas en el mar y confirmó la necesidad de contar con coberturas en esos sitios”.
Concretamente, ocurrió entre el parador gastronómico Karamawi y los campings de organizaciones sindicales, donde se instalaron tres puestos de bañeros durante la reciente temporada, con 300 metros de distancia de uno a otro.
“Estos últimos años se amplió la cobertura de seguridad de playas y hay que tener en cuenta que hay lugares que antes parecían de difícil acceso para la gente y hoy no lo son, por eso que consideramos que se deben instalar más puestos porque la misma presencia de gente lo exige”, explicó Pablo Suárez.
Señaló que “existe una riqueza natural muy bella en Necochea, con más de 50 kilómetros de playa y se hace necesario contar con la cobertura pertinente por la extensión del frente costero”.
La institución sindical que nuclea a los guardavidas considera necesario mantener los puestos actuales y analizar la posibilidad de colocar algunos más a partir de la próxima temporada.
Elementos de trabajo
Hay sitios muy concurridos por turistas y residentes que obligan a contar con seguridad en las playas, como el sector comprendido entre “el caño” y las instalaciones del camping privado y los alrededores.
Sobre los implementos necesarios para desenvolver correctamente la actividad, el presidente de la Asociación de Guardavidas de Necochea-Quequén, manifestó que “comenzamos el verano con algún faltante de elementos de trabajo y de flotabilidad, pero con el correr de los días, esa situación se fue subsanando”.
Se contó también con tres camionetas distribuidas en el frente costero, dos en Necochea y otra en Quequén, que prestaron servicios a las personas rescatadas del mar, y una moto de agua disponible en la temporada.
Concluyó ayer la labor en las playas
Desde la Asociación de Guardavidas de Necochea-Quequén, que tiene como titular a Pablo Suárez, se valoró “el gran esfuerzo que hace el Departamento Ejecutivo municipal, que con buen sentido común, extendió la temporada en dos días”, hasta la jornada de ayer.
La decisión de mantener la seguridad en las playas fue en virtud de la gran afluencia de público que durante el fin de semana extra largo eligió para su descanso y recreación las ciudades de Necochea y Quequen.
Los guardavidas, a lo largo de las jornadas de sábado y domingo últimas, encomendaron a los residentes en general y visitantes, solamente ingresar al mar en aquellos lugares donde hubo cobertura.
Precisamente, en los distintos sectores del amplio frente costero se notó la presencia de personas que disfrutaron de las buenas condiciones meteorológicas en las arenas del suave declive.