Los trabajos en el puente avanzan rápido pero no hay señalización de vía alternativa
Los automovilistas que no conocen y quieren llegar a Mar del Plata no saben qué recorrido hacer. Hoy hubo un accidente
Con el factor tiempo que ha venido acompañando en las últimas jornadas, es rápido el avance de la reparación que se viene llevando a cabo en el puente del paraje Los Manantiales, que permanecerá cerrado varias semanas más, y que obliga a vehículos de todo tipo a circular por la vía alternativa de ruta 86 y avenida Jesuita Cardiel, cruzando a Quequén por los puentes Colgante y Dardo Rocha, respectivamente.
Pese a que hasta ahora no se han registrado pronunciadas anomalías, teniendo en cuenta el caudal de camiones que ahora circulan por el radio urbano, la cuestión de una señalización que sirva de guía resulta deficiente.
Para los residentes de Necochea y Quequén que pretenden pasar a Quequén, en viaje hacia las rutas 227 u 88 es fácil reconocer las alternativas cuando un acceso está cortado pero, cuando se trata de una persona que no conoce, es difícil cambiar de ruta.
Esto ocurre con el puente del paraje Los Manantiales en el que se está trabajando a buen ritmo para terminar en los plazos estipulados con la obra de reparación.
Incluso hasta la tarde de ayer se había aplicado una de las dos capas de cemento nuevas en parte de la mano que va de Necochea hacia Quequén.
Pero sería importante que, ya que se está trabajando a buena velocidad en el lugar, también se tenga en cuenta la seguridad y el informar a los conductores.

Solo tambores
Actualmente solo están los tambores cortando el tránsito en la rotonda que une la ruta 228 con la 86, sin ningún tipo de cartelería que indique una vía alternativa o al menos un banderillero que pueda indicarle al viajero que no conoce un camino diferente por los otros dos puentes.
Dado que solo hay tambores atravesados y no se sabe que más adelante hay una obra por la que está cortado completamente el tránsito, decenas de conductores se están arriesgando a diario a pasar por el costado y, al llegar al puente, deben volver.
Si bien esto es una imprudencia innecesaria, porque por algo están los tambores, al llegar a la obra no hay cintas reflectoras que se puedan ver desde lejos durante la noche o en medio de una intensa niebla como la de la madrugada de este viernes.
Así fue que un conductor de Buenos Aires, a las 8 de la mañana de ayer, terminó incrustado con su Chevrolet Astra en medio de la obra, destrozando el paragolpes y partes del frente del auto.
Visto este suceso y la posibilidad de que se repitan accidente, sería oportuno que la empresa que lleva adelante la obra, Vialidad o el municipio colocaran cuanto antes la cartelería pertinente.///