Matadero municipal: se vence la concesión y la cooperativa pide una renovación por más años
Argumentan que de otra manera no pueden hacer las inversiones que se necesitan. Abastece al 40% de las carnicerías de la ciudad
El área de Concesiones del municipio está elaborando el proyecto de ordenanza que posibilitará una nueva renovación de la explotación del matadero municipal por parte de la cooperativa “1º de diciembre”, que lo tiene a su cargo desde 1990.
Una de las modificaciones en el expediente tendría que ver con una extensión en el plazo de explotación, que viene siendo renovado cada dos años, y que la cooperativa reclama le sea ampliado, con el argumento de que la mayoría de las concesiones municipales no son por menos de diez años.
En principio se estudia elevar a cinco años el tiempo de uso, de manera que quienes explotan el matadero puedan recuperar lo que deben invertir para renovar maquinarias. “Es que las compramos con préstamos bancarios o tramitamos subsidios que nadie nos da por tan cortos periodos”, se indica desde la cooperativa.
A ello se suma que las actividades del matadero son reguladas por reparticiones gubernamentales de la Nación (Ministerio de Agroindustria) y la Provincia (Ganadería), que las renuevan anualmente siempre y cuando haya un contrato vigente.
La actual concesión se vencerá el próximo 17 de diciembre; de allí la premura para que el Concejo Deliberante trate y apruebe la renovación.
La producción actual
A diferencia de otras concesiones, históricamente la del matadero nunca ha tenido interesados y a tal fin, a principios de la década del 90 se integró dicha cooperativa, que hoy cuenta con 30 asociados. De allí en más y en las sucesivas renovaciones de las concesiones nunca su presentó otro oferente, lo que se atribuye a las altas inversiones que hay que hacer periódicamente y que los privados, a diferencia de una cooperativa de trabajo como la actual, deben lidiar con los sindicatos.
En mejores tiempos la cooperativa llegó a contar con 45 socios y de los fundadores queda uno solo (Hugo Cuello). Pero la actividad del faenado de animales sufre variaciones en el tiempo y se ha reducido.
En la actualidad se faena dos veces por semana –los martes y jueves a razón de 130 vacas en cada jornada- ; cada dos semanas se sacrifica un promedio de 15 cerdos y unas 80 ovejas por mes. Las labores son supervisadas por un veterinario, de acuerdo a lo que establece la normativa provincial.
La labor de la cooperativa consiste en prestar el servicio de faena, quedándose con las menudencias y cuero del animal, que luego comercializa. Tras la faena por exigencias sanitarias la carne debe tener 24 horas de frío, para lo cual el matadero cuenta con dos cámaras con una capacidad total para 400 medias reses.
En la actualidad, como ha sucedido históricamente, el producto que surge del matadero abastece al 40% del mercado de carnicerías, aunque desde la cooperativa se afirma que “deberíamos elevar ese porcentaje por lo menos un 20% para no tener que pasar sobresaltos”. En esto resulta determinante la alta caída caida que se ha producido en el consumo de la carne bovina.
Por cuestiones de mercado los productores también faenan animales en frigoríficos de la zona o los llevan directamente al mercado de Buenos Aires.
Cambios, por el troceo
Debido a la nueva ley del troceo de carne, que empezará a regir en 2023, el matadero deberá invertir en nuevas herramientas para hacer cortes menores y en una red de suministro de agua caliente para el sector donde se hará tal tarea. A su vez esta disposición de cortes más pequeños obligará a contar con una tercera cámara, u optar en dejar de faenar porcinos y ovinos. Se estima que toda la inversión demandará más de $10.000.000.///