Mataron a una jubilada en un robo, pero nunca fueron atrapados
Nelly Vanderschven fue quemada con agua hirviendo durante el asalto
Fue uno de los hechos más aberrantes registrados en la última década: una jubilada de 84 años fue quemada con agua hirviendo durante un robo y poco después murió. A pesar de que han transcurrido casi ocho años del hecho, el hecho parece haber caído en el olvido.
Nelly Vanderschven sufrió gravísimas quemaduras durante un asalto en su vivienda, no se ha podido identificar a los autores del violento robo y todo hace pensar que la causa será archivada, como tantas otras de homicidios impunes registrados en nuestra ciudad.
Vanderschven falleció el miércoles 30 de enero de 2013, casi dos semanas después de sufrir gravísimas quemaduras en la cocina de su casa, en la calle 62, durante un asalto.
En la madrugada del miércoles 16 de enero de ese año, Nelly se levantó a la madrugada para cocinar y en determinado momento ingresaron a la casa dos sujetos encapuchados.
“Uno de ellos me empujó con violencia hacia la cocina y una olla grande que utilizo para preparar las comidas se me vino encima con el agua caliente”, explicó la mujer a Ecos Diarios al día siguiente del robo.
A pesar de las graves quemaduras que sufrió, los delincuentes no dudaron en golpear a la jubilada para exigirle que les entregara el dinero. “Me pegaban cachetadas y yo les preguntaba si ellos no tenían madre y me contestaban que sí, pero que precisaban la plata”, dijo Vanderschven durante su internación en el hospital.
Incluso amenazaron con matar a la nieta de la jubilada de 84 años porque lloraba.
Sin pistas
Los delincuentes se llevaron 30.000 pesos y dejaron atadas a Nelly Vanderschven y a su nieta. La jubilada había sufrido graves quemaduras en medio cuerpo y tenía uno de los brazos en carne viva.
La mujer permaneció internada en el Hospital Municipal unos días, pero después fue derivada a un hospital del barrio porteño de Flores, especializado en quemaduras. Allí falleció el miércoles 30 de enero de 2013.
Semanas después, la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1, a cargo de la causa, cambió la carátula a “homicidio en ocasión de robo”.
No obstante, los escasos datos con que contaron los investigadores hicieron que los autores del robo no hayan podido ser identificados.
Lo único que queda claro es que los ladrones sabían que en la casa de Vanderschven había una importante suma de dinero.
Esto hace sospechar que alguien les informó de la existencia del dinero, ya que por las características de la vivienda de Vanderschven, es difícil que los delincuentes pudieran creer que allí había tanto dinero.
No obstante, golpearon a la víctima con insistencia para que les entregara el dinero, porque evidentemente sabían de la existencia de la plata.
Pero, a casi ocho años del homicidio, todo indicaría que la causa por la muerte de la jubilada se convertirá en otra investigación sin resultados positivos.