"Me siento orgullosa de pertenecer a la Armada”
Carolina López es parte del Servicio de Hidrografía Naval y contó su historia en el 211º aniversario de la Armada Argentina
La cabo primero Carolina López, perteneciente al Servicio de Hidrografía Naval, dialogó con Ecos Diarios, en el Día de la Armada Argentina. Su historia es la de cientos de mujeres y hombres que integran la institución, marcada por el compromiso, el esfuerzo y un fuerte sentido de pertenencia.
Con una trayectoria que inició en la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESA) en Puerto Belgrano, Carolina cursó allí dos años de formación. Luego fue destinada durante seis años al Apostadero Naval de Puerto Madryn y desde hace tres años se encuentra en el Faro de Quequén.
Carolina contó que "desde la primaria era la que siempre quería pasar a la bandera, siempre algo en los uniformes me llamaba la atención sin darme cuenta. Ahora que estoy en la institución me doy cuenta que siempre hubo algo". Su inspiración también tuvo raíces familiares: "Tengo un tío que es suboficial mayor infante, en este momento está retirado, que me tiró la idea de entrar si quería", comentó.
Sin embargo, su ingreso no fue sencillo. "Intenté, probé y me fue mal la primera vez en el 2015. Volví a mi provincia, yo soy de Paraná, Entre Ríos. Al otro año intenté de nuevo y ya me quedé, me gradué y acá estoy", expresó suboficial.

Una rutina de servicio
En el Faro Quequén, el día a día de Carolina y sus compañeros arranca temprano.
"Se cumple un horario de 7:30 a 14 horas. Un día normal, se llega a la mañana, desayunamos todos juntos, se ve que no haya novedades personales de cada uno, planificamos el día... después cada uno a sus tareas".
El trabajo abarca desde mantenimiento del predio hasta el cuidado de las balizas en las escolleras. "El faro no solo tiene el predio, sino que tiene las balizas en la escollera norte y la escollera sur, que hacen la ayuda a la navegación. Nosotros las reparamos, las pintamos, las mantenemos, les cambiamos las lámparas".
Actualmente, el equipo en el faro está compuesto por cinco personas. Un encargado y cuatro suboficiales.
Entre traslados y vocación
Los traslados dentro de la Armada responden a necesidades institucionales, pero también consideran las preferencias personales. "Todos los años llenamos una ficha que se llama ficha de ascenso. Colocamos dos opciones donde nos gustaría ser trasladados. Pero la Armada te destina donde se necesita personal", explicó.
Además, logró un cambio de destino para evitar ser destinada a un faro inhóspito. "Me habían destinado al Faro Querandí, pero pude hacer un cambio y me trasladaron acá. Hay cinco faros en Argentina que son inhóspitos, no tienen luz eléctrica ni agua potable. Se lleva generador... hay que llevar todo, no te podés olvidar nada porque cada 15 o 21 días se va el relevo", comentó López.
Cuidados físicos
Para Carolina, la vida en la Armada no es solo trabajo, es identidad. "Me encanta portar el uniforme, me hace sentir súper orgullosa”.
Además de las tareas operativas, los miembros deben cumplir con estrictos requisitos físicos y médicos. "Todos los años rendimos pruebas físicas y tenemos que tener completa y bien nuestra planilla de salud. Tres o cuatro veces que no apruebes y te dan de baja", expresó.
Esto también implica un compromiso con la alimentación y el estado corporal. "Cada uno es responsable de su peso. Te miden con un centímetro la cintura, y si te excedes te disminuye puntos. El tema de las drogas es imposible porque hacen análisis de orina, de sangre, de todo", detalló.
Por último, dejó un mensaje para quienes estén pensando en sumarse a la Armada. "Me siento orgullosa de pertenecer a la institución. Me gusta el trabajo que hago. Que los que estén pensando en ingresar, ingresen. Es lindo. Hay experiencias nuevas. Es muy lindo", concluyó.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión