Meana y su última copa
Hace 10 años se coronaba campeón sudamericano con el equipo de Bolívar
Adrian Stolarczuk
Redacción
Sumándole otra perla a su espléndido palmarés, que ya tenía entonces un par de títulos europeos, Pablo Meana se consagraba hace diez años como campeón sudamericano con el equipo de Bolívar. Terminó significando la última copa en su notable carrera internacional como jugador de vóleibol y también el cierre de una época gloriosa para “Las Águilas” que conquistarían cuatro títulos consecutivos en la Liga Argentina y cerrarían ese 2010 disputando el Mundial de Clubes en Qatar.
Aquel Campeonato Sudamericano fue histórico en muchos sentidos. Para nuestro país significó ser anfitrión después de 20 años de un certamen de estas características organizado por la Confederación Sudamericana de Voleibol, entidad a la cual ciertamente le costó darle su aval y continuidad en el calendario a esta competencia de clubes. Vale recordar que en 1998, cuando Luz y Fuerza de Necochea participó en Perú del Sudamericano, se llamó entonces Liga Profesional Sudamericana.
La competencia, en su primera fase, tuvo dos sedes: en San Juan, en el estadio Aldo Cantoni con UPCN como organizador, y en Bolívar. Sin embargo, la entidad bonaerense comandada entonces por Marcelo Tinelli se había asegurado también ser anfitrión de las semifinales y la final. Apostó por ser local y con ese empuje conquistar un trofeo que no tenía, además de obtener la clasificación como representante continental al Mundial de Clubes de la Federación Internacional, entidad que también, después de muchos años sin organizarlo, lo había incluido nuevamente en el calendario en 2009 tras 17 años.
La campaña
La fiesta en el estadio “República de Venezuela” de Bolívar comenzó el 27 de octubre de 2010 con la jornada inaugural, venciendo el anfitrión a Deportivo Colón de Paraguay por 3-0 y ya asegurándose con eso el pasaje a las semifinales. Pablo Meana era el líbero y uno de los jugadores de mayor experiencia en el plantel de Bolívar que conducía técnicamente Javier Weber. Junto al necochense había nombres de selección argentina, incluyendo al capitán Gabriel Arroyo que lo haría luego en los Juegos de Londres 2012, además del refuerzo brasileño Jean Carlo “Bada” Badalotti.
El Sudamericano contaba con ocho jugadores que habían estado meses antes en el Mundial de Italia: los brasileños Bruno Rezende, Eder y Joao Paulo (Cimed), Demián González (UPCN) y Luciano De Cecco, Lucas Ocampo, Federico Pereyra y Sebastián Solé para Bolívar. Para Meana el recuerdo del Mundial 2010 es todo dolor. No sólo por las molestias físicas que no le permitieron llegar en plenitud a pelear por un puesto en la lista final. El propio Javier Weber, su técnico en Bolívar, era el DT de la Selección que “incentivó” su regreso al combinado nacional (se había alejado en 2006) y luego lo “cortó” de la lista de lo que hubiese sido su último Mundial con la camiseta argentina.
Volviendo al “República de Venezuela”, en la segunda presentación, el elenco bonaerense superó también sin problemas a Nacional de Montevideo para llegar al partido clave de semifinales, en un duelo argentino frente a los sanjuaninos de UPCN. Más sencillo de lo esperado, Bolívar sacó pasaje a la final con un contundente triunfo por 25-22, 25-20 y 25-15. En la otra semifinal, sin equivalencias, Cimed de Brasil, que era el defensor del título, eliminó a Deportivo Colón de Paraguay por 3 a 0 con parciales de 25-14, 25-14 y 25-15.
La final
Aunque siempre se habla del “paso a paso”, la final contra los brasileños era el partido por el cuál Bolívar había trabajado en la previa. Cimed Esporte Clube era “el” rival a vencer, como todo equipo brasileño en una competencia de voley, además de llegar como campeón de la edición anterior de 2009. Y el sueño argentino se concretaría en un partido maratónico y un triunfo apretado por 3-2, con parciales de 23-25, 25-19, 26-24, 19-25 y 16-14. Cimed arrancó arriba en el tie break 4 a 0. Sin embargo Bolívar batalló para descontar poco a poco. Un error de Jardel en el servicio y dos aces de De Cecco devolvió a Bolívar a la lucha (12-12). La paridad se extendió hasta el 14 iguales hasta que Pereyra bloqueó a Joao Paulo para poner el match ball decisivo que aprovechó con un saque ganador Arroyo para el 16-14 y el delirio de todo el estadio. Allí Pablo Meana, ya con 35 años, volvía a escribir una página gloriosa para el deporte de Necochea.
Bolívar se convirtió en el primer equipo argentino en consagrarse campeón sudamericano tras 22 años. Anteriormente, bajo la organización de la Confederación Sudamericana, sólo lo habían conseguido Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires en 1974 en Santiago de Chile y Ferro Carril Oeste, en La Paz, Bolivia en 1987.
El Mundial
La frutilla del postre para Bolívar y claro para Meana, fue clasificarse y jugar el Mundial de Clubes, dos meses después. Cuando el líbero necochense fue bicampeón de Europa con el Belogorie Belgorod de Rusia, en 2003 y 2004, la Federación Internacional no organizó este torneo. Antes de su regreso en 2009, la última edición mundialista había sido en 1992. En 2010, Doha, la capital de Qatar, recibió por segundo año consecutivo a los campeones de cada continente, además de un par de invitados para poner en juego una copa en el Mundial de Clubes de la FIVB.
Siempre con Meana como líbero del equipo, Bolívar estuvo cerca de un podio histórico. En la zona derrotó al Team Paul Mitchell de Estados Unidos en su presentación, luego perdió con el campeón defensor Trentino de Italia y logró clasificar gracias a un memorable triunfo frente al Dinamo de Moscú, subcampeón europeo ese año. Sin embargo, pagó el precio del desgaste en semifinales y no pudo con el Skra Bełchatów, campeón polaco y subcampeón mundial del año anterior. En el partido por el bronce habría desilusión por perder ajustadamente 3-2 con Paykan Teherán, campeón asiático.
Siendo breves con el epílogo, al año siguiente, Pablo perdería con Bolívar la final de la Liga Argentina frente a UPCN de San Juan y, apurado por las lesiones, anunciaría su retiro como jugador profesional incluso cuando fue elegido -una vez más- como el mejor libero de la temporada. A nivel clubes en nuestro país se alejó con cinco títulos de Liga Argentina -sumando la lograda con Luz y Fuerza-, una Copa Aclav y otra consagración en el Súper 8. A nivel internacional, obtuvo tres Copas y tres Ligas en Rusia, además de las ya nombradas dos “Champions League” en Europa. Ese Sudamericano en Bolívar, hace una década, significaría el último trofeo en una carrera brillante.