Muy agradecida porque después de más de 40 años, le arreglaron la calle
Su padre le escribía cartas a los intendentes para que le dieran una solución en la cuadra de calle 47 entre 66 y 68
Después de más de 40 años, la Municipalidad cambió varias losas de pavimento de calle 47 entre 66 y 68 y extrajo un árbol añejo, frente a la casa de la vecina Alicia Santos, quien decidió hacer un agradecimiento público al gobierno municipal por haber dado solución al viejo reclamo que llevó adelante su padre.
Alicia vive en Rauch, pero desde chica vacaciona en Necochea y se queda en la casa que heredó de su familia en el barrio Norte. Cuando llegó en el mes de febrero para pasar parte del verano en la ciudad, pudo ver el pavimento nuevo y quiso agradecerlo.
En diálogo con Ecos Diarios, Alicia recordó que su papá le escribió cartas a todos los intendentes que pasaron hasta 2010 –cuando falleció- para que le arreglaran la calle, aunque con poca suerte. Ella no siguió tan fervientemente el reclamo en los últimos años, aunque cuando venía e iba a pagar las tasas siempre volvía a realizar su queja.
Este año una vecina le avisó que lo estaban arreglando y ahora lo pudo ver terminado.
La vecina, junto a su esposo Jorge Steinmann, detalló el reclamo que venía haciendo y contó algo sobre su historia y su amor por Necochea.
“No hay que perder la esperanza”
“Yo quería agradecer al intendente y a las autoridades que están en este momento porque tuvieron que pasar 42 años para que lo arreglaran”, señaló Alicia y destacó que está muy contenta, aunque advirtió que en la cuadra siguiente también hay pavimento en mal estado.
“Mi papá siempre pedía que sacaran el árbol que había en el frente de la casa porque había roto el asfalto, se juntaba mucho el agua y había olor”, explicó, destacando que los reclamos los hacía por carta, pero nunca le contestaron. Todos los veranos se ocupaba del tema hasta que falleció en 2010.
Ahora, su hija se encontró con la sorpresa de que habían cambiado varias losas de la cuadra de la calle 47 y retirado el árbol que rompía las veredas y la calle.
“Yo quiero decirle a la gente de Necochea que hay cosas que se hacen bien y que no hay que perder la esperanza cuando uno pide algo”, señaló.
Su historia
Según recordó, su padre compró la casa hace varias décadas atrás, cuando ella era chica, a dos hermanos relojeros. “Era una casa con corredor y él la adaptó y veníamos a veranear en familia, después vine con mis hijos y ahora con mis nietos”.
Si bien la mayor parte de su vida vivió en Rauch, de chica pasó por varias ciudades por el trabajo de su padre, que era comisario, pero siempre venía de vacaciones a Necochea. Además, su madre era oriunda de Juan N. Fernández.
Alicia es jubilada como directora de un jardín de infantes y preceptora de una escuela secundaria y tiene dos hijos, con quienes se turna para utilizar la casa y venir de paseo a Necochea.
Lo que más le gusta de la ciudad es “la gente y el movimiento”. “Siempre me encuentro con conocidos de Juan N. Fernández y tomamos mate, conversamos, mucho más que en Rauch”. Además, elogió la playa que, a su marido, es lo que más le gusta.
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