Ni desmesura, ni indolencia
«La virtud es el
punto medio
entre dos
vicios opuestos»
Horacio.
No es simple llegar al punto medio, más aún en situaciones de suma complejidad como lo es el estado actual de pandemia que vive nuestro país, sumado a la frágil situación económica con el estrés físico y mental que se padece haciendo difícil escapar y la incertidumbre que provoca diariamente y, a las grietas que no se pueden acortar y se prefieren profundizar, con un egoísmo político desvergonzado que incuba un cóctel explosivo en un año de mayores dificultades al anterior, porque el comienzo del Covid 19 se alentaba a una pronta solución, a decir irresponsablemente del exministro de Salud en los primeros meses del 2020. Cuando más se requiere unidad de criterio, escuchar a todos, afrontar la realidad con mesura y firmeza en decisiones, recibimos azorados de boca del presidente Alberto Fernández más confusión, un hombre que está a la vista no puede manejar su temperamental personalidad, peleándose con todo aquel que lo aplauda.
Dentro de un contexto donde el dinero brilla por su ausencia y la inflación golpea sin piedad donde la desocupación acecha y la generación de empleo privado es casi una utopía, los miembros del gabinete nacional a la mañana dicen una cosa como la titular de Salud nacional Carla Vizzotti diciendo que «el aula no es la principal fuente de contagio», hasta la tarde que llega la voz en off del Instituto Patria y se cambia todo el verso.
Necochea no escapa al actual momento, con una triste realidad a la que nos hemos referido en varias ocasiones en estas columnas. Aun con la dificultad de obtener datos concretos, con un déficit habitacional entre 4.000 y 5.000 viviendas, con una desocupación en el orden del 40 %, todas cifras estimadas, donde muchas personas si no hacen la diaria no tienen para comer. Si se ha dicho desde el Indec que, para no caer en la pobreza el grupo familiar necesita $ 52.000 cómo quedamos colocados en una ciudad donde el empleo no abunda, si hiciéramos un sondeo con rigor nos llevaríamos una ingrata sorpresa. Según hemos podido recabar ha aumentado considerablemente el requerimiento de alimentos en bolsones, con una demanda que pasó de un promedio de 5.000 antes del comienzo de la pandemia a 12.000, sumando al pedido de ropa, colchones, frazadas, leña, garrafas y otras necesidades que se suman, especialmente cuando comienzan los meses de mayor frío. A este gris panorama debemos agregarle que la temporada no aportó nada, por razones lógicas, ese sector comercial de pequeños y medianos comerciantes se vio duramente golpeado, sumado hoy con la angustia de la gastronomía y hotelería, actualmente con la “espada de Damocles” sobre la cabeza a la espera de la decisión que pueda tomar próximamente el Gobernador. Este panorama desolador es donde estamos parados hoy sin saber cómo será el mañana porque se juega visiblemente una dicotomía con mezcla de ideología política entre salud y economía algo que se debería compatibilizar encontrando ese punto medio.
Fase 4 en Necochea y definiciones día a día
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fase 4 establecida dentro de una pandemia se refiere a dirigir y coordinar actividades de contención rápida, retrasando la propagación de la enfermedad, aumentando la vigilancia y monitoreando en forma permanente las operaciones reduciendo el riesgo individual y colectivo, precisamente en esta face se encuentra nuestro distrito.
Viendo el DNU 241 publicado en la noche del jueves y, apelando al dicho popular “cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas en remojo” , va de suyo que no se aguanta otro lockout presidencial, algo que ha manifestado claramente en las últimas horas con mucha firmeza la Cámara Comercial Industrial de Necochea-Quequén y sectores gremiales, tanto empleadores y empleados enrolados en un mismo barco con la enorme necesidad de todo un arco denominado Pyme de producir diariamente para hacer frente a todos los costos, pago de impuestos y tasas municipales, créditos contraídos, personal a cargo, cargas sociales en un país que, pareciera ante la voracidad fiscal que aquí no pasa nada olvidando los grandes temas que aliviarían y traerían oxígeno a este momento asfixiante y tóxico. Si realmente se pretende atenuar el traslado del virus y que el comercio permanezca abierto, que los independientes puedan desarrollar su trabajo, que las aulas estén abiertas ya que se ha dicho hasta el cansancio que debemos privarnos de fiestas familiares numerosas, de las clandestinas, del uso de barbijo permanente, lavado de manos, alcohol en gel, cuidarnos y cuidar, sería la única forma de no retornar a fases menores, donde se coartan libertades se impida el trabajo, con todo lo que conllevan ambas cosas y sin la seguridad que se frenen los contagios.
La irritación de la gente parte cuando algunos acatan decisiones, otros se privan de muchas cosas, caso ver a sus familiares por largo tiempo y en la vereda de enfrente esta la contracara, los que no les importa nada, alejados de la convivencia y del respeto, esa desigualdad es la protesta diaria que emerge de muchos sectores de la comunidad, si se hace el esfuerzo que sea de todos no solamente de algunos. Es evidente que hay hijos y entenados.
Vacunar y vacunar
El otro tema fundamental son las escuelas y las clases presenciales, con el cumplimiento de los protocolos correspondiente no tiene sentido la suspensión, sin educación no hay presente ni futuro, es perfectamente manejable la asistencia, más teniendo en cuenta que gran parte de los vacunados son los educadores. El Covid se combate con la más importante de las herramientas, la más grande, sin dejar de lado los que debemos hacer diariamente y se ha dicho en todos los países del mundo la vacunación.
No podemos soslayar los grandes errores del gobierno nacional en las negociaciones de las diferentes vacunas, el excesivo optimismo por la llegada de millones de dosis que no fueron tales, y hasta alguna cuestión política imperdonable que se metió en medio de la salud, los vacunados Vip y el circo montado desde la llegada de las primeras cajas de la Rusia de Putin a Ezeiza y algo que se ve hasta en los centros de vacunación. En nuestra ciudad hay una realidad concreta, faltan vacunas, las últimas 1.200 primera dosis que llegaron ya se aplicaron y una larga lista sigue en espera, y quien espera desespera.
Mientras tanto la acción política no debe detenerse, avanzar en todos los asuntos necesarios para el distrito, con un Concejo Deliberante (voto unánime) determinando la sesión permanente, cada funcionario compenetrado en su labor, oficialismo y oposición acordando en lo prioritario, la pandemia obliga a cambios en nuestra vida diaria, lo que no debe dejar lugar a la falta de esperanza y trabajo, esa motivación que necesitamos más aún en tiempos de serias dificultades.
Hay pendiente una moratoria que seguramente será aplicada en breve tiempo, la anterior consolidó deudas más de lo pensado, en un año complejo por lo electoral, que siempre resiente diálogos y acrecienta diferencias de posicionamiento, todavía indefinido en cuanto a su forma y fechas está a la vuelta de la esquina, esto no debe dejar la búsqueda de consensos, para no mezclar el momento actual con crisis emocional.
No sabemos con certeza cómo será el día de mañana, los ciclos lectivos, la movilidad social, si todo se profundiza o se acerca a la normalidad aun así, no debemos negar la realidad pero, colocarle siempre un manto de ilusión, la esperanza es aquello que nos mantiene conectados a la vida.
La humanidad ha sufrido innumerables pestes y guerras desbastadoras como la Segunda Mundial y siempre ha surgido desde las cenizas como el ave Fénix.