No dejen que el árbol les tape el bosque
En política es importante que el árbol no tape el bosque. Momento para dar un paso atrás y ver lo hecho, autocrítica por medio o elevarnos lo suficiente para ver el bosque completo, no solamente el árbol, que suele ser versión parcial de lo integral. En nuestra vida la metáfora es parecida, cuando nos encerramos en una idea sin movernos un ápice abriendo la mente a nuevos conocimientos.
Muchos dirigentes del distrito ven el árbol, se llama cortoplacismo, si ampliáramos la vista tendríamos el bosque, por sobre el momento o sea ver más allá del hoy. Si la coincidencia es la circunstancia de unir criterios entre personas ante diferentes hechos, es posible que se puedan acercar posiciones y ponernos de acuerdo en cuestiones de Estado en aquellas que beneficien a la sociedad.
La política, ese arte de gobernar, tiene por común enfrentarnos, aunque en determinadas cuestiones no se esté lejos de transitar caminos parecidos. Es moneda constante aquello de nunca parecer iguales, no apoyar una idea fructífera si no viene de nuestro grupo o partido político.
Adjudicamos los males a los otros y las bondades a los nuestros, viendo con un sólo ojo la historia, sin admitir que los enfrentamientos han sido autores de nuestros repetidos fracasos, a veces por ignorancia, impericia o exceso de soberbia.
Uno de los desafíos radica en aportar ideas en conjunto, salir del grado de retroceso en el que venimos desde hace muchos años atrás, asumiendo cada uno la responsabilidad, oficialismo y oposición en los temas a resolver sin pérdida de tiempo.
El lanzamiento de la idea del “Plan Estrategico Necochea 2030” no deberá fenecer en el intento, algo que ha sucedido en situaciones diversas, porque adolece de originalidad. Hay que dotarlo de contenido, consolidando el sosteniendo de ideas novedosas, revolucionarias y llevarlas de la teoría a la acción, sin la necesidad de fotos para la ocasión entre figuras políticas. Hay tiempo para el período de elecciones, hoy la sociedad requiere solucionar lo urgente e ir a lo prioritario, no discusiones de entrecasa que suelen ser una hermosa pérdida de tiempo, años.
¿Estamos tan lejos de acordar prioridades
«Nunca llegaremos a destino si nos paramos a tirar piedras a cada perro que ladra», solía repetir el estadista inglés Winston Churchill, cuando le hablaban de diferencias en su república.
En Necochea nos detenemos muchas veces en tirarles piedras a los perros sin ir a lo importante. La mayoría de nuestros dirigentes cuando hablan en privado o “sotto voce” tienen parecidos argumentos y modos de ver el distrito, hasta podemos sorprendernos en sus encuadres ideológicos que parecen abismales, sin embargo se acercan coincidencias en temas diversos. Algunos lo hacen por reales convicciones otros por necesidad del presente donde no pueden esquivar la realidad, saben que siguiendo haciendo lo que hasta hoy han hecho obtendrán los mismos resultados, por cierto no positivos.
La organización de una sociedad exitosa requiere de dirigentes que acumulen conocimientos y temeridad para enfrentar los desafíos actuales. Si alguien cree que poniéndose en la vereda del «no» permanente, obstruyendo decisiones de futuro, sumándose a la negatividad constante, enarbolando banderas del negacionismo, podrá convertirse en alternativa real o seductora de la sociedad, está equivocado, y si alguna vez le toca decidir los destinos de una comunidad por el voto popular, se dará cuenta que seguimos empantanados debatiendo ideologías, como si los términos derecha o izquierda sean el centro de atención, llenándonos de prejuicios tontos. El bache de la esquina, el semáforo sin funcionar, la inseguridad, lo cotidiano del vecino no tiene derecha o izquierda, solamente resultados que le mejoren la calidad de vida.
Que el 19 no nos detenga el presente
Trabajar para el 19 es una lógica de la política y nuestro distrito no es excepción, pensando en un año donde se «pone toda la carne al asador», presidente, gobernadores, legisladores, se juega el destino de los próximos años.
La UCR convocando a la unidad, el partido Fe buscando acortar la brecha diferencial interna, el Pro amenazando con lista propia, son el paisaje de Cambiemos; Unidad Ciudadana esperando que va hacer su jefa, un oficialismo sabedor que el intendente Facundo López está decidido a la búsqueda de su reelección, circulan varias encuestas que lo alientan en este avance y vecinos conducidos por el «vasco» Goicoechea, tienen decisiones en el Concejo Deliberante. Que ese árbol, llamado elecciones del año próximo, no les tape el bosque. Este es un año para hacer y decidir.
Concesiones que no pueden esperar, especialmente balnearios y complejos diversos, donde el Estado no debe admitir que un sector como Monte Pasubio, para dar un ejemplo, abone anualmente 2.800 pesos, ergo, 235 pesos mensuales de canon. Inconcebible, y así muchas más, que no es culpa del concesionario sino de un Estado ausente, pero presente en su inoperancia.
Se deberá resolver el futuro de la playa de estacionamiento de camiones, con dos propuestas, reinstaurar el restaurante y definir la instalación de un servicio de expendió de combustible solamente dentro del establecimiento, detenido el proyecto tan simplemente por el valor del pliego, una insignificancia fácil de resolver.
Vendrá el debate por intervenciones en el parque «Miguel Lillo», y aquí se deberá elevar la mira, alejarse de los extremos y avanzar con coherencia. Así se ha trabajado en la mayoría de los parques del mundo, con la particularidad que el nuestro está nada más ni nada menos, que frente al mar.
Algo requiere para discutir y resolver estos temas, alejarnos de los dogmas, apostar al «si», superar diferencias infantiles. Maravillosa frase «la gente inteligente habla de ideas, la gente común de cosas, la gente mediocre de los demás». Nuestros políticos, de qué lado se colocan. Es simple saberlo, es cuestión de tiempo. Aportan ideas y resuelven, o discuten trivialidades pasando el tiempo denostando al otro por pensar distinto.