Nocturnidad: existen las leyes, pero no se cumplen
Los menores no pueden estar en los mismos boliches que los mayores, pero en nuestra ciudad no existe una matiné para los adolescentes, por lo tanto, esto sucede. Venta de alcohol y horarios de cierre
Ya sea por falta de control o porque algunas normas son de difícil cumplimiento, lo cierto es que existen leyes que regulan la actividad de la nocturnidad que no se cumplen en un 100%, principalmente en lo que respecta a venta del alcohol, permanencia de menores en locales bailables y horarios de cierre.
Se trata de la ley provincial 14.050, conocida como “Ley de Nocturnidad”, que regula la actividad de los locales bailables o boliches, y los comercios que venden bebidas alcohólicas para ser consumidas en el lugar, tales como restaurantes, cantinas, cervecerías, cafeterías, bares, entre otros.
El control está a cargo del Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas de la provincia de Buenos Aires (REBA), dependiente del Ministerio de Seguridad bonaerense. Justamente el pasado fin de semana, estuvo en nuestra ciudad realizando controles en locales gastronómicos y boliches.
También la normativa delega en los municipios el control, por lo tanto, es la Dirección de Control urbano, el área que también puede realizar inspecciones en el marco de esta ley, aunque para hacer determinados operativos, vinculados con la minoridad, necesita el acompañamiento de Policía, fuerza que además precisa órdenes de servicio para cumplir estos controles no tradicionales, lo que significa más trámites burocráticos.
Menores
Entre los puntos de la mencionada ley que en nuestra ciudad se cumplen a medias, se puede mencionar la presencia de menores en boliches bailables.
Según establece la normativa, los menores de 14 a 17 años no pueden permanecer en forma simultánea con mayores de 18 años. Sin embargo, esto sucede. Entre los chicos, circula la versión que después de los 16 años, los dejan ingresar, pero esto no está permitido, si bien sucede y ha sucedido siempre.
Sin embargo, se da la particularidad de que en nuestra ciudad actualmente no existe ninguna “matiné”, que son locales únicamente habilitados para actividades bailables de menores, donde no venden alcohol y que suelen terminar más temprano (cerca de la medianoche), como fue 20 años atrás, Casting Junior. Por lo tanto, los adolescentes están saliendo a lugares en los que también concurren mayores, donde se vende alcohol y donde los horarios son más extensos.
En estos casos, es el boliche el que debe pedir documentos en la puerta y prohibir el paso de menores, de lo contrario le caben sanciones, multas y hasta clausuras.
Apertura y cierre
En cuanto a los horarios de apertura y cierre, también hay cuestiones que no se cumplen. La ley provincial establece que los locales bailables deben abrir sus puertas para la admisión de las personas –hablando, en este caso, de mayores de 18 años- hasta las 2 y finalizar sus actividades a las 5.30 como horario máximo. El horario de admisión no se cumple porque la gran mayoría ingresa al boliche después de las 3 de la mañana o más también; a las 2, están todos los locales vacíos. En lo que respecta al horario de cierre, en el caso de Necochea y otras ciudades balnearias, durante la temporada (1º de diciembre al 31 de marzo) tienen permitido –trámite de por medio- finalizar la actividad del local bailable a las 6.30, mientras que en invierno es a las 5.30.
Además, todos los comercios comprendidos deben interrumpir la venta de bebidas en la barra una hora antes del cierre, es decir a las 4.30, y tienen absolutamente prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Cabe aclarar que aún cerrando 6.30, como es el caso de los boliches en Necochea en verano, deben frenar la venta de alcohol a las 4.30, algo que no se cumple y que además no se controla porque es realmente difícil con los pocos inspectores que el municipio tiene en la calle.
En almacenes, hasta las 21
En dicha ley también se establecen límites horarios para la venta de alcohol en almacenes, restaurantes, pizzerías, cervecerías, bares, entre otros.
Una norma que es de difícil cumplimiento y control, es la venta de alcohol en almacenes, despensas o comercios similares. Según la ley, sólo pueden expender bebidas alcohólicas en el horario de 10 a 21. Esta norma no siempre se respeta y además es de difícil control porque para clausurar un comercio que esté vendiendo alcohol fuera del horario permitido, hay que encontrarlo “in fraganti” y tener dos testigos, por lo que no es tan fácil demostrarlo.
Además quizás la ley no es acorde a los usos y costumbres. En nuestra ciudad, por ejemplo, en pleno verano es habitual que adultos mayores salgan un sábado por la noche a hacer las comprar para cenar más allá de las 22 y, siguiendo esta normativa, no se les puede vender alcohol.
Después está por supuesto quienes no sólo venden más allá de las 22 sino que permanecen toda la noche abiertos, como sucede, en una verdulería y almacén de la calle 79. Para evitar estos abusos, desde el área de Seguridad Pública municipal se está trabajando en un proyecto de ordenanza en el que podría ponerse un horario tope de cierre para los almacenes, que podría ser a la 1 de la mañana. De esta manera, se evitaría que los comercios queden abiertos toda la noche, vendan alcohol y el trámite para clausurarlo, en caso de incumplimiento, sería más sencillo.
Para restaurantes, bares y cervecerías, se establece que la venta de alcohol para consumir en el lugar, es posible en el horario de 10 a 4.30.
Dichos comercios o locales bailables pagan una licencia para vender alcohol a REBA, que tiene un valor, de acuerdo a la categorización y horarios determinados que varían en cada caso.
Clausura para un boliche
La Municipalidad de Necochea, a través de la Dirección de Control Urbano, procedió a clausurar ayer el local nocturno de calle 85 entre 4 y 4 bis, por no contar con la documentación requerida.
Las actuaciones comenzaron de oficio a partir de un video que circuló en las redes sociales en el que se mostraba a chicas semidesnudas bailando al lado de la barra del establecimiento nocturno, aparentemente a cambio de bebidas alcohólicas.