“Nos falta desarrollar aún más el mercado laboral”
Kiti Zubillaga se refirió a la necesidad de generar oportunidades de trabajo para los más jóvenes. Elogió las características de la ciudad y consideró que los necochenses a veces somos derrotistas
Julieta Moreno
Redacción
“Se han hecho mejoras que hacía años que no se hacían, se han acondicionado espacios públicos, pero nos falta desarrollar aún más el mercado laboral”, destacó Kiti Zubillaga, sobre una de las principales problemáticas que tiene la ciudad. “No hay muchas posibilidades de trabajos en los que se pueda hacer carrera y eso nos limita”.
Cristina Inés “Kiti” Zubillaga nació en Necochea, donde vivió su infancia y adolescencia. Al terminar el secundario, se fue a vivir a La Plata para estudiar arquitectura en la universidad pública. Se recibió y luego tuvo oportunidad de trabajar en el estudio de diseño de una repartición de la Facultad. Después de ocho años, se volvió a nuestra ciudad y empezó a trabajar como arquitecta en forma privada, actividad que desarrolló durante diez años. En forma simultánea, también se dedicó a la docencia en el nivel secundario. Las crisis sucesivas del país la llevaron a aceptar otro trabajo, en este caso, en la AFJP del ex Banco Río (hoy, Santander). Finalmente, dos años después, fue incorporada como empleada al banco, dejó sus otras actividades y decidió hacer carrera dentro de la entidad financiera. Allí trabajó durante 23 años hasta que accedió al retiro voluntario y tiempo después se jubiló. Desde siempre su familia formó parte del Centro Vasco y ella continuó la tradición. Fue dantzari, directora de los cuerpos de baile, integrante de los grupos de mujeres, miembro de la comisión directiva y actualmente presidenta de la entidad desde hace cuatro años.
En diálogo con Ecos Diarios, dio su punto de vista sobre la ciudad. Mostró su preocupación sobre la seguridad y por la falta de oportunidades laborales para los jóvenes. Consideró que los necochenses, a veces, somos críticos y derrotistas y dijo que la política debe dar el puntapié inicial para que la ciudadanía acompañe. Sobre el Parque, aclaró que no está de acuerdo con hacer un loteo, pero sí con intervenciones cuidadas y transparentes diseñadas por especialistas en el tema.
El trabajo y la seguridad
“Yo amo a Necochea y me costó vivir en otro lado. Es una ciudad hermosa, tiene todo y nos tiene a los necochenses que, en algunos aspectos, somos geniales, pero también somos tremendos y muy críticos”, fue lo primero que dijo Kiti Zubillaga, al pensar en la ciudad.
“En muchos aspectos la veo mejor, más limpia. Se han hecho mejoras que hacía años que no se hacían, se han acondicionado espacios públicos, pero nos falta desarrollar aún más el mercado laboral”, señaló, haciendo referencia a uno de los temas que más le preocupan.
Mencionó la falta de industrias y agregó que “no hay muchas posibilidades de trabajos en los que se pueda hacer carrera y eso nos limita”.
Consideró que, tras la pandemia, ha crecido el número de personas que puede trabajar desde su casa y eso ha permitido que algunos jóvenes puedan volver a la ciudad. En este sentido, advirtió que “ha mejorado y hay más posibilidades que antes, pero me gustaría que hubiera muchas más”.
Otra de sus preocupaciones, es la seguridad. “Sé que es un problema de todo el país, pero me preocupa porque ha cambiado mi forma de vivir”. Contó que trata de no usar cartera y que siente una moto y se atemoriza. “Eso no lo padecíamos en Necochea”.
No obstante, más allá de los hechos delictivos que han crecido, dijo que la ciudad sigue siendo hermosa para criar hijos porque se disfruta; en un ratito estás en la playa, hay un alto nivel de conocimiento entre la gente, es muy linda Necochea y se aprovecha todo el año”.
Los políticos y los ciudadanos
Consideró que recién ahora está más prolija y cuidada y responsabilizó de esta situación sobre todo a los dirigentes políticos en general.
“La política es la que tiene que dar el puntapié y después la gente acompaña”, aseguró. En este aspecto, dijo que cuando se hacen mejoras, la gente las cuida y mencionó como ejemplo, la remodelación de la Plaza y de la avenida 2 y el cambio de luminarias.
Sin embargo, fue contundente, al decir que “no se le puede pedir a la ciudadanía cuando no recibe nada. Es muy difícil, que la gente acompañe si todo está roto, si las tasas se pagan y después nunca vuelve nada”. De todas maneras, cree que en este aspecto “hay un cambio muy importante” y recordó que “las veredas de la avenida 2 no se cambiaban desde hacía 40 años”.
Lo que sí marcó de los necochenses es que somos “derrotistas”. “Alguien hace algo y hay un grupo muy grande que critica todo lo que se haga”.
“Antes siempre decíamos que no había nada para gente de mediana edad, pero se abría algo y nadie iba. Hoy, ha cambiado porque la gente de 30 a 50 años, acompaña, pero de todas maneras somos muy críticos sobre los nuevos emprendimientos que se hacen. Es una pena porque se desalienta al que hace y propone. Igual hay otra gente que acompaña”.
Pensando más en las entidades y no tanto en el sector privado, dijo que “también hay que dar lugar al que quiere hacer” y habló de la necesidad de ser más abiertos.
Intervenciones cuidadas
Con respecto al casino, señaló que como arquitecta nunca le gustó el edificio, a excepción del auditórium y la pista de patinaje. Más allá de su gusto personal, manifestó que “es una pena perderlo”.
No tiene una postura tomada con respecto a la posibilidad de que se venda, pero reconoció que “el municipio no puede mantener ese elefante blanco”.
No obstante, remarcó que no le gustaría que se loteara porque es un espacio de todos y “si existiera una buena propuesta comunitaria, adheriría”.
“Municipalmente no se puede mantener, pero así como está es un horror”.
Sobre el parque Miguel Lillo, señaló que está a favor de que se haga alguna intervención porque no está de acuerdo en que haya hectáreas a las que no se pueda acceder, pero insistió en que “las intervenciones deben ser muy cuidadas, abiertas y transparentes”.
Elogió los emprendimientos gastronómicos que se abrieron sobre la avenida 10 porque entiende que quedaron lindos y “se ha ganado cierto espacio”.
Sin embargo, remarcó que no está de acuerdo con que se entregue un predio o parte del parque a una entidad deportiva porque quizás hay otros que a lo mejor también quieren. También mencionó que quizás se podría entregar alguna zona que no esté explotada.
“Cualquier intervención tiene que ser muy cuidada y respetuosa de los planes de ordenamiento urbano y los profesionales de la materia tendrían que poder decir qué se puede hacer y qué no en cada lugar, no dejar al empresariado libre. Es deseable que hubiera un plan porque en la Municipalidad hay personal preparado para eso”.
Se calificó como “una defensora acérrima del Estado como gestor”, aunque reconoció que “en muchos casos sirve para la corrupción, pero si vamos hablar de utopías yo prefiero pensar en un Estado eficiente que nos represente a todos, que ponga las reglas, que fomente y que controle”.
Contó que desde hace tiempo viene votando en blanco en todos los niveles y no adhiere a ninguna expresión partidaria, pese a que en sus años de estudiante universitaria militó políticamente. Reconoció que se desilusionó en su momento y se abrió. “Se puede trabajar de otra manera, participo, pero no políticamente”.
Sobre la gestión municipal actual, opinó que hay cosas que no le gustan y otras cosas que se han mejorado.
Para terminar, se mostró optimista sobre el futuro de la ciudad porque, de lo contrario, aseguró que no estaría viviendo acá.