Obregozo advierte sobre un posible “mal holandés”
Se refirió a efectos negativos que pueda generar la explotación petrolera off shore si no se toman recaudos
Hugo Obregozo consideró que no debe haber puja entre los puertos de Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata por quedarse con la prestación de servicios relacionados con la explotación petrolera “off shore” a realizarse a unos 130 kilómetros de la costa atlántica, sino que debe procurarse que ello se brinde desde esas tres estaciones marítimas bonaerenses.
El ingeniero naval y empresario, que desde julio pasado es presidente la CAPROQ (Cámara Industrial, de Producción y Servicios de Puerto Quequén), si bien manifestó que hay expectativas por el impacto que esa explotación pueda tener en la economía de la región, advirtió que debe evitarse que se genere la “fiebre de Holanda”.
¿Qué es la fiebre o la enfermedad holandesa, como se la conoce? Es el fenómeno que se produce cuando se genera una situación de bonanza, causada por un auge exportador de un recurso (en este caso sería el petróleo), en la que se desatienden otros sectores de la producción (que podría ser la agroindustria).
Obregozo se lo expresó a Axel Kicillof, el miércoles 28 de febrero en el salón de eventos Chez Guegnon, donde el gobernador, junto a funcionarios de su equipo, el intendente Arturo Rojas y la presidenta del consorcio portuario Jimena López, escuchó a empresarios y representantes de diversos sectores de la economía, la educación y la cultura local. Y lo explicó en el programa “televisivo El Ciudadano”, conducido por el periodista Hugo Möller, emitido este miércoles en el canal Somos, de Flow.
El empresario consideró “muy positivo” que el gobernador Kicillof “haya elegido a Necochea para el cierre de la temporada”, en alusión a la última de las conferencias de verano, que brindó por la tarde en el parador “La Hélice” junto al intendente Rojas y los ministros Augusto Costa y Nicolás Kreplak.
Empresariado oficialista
“No te olvides que el empresario siempre es oficialista. Más allá de nuestro corazón partidario, tenemos que ser oficialistas porque le deseamos lo mejor al gobernador”, se sinceró ante el entrevistador. Y añadió que no debe pasarse por alto el hecho de que tanto Kicillof en la Provincia, como Rojas en Necochea, fueron reelectos. A su criterio esto facilita la continuidad de proyectos a corto plazo iniciados por sectores de la economía regional o la iniciación de iniciativas presentadas.
Socio gerente del Astillero Aloncar, emplazado junto al Río Quequén, el empresario forma parte también de la industria pesquera, que desarrolló siendo más joven en Necochea, hasta que debió emigrar, primero hacia Mar del Plata y posteriormente al sur del país.
“Vengo de hacer la explotación de un recurso natural, llegando a haber 3000 trabajadores, pasando a tener 100 o ninguno. No quiero que eso vuelva a repetirse. Y creo que estamos en los umbrales de tener alguna secuela, no la pesca, sino el sector agroexportador”, deslizó, advirtiendo sobre efectos no deseados que podrían producirse a raíz de la explotación petrolera.
Lo sucedido en Países Bajos
Obregozo evaluó que el petróleo “es un recurso natural muy fuerte” y remarcó la necesidad de tener en cuenta lo sucedido en Holanda en los años 60, donde en lo que hoy se llama Países Bajos creció considerablemente el ingreso de divisas con la explotación de grandes yacimientos de gas natural, que fueran descubiertos en Slochteren, al norte de ese país europeo.
El efecto negativo fue que, al tiempo que la moneda de ese país aumentó su valor, se vio perjudicada la competitividad de las restantes exportaciones. Es lo que teme Obregozo que podría suceder, si no se toman precauciones, con respecto al petróleo en detrimento de la agroindustria.
“Cuando descubrís un recurso natural tan fuerte, éste desplaza al resto y en vez de generar prosperidad, provoca miseria. Eso es lo que pasó en Holanda y sería muy triste que nos ocurriera eso”, añadió.
En tal sentido, trazó un paralelo con lo que ocurrió con la pesca en la región, años atrás, siendo totalmente desplazada por la agroindustria. “A partir de la genética, en vez de producir 2.500 kilos por hectárea, se fue pasando a 7000 o 8000. La producción agraria creció exponencialmente y desplazó a la pesca. Y el puerto local pasó de exportar 1,5 millones de toneladas a las siete de hoy en día. No es algo que se hace voluntariamente: son los mercados los que actúan”, explicó.
Obregozo subrayó que “el gobernador tiene que tener la visión de que no debe haber pelea entre estos tres puertos bonaerenses” por beneficiarse con la prestación de servicios para la explotación off shore. Y recalcó que tenga en cuenta, también, que “el yacimiento de hidrocarburos esté al servicio de la comunidad y no la comunidad al servicio de los hidrocarburos”.
Acompañamiento del Estado
El acompañamiento del Estado a la producción no necesariamente debe ser a través del otorgamiento de beneficios o la aplicación de medidas económicas concretas. A veces basta con el respaldo de un gobernante al empresariado. Así lo considera Hugo Obregozo, dando cuenta de su experiencia personal.
“Cuando Arturo (Rojas) pasó dos veces por el astillero y me encontró un poco bajoneado por no poder concretar el anhelo de recuperar la pesca, él me dio palabras de aliento. Su palabra obliga a seguir luchando. Psicológicamente ayuda mucho cuando te sentís contenido”, reveló el empresario.
Por eso es que tiene el convencimiento de que “el gobierno tiene que acompañar, no con subsidios, nada de eso: simplemente con una palmada en la espalda”, concluyó.
La experiencia personal
El profesional, que estudió el fenómeno conocido también como “mal holandés”, no olvida su experiencia personal, siendo empresario de la pesca.
“Estaba en una actividad en la que había 40 barcos y 3000 personas trabajando, pero un día tuve que arrancar la camioneta y salir para Mar del Plata. No es que me la contaron: la viví”.
Más allá de haber reactivado y hecho crecer el astillero junto a sus dos socios, ha venido apostando por la recuperación de la pesca en Necochea. Pero ello no ha ocurrido.
“Muchos me dicen que no me preocupe por la pesca, si con el astillero tendremos trabajo, pero esto que expreso es una perspectiva como ciudadano, creo que hay que tener una visión comunitaria”, agregó el empresario.
Esto último, precisamente, es lo que se pretende desde la CAPROQ. “Tratamos de interactuar entre todos y mirar las posibilidades que tiene la comunidad”, sostuvo.
La función de presidente de esta cámara lo obligó a abandonar su hasta ahora habitual bajo perfil. “Hay que tener cierto protagonismo”, expreso resignado y sonriente, señalando su respeto por las autoridades de los diferentes ámbitos.
“No soy crítico de los funcionarios, porque no es fácil gobernar. Si yo, con un astillero en el que trabajan 100 personas, no consigo gente para trabajar, imagínense lo que es conducir un municipio, una provincia o país. Esto no quita que sea crítico cuando tenga un dato sobre un hecho de corrupción. Como decía (René) Favaloro, la crisis (del país) no es política, sino moral”, indicó.
Desde la CAPROQ, subrayó, están procurando que cada integrante se involucre en temas puntuales de los que cada uno conoce. A lo que se apunta es a “poner en valor que la comunidad va a salir adelante con desarrollo económico, con desarrollo industrial” , poniendo énfasis en potenciar los recursos con que cuenta el distrito.
Obregozo está convencido de que “es el trabajo lo que dignifica a las personas y es lo que nos va a sacar adelante”, teniendo claro también que “no lo va a hacer un Estado que sea contenedor y empleador a la vez”. Su opinión es que “el Estado tiene que hacer de árbitro” entre los diferentes sectores de la economía, procurando fomentar la generación de fuentes de trabajo.
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