Ocho años de la fuga de un imputado por homicidio culposo
Hace ocho años, a fines de octubre de 2016, se conoció la decisión de la Justicia de otorgarle el beneficio de arresto domiciliario con salidas laborales a un hombre que está acusado de atropellar y matar a un motociclista cuando conducía alcoholizado.
La decisión judicial provocó indignación en la familia de Darío Ezequiel Burgos, el joven de 27 años que fue atropellado el 22 de diciembre de 2015 en el Puente Dardo Rocha.
Y también fue lo que permitió que unos meses después Cristino Peralta Gómez huyera sin dejar ningún rastro.
La última vez que se vio a Peralta Gómez fue en junio de 2017, cuando fue a firmar la documentación de control de su arresto domiciliario.
Desde entonces, el individuo permanece prófugo, aunque tiene un pedido de captura nacional e internacional.
“Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”, rezaba la leyenda de un cartel que se exhibió hace ya unos años frente al edificio judicial de calles 87 y 6, en la Villa Díaz.
El siniestro vial que terminó en tragedia se produjo el 22 de diciembre de 2015, en el acceso al Puente Dardo Rocha, del lado de Necochea, y el caso todavía sigue abierto porque el acusado de “homicidio culposo agravado” sigue prófugo de la Justicia y de la Policía.
Lo cierto y concreto es que Cristino Peralta Gómez, nativo de Paraguay, imputado del citado delito, huyó mientras se encontraba con el beneficio del arresto domiciliario otorgado por el mismo tribunal que debía juzgarlo.
Ni el personal policial de nuestro país ni Interpol han podido hasta ahora atrapar al individuo que debió ser juzgado a partir de ese 30 de junio de 2017, cuando los familiares de la víctima –inútilmente- esperaban el comienzo del debate oral.
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