Ocio y diversión
Por diversas cuestiones, acentuadas tras la pandemia, un sector de la sociedad local que dispone de un “dinero extra” a los gastos que le demandan la vida diaria, se ha volcado a las salidas gastronómicas y acude en un muy buen número a los espectáculos que en esta época invernal han recuperado su ritmo respecto a años anteriores.
Quien realice una recorrida nocturna durante una jornada laboral es probable que se sorprenda con el buen número de comensales que se observan en restaurantes de la zona céntrica.
En tanto los productores de espectáculos con artistas de reconocimiento nacional dan cuenta en varios casos del lleno de público de las salas y en algunos casos con el agotamiento de las entradas desde varios días previos. Un caso particular en este sentido fue la presentación del mediático psicólogo y escritor Gabriel Rolón, que motivó que en el Cine Teatro París luciera a pleno, incluyendo a los palcos colmados de público.
Las vicisitudes de la economía, con la inflación como estandarte, obran plenamente en las decisiones a la hora de elegir los gastos, aunque es visible la necesidad de la gente de salir a distraerse y divertirse.
Más allá de quienes pueden acceder a este tipo de gustos y para los que no disponen de ingresos que lo permitan, un aspecto que se afirmó a partir de la pandemia y el confinamiento que comprendió, es el de las salidas a caminar o andar en bicicleta, sobre todo a partir de la construcción de la bicisenda de la avenida 10.
Motivo de análisis para algún sociólogo o psicólogo, está claro que más allá de los cambios sociales y de la impronta de las nuevas generaciones, a partir de la pandemia que cambió la vida en el mundo, muchos se convencieron que “hay que vivir la vida”. Y para ello hay que salir del hogar.///
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