Otra mirada sobre el problema de la basura
La inclusión de cooperativas, cartoneros y otros actores vinculados a la recuperación de material reciclable, podría ser importante para avanzar hacia las políticas que el municipio necesita respecto a la disposición final de residuos
“Es una expresión de deseo”. La frase se refiere a la normativa local para llevar adelante la separación de residuos sólidos mientras se espera la construcción de una planta de reciclado.
Esta semana en el Día Mundial del Reciclado, la cooperativa Necochea Sustentable volvió a reclamar la habilitación de puntos limpios para que la gente que hace separación en origen y pueda depositar allí los residuos.
El proyecto del grupo es similar al que se ha implementado con éxito en otros distritos de la provincia de Buenos Aires.
En Tandil existe un programa de reciclado que se llama «Tandil Recicla» que tiene como objetivo la separación de residuos en origen y la recuperación de materiales reciclables. Este programa es llevado adelante por la Municipalidad de Tandil y cuenta con la participación de cooperativas de recuperadores urbanos que se encargan de la recolección y clasificación de los residuos.
En Mar del Plata hay varias cooperativas de reciclado. Algunas de ellas son: Cooperativa Verde Esperanza, Cooperativa de Recicladorxs Urbanxs Marplatenses (RUM) y Planta de reciclaje C.U.R.A.
A nivel local, Necochea Sustentable es la única cooperativa de recicladores que existe. Roberto Gómez, impulsor de esta agrupación, manifestó esta semana en el programa radial “El diálogo de hoy”, que se emite por La Costa FM, que en realidad se busca la inclusión de otros actores, como los cartoneros.
Los cartoneros recuperan entre 7 y 11% de las 45 mil toneladas (tn) de basura que se generan diariamente en Argentina, aseguró el presidente de la «Cooperativa Recicladores Unidos de Avellaneda», Jonatan Castillo, quien es también referente de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
«Somos alrededor de 300 mil recuperadores en todo el país, cada vez más por la falta de trabajo y el hambre, de los cuales 22 mil estamos organizados. Si no estuviéramos habría montañas de basura por todos lados y diez veces más basurales; y los que existen serían diez veces más grandes. Gracias a todas estas manos que recuperaron el material no estamos pasando una crisis de basura mucho más grave», explicó Castillo esta semana.
Según la Guía para la implementación de la Gestión integral e inclusiva de residuos en Argentina, el 40% de la basura corresponde a la provincia de Buenos Aires (18 mil toneladas/día); seguida por la Ciudad de Buenos Aires (CABA) (7 mil tn/día); Córdoba (4.500 tn/día) y Santa Fe (4.300 tn/día).
«Los cartoneros y cartoneras recuperamos entre el 7 y el 11% a nivel nacional», aseguró y contó que hay más de 250 cooperativas de reciclaje en el país.
Cooperativas en la provincia
Las Cooperativas de Separación y Reciclaje de Residuos son los principales actores en la Provincia de Buenos Aires, Argentina, en lo que se refiere a la gestión de residuos. Estas cooperativas son una parte vital del sistema de gestión de residuos de la Provincia, ya que ayudan a reducir la cantidad de residuos enviados a los vertederos.
También brindan oportunidades de empleo para la población local y promueven la conciencia ambiental.
En febrero pasado se presentó el programa «Mi Provincia Recicla» que responde a la estrategia provincial de la provincia de Buenos Aires y es llevado adelante a través de cuatro ejes de acción: la gestión integral e inclusiva de residuos sólidos urbanos, saneamiento y erradicación de basurales a cielo abierto, promoción ambiental y economía circular.
La provincia cuenta con varias cooperativas que se especializan en diferentes tipos de residuos como papel, plástico, vidrio y metal.
Cada cooperativa es responsable de recolectar, clasificar y reciclar su respectivo tipo de residuos. También trabajan junto con los gobiernos locales para garantizar que todos los materiales recolectados se reciclen adecuadamente.
¿Pueden reducir los residuos?
Las cooperativas son una gran manera de reducir los residuos en la provincia. Al poner en común los recursos, las cooperativas pueden ayudar a reducir la cantidad de desechos que se generan y eliminan.
A través de esfuerzos cooperativos, los miembros pueden trabajar juntos para desarrollar prácticas sostenibles que ayudarán a reducir los desechos en la provincia. Las cooperativas también pueden brindar educación y recursos a sus miembros sobre cómo manejar mejor sus desechos y reciclar materiales.
Al trabajar juntas, las cooperativas pueden ayudar a crear un entorno más limpio y saludable para todos en la provincia.
Beneficios
Establecer una cooperativa de clasificación y reciclaje de desechos puede ser beneficioso para las comunidades en términos de reducción del impacto ambiental, creación de puestos de trabajo y fuente de ingresos.
Sin embargo, hay muchos desafíos que deben abordarse para garantizar el éxito de una iniciativa de este tipo.
Estos incluyen la identificación de posibles fuentes de financiación, el desarrollo de una infraestructura adecuada para la clasificación y el reciclaje de materiales, y la educación del público sobre la importancia de la clasificación y el reciclaje de residuos.
Además, las cooperativas también deben considerar cómo administrar el proceso de recolección para maximizar la eficiencia y minimizar los costos.
Apoyo
El mundo se enfrenta a una crisis ambiental y corresponde a todos los sectores de la sociedad tomar medidas.
Los gobiernos, las empresas y las personas deben trabajar juntos para apoyar iniciativas que reduzcan el impacto del cambio climático y promuevan la sostenibilidad.
Los gobiernos pueden proporcionar incentivos para que las empresas adopten prácticas ecológicas, mientras que las empresas pueden invertir en fuentes de energía renovable y productos ecológicos.
Las personas también pueden apoyar estas iniciativas participando en campañas y realizando pequeños cambios en su vida diaria que reduzcan su huella ambiental. Trabajando juntos, podemos crear un futuro sostenible para nuestro planeta.///
Reciclado y economía circular
En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático y la escasez de recursos, el reciclado y la economía circular se presentan como soluciones clave para abordar estos desafíos y construir un futuro sostenible. Estas prácticas se han convertido en parte fundamental de la agenda global, y su impacto positivo en el medio ambiente y la economía es innegable.
El reciclado es un proceso mediante el cual los materiales que de otro modo se convertirían en desechos se recolectan, se clasifican y se procesan para ser transformados en nuevos productos. Este enfoque ha demostrado ser efectivo para reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y minimizar la extracción de recursos naturales. Al reciclar, se evita la emisión de gases de efecto invernadero y se disminuye la contaminación del agua y el suelo.
Sin embargo, el reciclado por sí solo no es suficiente para abordar completamente los desafíos ambientales y económicos a los que nos enfrentamos. Aquí es donde entra en juego la economía circular. Mientras que el modelo lineal tradicional sigue la secuencia de extraer, fabricar, usar y desechar, la economía circular propone un enfoque más inteligente y sostenible.
En la economía circular, los productos y los materiales se diseñan de manera que puedan ser reutilizados, reparados o reciclados al final de su vida útil. Se fomenta la reducción de residuos y la maximización del valor de los recursos a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. Además, este enfoque impulsa la creación de empleo, la innovación tecnológica y el desarrollo de nuevas industrias.
Una de las ventajas más destacadas de la economía circular es su capacidad para cerrar el ciclo de los materiales y crear cadenas de suministro más eficientes. Al optimizar la utilización de los recursos, se reducen los costos de producción y se disminuye la dependencia de las materias primas vírgenes. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también tiene un impacto positivo en la economía, al impulsar la competitividad y la creación de empleo en sectores relacionados con el reciclado y la reutilización.
A nivel global, diversos gobiernos y organizaciones han reconocido la importancia de la economía circular y han promovido políticas y estrategias para su implementación. Además, cada vez más empresas están adoptando prácticas de economía circular en sus modelos de negocio, viendo en ello una oportunidad para la innovación, la diferenciación y la reducción de costos.
No obstante, a pesar de los avances realizados, aún enfrentamos desafíos significativos en la transición hacia una economía circular plenamente funcional. Es necesario promover una mayor conciencia y educación sobre el reciclado y la economía circular, así como establecer marcos regulatorios sólidos que fomenten la adopción de prácticas sostenibles. Asimismo, se requiere una colaboración estrecha entre los sectores público y privado, así como una inversión en infraestructuras y tecnologías adecuadas.///