Para clasificar, Argentina tiene que hacer goles
Solo Bolivia marcó menos en la eliminatoria
Argentina deberá echar por tierra resultados ajenos y tendrá que bucear en alguna fórmula para lograr abonar con goles el camino a Rusia si es que quiere llegar a destino.
Argentina tiene solo 16 goles en la Eliminatoria, uno por partido, y solo Bolivia tiene menos. Los clasificados, los que están en camino a ello y los eliminados perforaron más veces el arco rival que el subcampeón mundial.
Hacía dos partidos que no convertía (en sus visitas a La Paz y Montevideo) y ahora gracias a un fallido del venezolano Rolf Feltscher pudo hundir la red contraria.
No hubo un entrenador que haya puesto tantos futbolistas en ataque como Jorge Sampaoli, y solo marcó un gol en dos partidos y ninguno hecho por futbolistas del equipo. Contra Venezuela hubo cuatro delanteros netos, además de Ángel Di María que suele merodear el ataque y le regatea a la defensa, como en su club que juega de extremo, por lo cual podría sumarse como un quinto hombre ofensivo. Encima, Ever Banega fue un enganche más que un volante central, con lo cual hubo seis jugadores en ataque pleno. En el primer tiempo se entreveró entre la escalonada marca del visitante pero con fracaso en la definición.
¿Es casualidad las falencias en el tiro del final en las jugadas de la Argentina de hoy? Desde hace tiempo flaquea en esto el equipo argentino.
Lionel Messi es el goleador del equipo con apenas cuatro goles, es decir el 25 por ciento de las conquistas fueron del rosarino, que parece ya no saber con quién aliarse en la empresa de invadir el área rival.
La atomización del goleo entre nueve hombres (incluido el que se hizo el venezolano en contra) descarta la doble lectura: no es que llegan todos o varios al gol, no convierten quienes tienen la misión de hacerlo, salvo en su momento Lucas Pratto.
El jugador del San Pablo hizo dos en cuatro partidos en el seleccionado, uno ante Venezuela en el empate de ida y ante Colombia, en San Juan, cuando Argentina logró la victoria más holgada, la única por una diferencia de tres.
Di María, un habitué de las convocatorias de los tres entrenadores que hilvanaron la Eliminatoria, hizo otros dos -bajo promedio-, y Gabriel Mercado, meritorio por ser un lateral, otros tantos.
Gonzalo Higuaín, el hombre de área que más partidos jugó pese a la ausencia de algunos encuentros, solo hizo uno, en la ida ante Perú. Sergio Agüero sigue sin brújula para encontrar el arco, aunque tal vez por esa carencia cada vez juega menos. Hoy Higuaín no está y Agüero mira de afuera. Mauro Icardi y Paulo Dybala son los nuevos titulares sin debutar aún en la red.
Las defensas que se vulneran ante otras delanteras no terminan heridas frente a Argentina, pese a que los atacantes de celeste y blanco son la envida de cualquier entrenador.
Ya no están Gerardo Martino y tampoco Edgardo Bauza, e irá de suyo si Sampaoli acopia el legado y las carencias de sus antecesores y la amalgama o no con su impronta. En dos partidos Sampaoli probó con una multitudinaria ofensiva que no le rindió y encima le destapó los fondos con la contra que terminó en el gol de Venezuela.
Argentina desnutrió los arcos rivales en esta Eliminatoria y el pasaje a Rusia solo vendrá acompañado con sus goles.