Pasaron veinte años…
La muerte de Matias Rico, joven piloto local, en una carrera de Fórmula Renault
Daniel Emilio Pereyra
Redacción
De pronto, pasadas las 10.30 del domingo 14 de abril de 2002, al tomar conocimiento del duro accidente que había protagonizado el necochense Matias Rico, joven promesa del automovilismo nacional, el frío en la espalda y el ruego de que nada la pasara fue lo que sentí en medio de la información que no aparecía inmediata en las trasmisiones orales y televisivas.
La salida de pista, en el autódromo de Rio Cuarto, cuando iba la segunda vuelta se despistó, pisó el pasto que bordea el mismo, volvió a pista y entró en trompo; y el auto fue impactado por Matias Milla.
Minutos después los médicos que lo atendieron de sus gravísimas heridas nada pudieron hacer y su vida se apagó para siempre.
Me dolió muchísimo. Compartí con el desde su niñez toda su actividad en las pista zonales; tiempos de esparcimiento junto a mis hijos Gonzalo y Gerardo y por sobre todo su sano humor, charlas de mecánica y su esperanzado deseado de competir.
Matias, con sus jóvenes 19 años, soñó con poder competir en Fórmula Renault luego de su brillante paso por los torneos del Karting del Sudeste, donde se consagró campeón y bregando por alcanzar los primeros planos al amparo de un experimentado como Eduardo Bouvier, que desde el inicio de 2002 atendía el vehículo.
El año anterior, con siete fechas quedó 17º en el torneo y muchísimo esfuerzo personal junto a su padre viajó con la misma aplicación y aprendiendo en cada realización.
Matias, además, tenía todo definido para su futuro: ser ingeniero y por ello estaba estudiando en la Universidad de La Plata.
Recuerdo, también, que aquella carrera que compartían junto al TC2000, Juan Maria Traverso hizo un comentario que todos interpretaron valedero por su extensa campaña como piloto: “Lo más coherente sería irse; como va a ser importante una carrera de porquería con lo que acaba de pasar”.
Extrañó lo que pasó después. Traverso estaba con su auto en la grilla de largada, como si nada. Dijo que era porque así es el profesionalismo.
Sinceramente, no estuve y sigo firme con mi postura: No estoy de acuerdo para nada.
Si , en cambio, fue acertado lo que hicieron la Fórmula Renault y Súper Renault al desistir de seguir con el espectáculo y hasta el equipo Campeones cerró de manera inmediata su transmisión radial, en homenaje a Matias Rico, que había dejado su vida en la pista cordobesa.
Todo esto no hace más que favorecer al recuerdo permanente que uno tiene para con Matias. Supo ganarse nuestro cariño, el que será infinito.