Peligroso deterioro de los reductores de velocidad
Algunos tienen fierros salidos y son peligrosos. Casi ninguno cumple con la reglamentación provincial
Hace unos días la Municipalidad decidió colocar reductores de velocidad en los ingresos al Puente Colgante, para intentar lograr que los vehículos no pasen rápido por allí, evitando riesgos innecesarios. Ahora, el problema está en que hay otros reductores de velocidad, los conocidos como “lomo de burro”, que están en pésimas condiciones en muchos puntos de la ciudad y que están esperando que Obras Públicas le destine recursos económicos.
Esto es muy importante teniendo en cuenta que el exceso de velocidad es peligroso, pero un lomo de burro en mal estado o construido de manera incorrecta es igual o a veces más peligroso aún.
Desde Ecos Diarios se hizo una recorrida por varios que llevan años con deterioro y muchos continúan así, empeorando con el paso del tiempo. En otros casos, se han reparado ya que esta gestión municipal también se encargó de hacer un relevamiento de cuáles son los que necesitan atención más urgente.
Algunos de los que están más deteriorados son los de 73 y 58; 73 y 26; 87 y 26; 67 entre 6 y 10; 18 y 65; 63 y 18 y 38 y 57.
En el caso del de 73 y 26, está completamente despintado y directamente hay pedazos que le faltan completos, siendo un verdadero peligro y pudiendo causar daños en el vehículo, ya que siempre es recomendable al momento de pasar el lomo de burro no intentar esquivarlo, ya que la carga en las ruedas se reparte de forma desigual, incentivando la deformación del neumático y el deterioro de los amortiguadores. Por eso, hay que pasarlos con las dos ruedas de cada eje a la vez.
Por su parte, el de 87 y 26 no solo está roto y no tiene los colores que debe tener, sino que además tiene alambres salidos por todas partes, pudiendo ser con facilidad el causante de pinchaduras de neumáticos.
Legalidad y características
En la Ley Nacional de Tránsito, la 24.449, no está incluida la definición de lomos de burro o reductores de velocidad y por eso muchas veces se los considera como ilegales.
Por su parte, la Ley provincial 12.582, promulgada en el 2001, permite instalar un “Sistema de Reductor físico de velocidad denominado Meseta”, en forma transversal al desplazamiento de vehículos. Para ellos se brinda una serie de especificaciones que la mayoría de los antiguos lomos de burro de Necochea no cumplen, a diferencia de algunos de los pocos más modernos.
Esas especificaciones indican que deberá tener una elevación no mayor a los cinco centímetros y una longitud total de cuatro metros, siendo la superficie corrugada de dos metros de ancho y explanadas ascendentes y descendentes de un metro cada una, abarcando todo el ancho de la calzada. También se establece que previo a la utilización de dicho artificio se colocará, a una distancia de cinco metros, una línea de frenado de cuarenta centímetros de ancho, pintada de color blanco, a los efectos que los conductores aminoren la velocidad antes de llegar al cruce.
No solo su forma física está especificada en la Ley provincial, sino que hasta se indica que deben estar pintados con líneas blancas y amarillas tipo cebrada, con pintura tipo reflectante, la que deberá recibir el mantenimiento adecuado para no perder el impacto visual previsto en la presente norma.
Todo esto no se cumple en casi ningún lomo de burro de todo Necochea y Quequén.
La Ley provincial también es muy clara en cuanto a la señalización, ya que indica que se deben poner carteles a 150 metros para advertir que hay un lomo de burro adelante, y otro cartel junto a la meseta. Esto tampoco se respeta, ni siquiera en las rutas provinciales, ya que en la ruta 86, por la zona del Club del Valle, no hay carteles que adviertan con tiempo y eso hace que mucha gente, sobre todo si no conoce, deba frenar de golpe.
En la ley, también se especifica que “queda terminantemente prohibido, en todo el ámbito de aplicación de la presente ley, la utilización de reductores de velocidad denominados ‘Lomo de Burro’ del tipo ‘Bump’” y que “con respecto a los existentes, la autoridad de aplicación que corresponda dispondrá su adecuación”. Esto último es lo que nunca se hizo en Necochea, existiendo todos lomos de burro que no cumplen la reglamentación y en muchos casos que ni siquiera están pintados.
Más allá de que la Ley Nacional no los mencione explícitamente, muchas veces lo que se conoce como “lomos de burro” pero que en realidad deben ser “mesetas” son colocados por los municipios a raíz de pedidos de los vecinos y en el caso de Necochea, el pedido pasa también por un expediente del Concejo Deliberante. El objetivo es que los conductores bajen la velocidad para evitar accidentes. Sin embargo, si no están bien señalizados pueden generar el efecto contrario.