“Pensaba que era algo normal”: violencia durante el parto en contexto de encierro
Con la presencia de varias instituciones, hubo un encuentro y se presentó una guía para terminar con estas situaciones
En la Escuela provincial de Artes “Orillas del Quequén”, hubo un encuentro en el que participaron varias instituciones y fue la oportunidad en la que se presentó la Guía de parto respetado en contexto de encierro, alentando el debate y el poder contar experiencias y trabajos que se realicen en este sentido.
La apertura estuvo a cargo de la secretaria de Salud de la Municipalidad, Andrea Perestiuk, mientras que la coordinación y moderación la llevó adelante Cintia Mónaco.
El panel estuvo integrado por Josefina Ignacio, del Comité Nacional para la prevención de la tortura; Anatilde Senatore, trabajadora social del Patronato de Liberados en Pre Libertad e investigadora; Analía De Simón, licenciada en obstetricia y miembro del equipo de Maternidad y Salud Perinatal, del ministerio de Salud provincial; Nora Calandra, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE); Gisela Aprea Castro, trabajadora social de Patronato de Liberados Necochea; An Díaz Seijas, estudiante de Trabajo Social y miembro de Encuentros por el Buen Nacer.
Balance
Cintia Mónaco, delegada nacional del Inadi, manifestó que fue “una jornada muy provechosa, rica y de mucha sensibilización”, mientras que referente a la guía dijo que fue elaborada por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en articulación con otros ministerios y numerosos colectivos que trabajan específicamente las problemáticas y los derechos de las personas en contexto de encierro. “Esta guía viene a hacer realidad para las personas gestantes y mujeres que están en contexto de encierro la ley de parto respetado, para que se tengan en consideración todas las situaciones particulares al momento de parir. Queremos empezar a construir desde Necochea un escenario de respeto y de parto humanizado”, indicó Mónaco.
Por su parte, Gisela Aprea Castro, del Patronato de Liberados Necochea, contó que no solo pudieron tratar la situación local de las mujeres con arresto, sino varios temas más y que actualmente no hay personas embarazadas detenidas pero que esto permite establecer un plan a futuro y trabajar la parte preventiva de violencia institucional y obstétrica. “Yo acompaño a mujeres que están con arresto domiciliario y hemos tenido varias situaciones en las que se las ha esposado a la camilla, para parir con presencia policial, lo que quita todo tipo de intimidad, impidiendo también poder caminar por el lugar para soportar mejor el dolor”, contó Apresa Castro.
Experiencia personal
Nora Calandra estuvo presa seis años y tuvo su hijo en contexto de encierro, en la Unidad Penitenciaria 33 de La Plata. Tras relatar lo vivido, manifestó que el encuentro de ayer fue “una experiencia de celebrar”, porque el “poder hablar y contar lo ocurrido delante de gente que tiene lugar de decisión”
“Vulneraron mis derechos, los de mi hijo, sufrí violencia obstétrica, cuando fui a tener a mi bebé no pude estar con mi familia y estuve con dos personas del personal penitenciario, armados y con una esposa en el pie, atada a la cama”, contó Nora, que confesó además que fueron cosas que la marcaron y le enojaron mucho.
No obstante, en ese momento pensó que “era natural”, que “era parte de la condena judicial” e incluso llegó a sentir culpa por lo que pasaba, pero al mismo tiempo podía reconocer que eso no estaba bien.
“Tuve malos tratos de médicos y enfermeras, que me estigmatizaron sin siquiera conocerme. La condena que había recibido era la privación de la libertad ambulatoria, no de todos los derechos. El derecho a la salud es universal, también el derecho a la no discriminación, porque ni siquiera me trataban por mi nombre: para ellos era la presa”, relató.
Hoy hace siete años que Nora está en libertad y su hijo cumplió los diez, pero hace poco pudo contar lo que ocurrió en aquel momento, resultándole algo para nada grato de relatar. “Me arrebataron el derecho de un parto respetado y a mi hijo el derecho de tener un nacimiento respetado. Muchas veces está impuesto que la mujer detenida tiene que recibir estos tratos, e incluso lo creen hasta los profesionales, porque la estigmatización está instalada. Por eso sentí que tenía que hablar”, manifestó.
Josefina Ignacio, del Comité Nacional para la prevención de la tortura, comentó que el encuentro que se dio en la Escuela de Arte fue “interesante por la cantidad de actores que participaron”, considerando que estuvo representado el Poder Ejecutivo, organismos de control e instituciones intermedias.
“Hemos tomado un compromiso de trabajar, para que nunca más una mujer pase por una situación como la que Nora ha pasado”.///