¿Podría Necochea implementar el modelo de Cariló?
Miguel Anzel, presidente de la Sociedad de Fomento de Cariló explicó el fenómeno turístico del balneario que creció dentro de un bosque
Por Juan José Flores
Redacción
En los últimos 20 años Cariló se convirtió en un fenómeno que impuso un nuevo modelo de desarrollo sustentable que brinda servicios turísticos en medio de la naturaleza.
En el medio del bosque, sin asfalto ni cableado aéreo, con una estricta regulación sobre la contaminación sonora y lumínica, el balneario del partido de Pinamar cuenta con su propia ley de paisaje protegido.
Esto le ha permitido convertirse en el destino favorito del turismo de élite que se ven reflejados en los valores que este año costará pasar una semana en el balneario: 11.000 dólares (del 3 de diciembre al 3 de enero).
Aunque en la actualidad el modelo Cariló parece tan distante de Necochea, su origen es muy parecido al de la Villa Díaz Vélez. La diferencia radica en que el proyecto de la familia Guerrero, dueña de las tierras donde se fundó Cariló, se pudo concretar y el de la familia Díaz Vélez en Necochea se encontró con infinidad de dificultades que lo hicieron fracasar.
“Cariló no es un bosque natural. Fue implantado por el hombre”, dijo Miguel Anzel, presidente de la Sociedad de Fomento de Cariló (Sofocar), la institución que desde hace años impulsa el modelo que ha convertido al balneario en un fenómeno turístico sin precedentes.
“Hubo un visionario, que se llamó Héctor Manuel Guerrero, que sobre las dunas decidió hacer esto”, dijo Anzel señalando el bosque que se puede ver a través de los ventanales de la prestigiosa boulangerie Masse.
En diálogo con Ecos Diarios, Anzel explicó que para Cariló fuera posible “hubo desde el origen un esquema de urbanización que fue separando estratégicamente la zona comercial, de la hotelera y la unifamiliar”.
Afirmó que el balneario “es previsible. Si comprás una casa acá, sabés que nunca vas a tener un edificio de altura”.
Vivir en el médano verde
Como Necochea, Cariló en sus orígenes era una zona de médanos, azotada por los vientos marinos.
En 1920, el joven Héctor Manuel Guerrero inició la forestación del lugar con el fin de fijar los médanos. Quince años después la plantación llega al mar y esto comienza a modificar el hábitat de la zona.
Las aves lugareñas comenzaron a anidar en lo que Guerrero llamó Cariló, que significa médano verde en mapuche.
En 1948 los Guerrero inauguraron “Divisadero”, la casa principal de sus propiedades sobre las dunas. Esa casa, donde se hacían fiestas de cumpleaños y reuniones sociales, dio origen al primer balneario, sobre el que se construyó el actual “Divisadero”, uno de los balnearios más modernos del país.
En 1970, se cerraron los viveros de Cariló y los hijos de los fundadores designaron las calles con nombres de plantas y aves de la región.
“En esta evolución, en el año 98, conseguimos de la provincia de Buenos Aires, una ley de paisaje protegido”, explicó Anzel. Dijo que “la ley 2.099 es propia de Cariló y de ahí se genera un consejo asesor, que lo integramos distintas entidades”.
“No somos vinculantes pero sí obligatorios”, afirmó Anzel. “Les guste o no, todo lo que se hace la Municipalidad debe pasar por el consejo asesor”.
A partir de la labor del consejo asesor, en 2006 se aprobó la ordenanza que reglamenta y regula “qué actividades se pueden y no se pueden hacer en Cariló”.
Una de esas regulaciones, explicó, establece que “no puede haber ningún tipo de modificación en el centro de Cariló que no tenga obligatoriamente un estudio de impacto ambiental”.
“Con eso nos aseguramos un montón de cuestiones”, dijo Anzel. “Cariló no tiene asfalto en las calles ni lo permitiremos, porque sería el principio del fin”.
“No tenemos cableado aéreo. Si uno quiere mirar el cielo puede hacerlo. También tenemos una regulación en lo que hace a la contaminación sonora y lumínica. Esto no nos convierte en personas que viven como en el pasado, todo lo contrario”, agregó.
Anzel opinó que debido a este respeto rajatabla de la legislación vigente “Pinamar está en franca caída y Cariló en ascenso permanente”.
“Este modelo de crecimiento permitió que viniera gastronomía de primer nivel, para que en Cariló se pueda tener todo, que haya balnearios de primer nivel y hotelería de primer nivel”,
“No hay duda de que Cariló junta todas las fortalezas y va tratando de superar permanentemente todas las debilidades”, dijo Anzel, que está vinculado a otros desarrollos urbanísticos turísticos en Pinamar.
Cómo implementar el modelo Cariló en Necochea
En la actualidad el modelo implementado en Cariló, que tuvo gran repercusión a partir del fenómeno generado a fines de los 90 y principios del 2000, se ha copiado en distintos puntos de la provincia.
“Necochea cometió un error garrafal. Se coló detrás del modelo de Mar del Plata.
Ese modelo es obsoleto y no existe más”, dijo Anzel. “No es casual que el corrimiento de Mar del Plata sea hacia Chapadmalal”.
Pero, dijo que a diferencia de otras ciudades turísticas de la provincia, “Necochea tiene todo para desarrollar”.
“Necochea tiene mucho potencial y no lo saben explorar”, agregó Anzel y dijo que es un error pensar que el Parque Miguel Lillo no se puede tocar. “Ser amigable con la naturaleza no significa que no podés construir en el parque”, afirmó.
Y dijo que el mejor ejemplo de ello es Cariló, que “creció dentro de un bosque, es ordenado, es prolijo y no afectamos el ambiente”.
Pero afirmó que para iniciar ese modelo de crecimiento debe existir un master plan con objetivos claros y “con un muy buen PGA (plan de gestión ambiental)”.
Y señaló que una de las claves del éxito de ese plan es la centralidad. En el caso de Cariló está dado a partir de la creación de zonas muy específicas, como la de gastronomía, la de hotelería, la residencia y de balnearios.
En ese sentido, la legislación vigente impide que se instalen comercios fuera de las zonas destinadas para tal fin y no hay excepciones para nadie.
Dijo que ello, al contrario de lo que se puede pensar, también atrae inversores, porque impone reglas claras desde el principio.
“Ningún inversor tuvo ninguna ventaja impositiva ni una excepción”, explicó.
Apuntar al crecimiento
Anzel dijo que el modelo de Cariló podría implementarse en Necochea, pero en lugares que no están desarrollados, para desarrollar el master plan desde cero.
En el caso de Cariló, indicó que para sostener el modelo, el crecimiento está planificado. “Cariló tiene un techo, que es la cantidad de lotes disponibles. Los lotes tienen un tamaño de 1.000 metros en adelante y la zona comercial es única. Es decir, donde se acabó el espacio, se acabó”, explicó.
Y como ejemplo de esa regulación dijo que “en Cariló hay cuatro balnearios y no se pueden instalar nuevos”.
Aunque sí existen “zonas de reservas en las que planifican cuatro urbanizaciones”, señaló.
Pero dijo que todas se rigen por el “código de ordenamiento urbano que fija las pautas específicas para Cariló”.
Por esta razón, la población estable del balneario no podría superar nunca los 10.000 habitantes. Aunque en el verano ese número se multiplica exponencialmente, ya que el verano pasado hubo unos 300.000 visitantes.
En los últimos tres años la localidad registró un importante crecimiento en el número de residentes estables. La pandemia “convirtió a muchos propietarios en residentes y generó venta de terrenos y nuevas construcciones”, indicó.
Por otra parte, la iniciativa de la localidad de llevar internet wifi de alta calidad, generó una gran tracción para el turismo ejecutivo que necesita todo el tiempo estar conectado a la red.
“Cariló representa el 30% de la recaudación de las arcas municipales”, dijo Anzel y dijo que Necochea también podría tener un gran desarrollo turístico aprovechando todas sus características naturales.
“Necochea es una villa turística por excelencia, con un potencial que no tiene ninguna otra localidad. Diría que es el que más oportunidades tiene”, afirmó.///
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