Por el buen camino
Nacido con la idea de constituirse en un lugar de respuestas, apoyo y tratamientos para quienes transitan por la dura problemática del consumo de drogas en sus diversas versiones, en su primer año el Centro Integral de Prevención de Consumos Problemáticos “El Samaritano” ha podido hacer un balance positivo, aunque queda mucho por hacer.
La entidad pudo reforzar a lo que desde hace años ha venido haciendo el Centro Preventivo de las Adicciones, que funciona bajo la órbita de la Provincia. De todas maneras, aparecen como una repuesta insuficiente ante el creciente consumo de drogas que lamentablemente hay en nuestra ciudad. Nada que escape a la realidad nacional.
Sabido es que la droga a la larga mata, si es que antes la persona no sabe o puede pedir ayuda a tiempo y poner todo de sí para salir adelante. A veces los padres de jóvenes atrapados por este flagelo concurren desesperados a que el Estado o las instituciones les brinden una respuesta para salvar a sus hijos.
En su corto tiempo de vida el proyecto “El Samaritano” se ha sumergido en estas cuestiones, a través de un equipo de psicólogos, psiquiatras y trabajadoras sociales que ofrecen una atención integral gratuita.
El propio titular de la entidad, Bautista Buño, dio cuenta en una entrevista concedida a FM La Costa, que en el primer semestre de vida el centro con sede en la zona portuaria había recibido numerosas consultas de personas de entre 30 y 40 años de edad, mientras que en lo que va de este año se sorprenden del creciente pedido de ayuda que hacen adolescentes y jóvenes, llevados en muchos casos por sus progenitores o tutores.
En ese marco el dirigente confesó que uno de los momentos más dolorosos de quienes integran el equipo de trabajo fue el de haber tenido que ayudar a una mujer a internar a su hijo de tan solo 13 años, devastado por la droga. Casi un niño con sus sueños cortados en forma prematura en su corta vida a causa de la droga.
La problemática no es nueva. Las políticas que se originan desde el Estado no logran ni siquiera prevenirla, y las atenciones a veces no alcanzan, con el sabido desenlace de autodestrucción, deterioro de los lazos familiares y delitos que llevan a la muerte o la cárcel a quienes lo padecen.
En este marco es que aportes como el de “El Samaritano” son importantes y merecen el apoyo de la comunidad, entidades intermedias y el propio Estado, para poder seguir creciendo en el buen propósito que el dio vida.
Precisamente en un pasaje de la nota en FM La Costa, el joven Buño contó que a sus 18 años tuvo diversos problemas al haber entrado en el mundo de las drogas. En su caso tuvo la fortuna de reaccionar junto a sus seres queridos, para permanecer dos años en una comunidad de personas con su problemática y poder recuperarse. Y fue en ese periodo que se decidió a crear un grupo o entidad para ayudar y estar al lado de quienes transitaran lo que le pasó a él.
Con ese espíritu solidario que le dio origen se fortalece este centro “El Samaritano”, y proyecta nuevos planes para ser más eficiente y acompañar a más gente en este tipo de duros trances.///