“Por muchos aspectos, mi amor por Necochea es incondicional”
Carlos Martín Cazenave tiene una historia familiar que lo vincula con este lugar
Con el corazón íntimamente ligado a Necochea, y una historia familiar que lo vincula con fuerza a esta región del Sudeste de la Provincia, Carlos Martín Cazenave cumplió el sueño de radicarse en nuestra ciudad y ahora disfruta de la tranquilidad de sus espacios durante todo el año.
Nació en Buenos Aires a fines de noviembre de 1956, aunque sus padres ya estaban afincados en City Bell, una localidad muy cercana a la ciudad de La Plata, “ahí crecí, pasé toda mi infancia y adolescencia”, contó.
No obstante, nuestra ciudad siempre estuvo presente en su entorno familiar; su padre era de Lobería pero vivió aquí durante la adolescencia y en esta misma ciudad conoció a su esposa, que veraneaba con su familia desde siempre en nuestras playas.
Además, para Cazenave no existe otro lugar donde le interese pasar sus vacaciones, de hecho ha veraneado desde su más tierna infancia en nuestra localidad y desde hace dos años se radicó definitivamente en lo que denomina “su lugar en el mundo”.
Para reseñar algunos pormenores de su afición por Necochea contó que su padre nació en Lobería pero, al momento de cursar los estudios secundarios, se trasladó a nuestro medio.
“En aquella época a los chicos de los pueblos de los alrededores, como La Dulce, Juan N. Fernández y San Cayetano los mandaban a completar sus estudios a Necochea”.
A pesar de la corta distancia que los separaba, sus abuelos, Luis Emilio Cazenave y Cecilia Berrojalbis, extrañaban mucho a su único hijo, que con apenas doce años, vivía en una pensión de estudiantes; “conversaron al respecto y decidieron dejar Lobería”.
Cambios
Por entonces, su abuelo era el intendente del pueblo y su esposa, directora de la Escuela Nº 1 de la vecina localidad pero ellos resignaron las comodidades de sus puestos para acompañar a su hijo. Así fue que don Emilio fue nombrado secretario en nuestro municipio y Cecilia Berrojalbis, pasó a ser directora de la Escuela Nº 2, “que por entonces funcionaba en el edificio pegado a la iglesia del Carmen”, evocó su nieto
El padre de Carlos Martín prácticamente creció en Necochea, donde cursó el ciclo secundario y se recibió de bachiller en el Colegio Nacional. Luego se fue a estudiar abogacía a La Plata “por entonces conoció a mi madre que pasaba los veranos en el chalet de 83 casi 10 y estuvieron 12 años de novio”.
Vale destacar que, por el lado materno también había predilección por estas playas dado que sus abuelos, Carlos María Emilia y Angélica Lamadrid, luego de veranear durante muchas temporadas en el hotel Marino, decidieron construir su vivienda propia.
En ese sentido, el entrevistado señaló que “un poco por un tema familiar y por otro montón de aspectos, mi amor por Necochea es incondicional. No conozco otro lugar que no sea este y no me interesa”.
Aunque entiende que no conoce muchos detalles de la historia de nuestra ciudad, compartió un episodio de la fundación de este medio y el vínculo entre Murga y Dardo Rocha “Necochea fue fundada el 12 de octubre de 1881 por Victorio de la Canal y Angel I. Murga, y un año después se funda La Plata”.
Homenaje
En homenaje a su gran amigo, Murga le puso el nombre de Dardo Rocha a la plaza céntrica y relató que “en el centenario de La Plata se sacó la piedra fundamental y en el acta fundacional figuraba un tal Angel Ignacio Murga, del estuario del Río Quequén y lo mismo pasó con el acta de Necochea, porque eran íntimos amigos”.
Hace dos años Cazenave se radicó en nuestro medio, está divorciado y tiene cuatro hijos, un varón y tres mujeres, que residen en City Bell; a quienes no ha podido visitar a raíz de la cuarentena por el covid-19 y comentó que “mis hijos creen que me gusta Necochea en verano, por la playa, el sol o ir a pescar; sin embargo la soledad del resto del año es maravillosa”.
Es abogado y prestó cerca de 44 años de servicio en el Poder Judicial, “estoy tramitando la jubilación como prosecretario federal de Cámara”, expresó.
Encontró “su lugar en el mundo” y lleva una vida tranquila con habituales paseos por la playa, mientras espera poder retomar sus prácticas de golf, “una actividad que me gusta y me sirve para canalizar” y que tuvo que postergar a raíz de la pandemia.///