Pozos en la avenida Benedicto Campos, trampas muy peligrosas
En la intersección con calle 525, desde hace muchos años, donde se han registrado accidentes
Enormes pozos que se convierten en peligrosas trampas, tanto para motociclistas como para automovilistas por la profundidad que tienen, se observan desde hace mucho tiempo en la intersección de avenida Benedicto Campos y calle 525 de Quequén.
Son tres hundimientos muy profundos en pleno pavimento, que han provocado accidentes, porque tanto sea en autos, pero fundamentalmente en motos, se convierten en una trampa muy peligrosa, especialmente para quienes no conocen la zona y no saben de los enormes “cráteres”.
Hundimiento por los caños
Haciendo una recorrida por el sector, Hugo, un vecino del lugar, manifestó que “esos pozos hace un montón de años que están, porque en realidad es que cuando se hizo el asfalto y se colocaron los caños de desagüe, que son grandes, evidentemente no han rellenado bien en los costados de los caños en el zanjeo realizado, y eso en poco tiempo, con el peso de los vehículos y camiones, se fue hundiendo en distintas partes y eso se ha transformado en estos pozos”.
Manifestó Hugo que “debido a esos pozos se han registrado varios accidentes, especialmente de motos, en especial los que no conocen mucho y vienen desprevenidos y, cuando agarran uno de esos pozos, les hace perder el equilibrio y caen a la velocidad que vienen. También se han roto autos, que al caer en esos pozos han roto tren delantero o reventado neumáticos”.
“Estamos acostumbrados”
Por su parte Rodrigo manifestó que “para quienes somos de la zona, que conocemos bien los pozos, no es problema, porque los esquivamos y listo, lo complicado es para quienes no conocen y caen en esa trampa” y agregó que “hay muchas cosas que están mal, pero tampoco uno se puede quejar por todo. La verdad que desde hace mucho tiempo, o desde siempre en realidad, uno se acostumbra a convivir con estos inconveniente, porque sabe que por más que se queje o reclame, nunca van a solucionar los problemas”.
Otra vecina del sector, Alicia, aseveró que “no es nada raro que haya este tipo de inconvenientes en Quequén, porque pase el gobierno que pase, del color que sea, nunca se hace nada por Quequén, debemos conformarnos con lo que hay y no quejarnos”.
También mencionó que “si en una avenida principal como es esta, no se hace nada, ni si quiera se barren las calles, imaginate que queda para otros sectores, en las calles de tierra, que son la mayoría, son directamente intransitables y los vecinos de esos lugares se deben resignar a vivir postergados entre el barro cuando llueve”.
Por el mismo sector, Susana con referencia a los pozos, aunque no quiso hablar mucho, respondió que “desde hace casi cuarenta años forman parte del paisaje”.
Mientras estábamos en el lugar, podíamos observar como los vehículos que por la avenida transitaban, algunos a alta velocidad, caían en la trampa como venían, pegando un golpe bastante considerable, quienes ya conocen el lugar se recostaban más hacia el medio de la avenida, y otros, que veían los pozos cuando se acercaban, pegaban el volantazo para esquivarlos, lo que también se torna muy peligroso.
Desde que se hizo la calle
Mientras transitaban por la vereda, José y Elida, que viven a una cuadra y media del lugar, José señaló que “yo ahora no tengo más auto, pero antes, cuando tenía y pasaba por esta calle, sabía que me tenía recostar hacia un costado para no agarrar el pozo de lleno. Esto está así prácticamente desde que hicieron la calle, porque al poco tiempo nomás de haberse pavimentado, eso empezó a ceder. Dicen que quedó hueco abajo cuando colocaron los caños de desagüe, se ha hundido la tierra que le echaron para completar y cedió también el asfalto. Es un problema que nunca se solucionó. Por ahí en algún momento han venido a bachear un poquito, a tirarle esa granza que tiraban antes, pero dura muy poquito porque los coches se la llevan pegada en las ruedas y rápidamente queda otra vez el pozo abierto. Acá lo que tienen que hacer es romper todo el pavimento, rellenar bien abajo, apisonarlo bien y después colocar hormigón nuevamente”.
“Nunca va a cambiar”
Elida, además de asentir lo que decía José, manifestó que “uno tiene ya unos cuantos años, ha visto muchas cosas mal hechas o que se han roto y nunca las han arreglado, como ocurre con las calles, y lamentablemente se tiene que acostumbrar a convivir con eso, porque sabemos que nunca va a cambiar, entre quien entre a la intendencia, ninguno hace nada por nosotros”.
En una de las avenidas más transitadas de Quequén que tiene desde hace muchos años unos pozos muy peligrosos, los que ya han ocasionado muchos accidentes, pero nadie ha hecho nada al respecto.///