Protección de la niñez: en lo que va del año, se tomaron seis medidas de abrigo
Implica la separación temporaria de un niño o niña de su grupo familiar debido a situaciones de maltrato o abuso sexual
Julieta Moreno
Redacción
Desde hace más de 15 años, el Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño trabaja en Necochea para intervenir cuando los derechos de niños, niñas y adolescentes son vulnerados, generalmente por situaciones de maltrato infantil, abuso sexual, entre otras.
La medida más excepcional que puede tomar el Servicio es la medida de abrigo, que implica la separación del niño de su grupo familiar hasta por 180 días. Si bien se considera que no ha habido un aumento de la cantidad de medidas tomadas en los últimos años, sí se ven situaciones cada vez más complejas, con varias problemáticas al mismo tiempo y atravesadas por el consumo de sustancias por parte de los adultos.
Según datos proporcionados por la dependencia, en lo que va del 2025 (los tres primeros meses), se dictaron seis medidas de abrigo, es decir, seis chicos fueron separados de sus hogares en Necochea y Quequén; en 2024, 27; en 2023, 38 y en 2022, 50.
Desde el Servicio Local, la abogada Laura Carnicero, quien forma parte del equipo desde hace once años, repasó la historia, los desafíos y la tarea diaria de este organismo que depende de la Secretaría de Desarrollo Humano de la Municipalidad y articula con la Provincia.
“El derecho a ser oído”
“El Servicio se creó alrededor del 2008, después de que la comuna adhiriera a la ley provincial”, recordó Carnicero y apuntó que la adhesión a la Ley 13.298 —que da origen a este sistema de protección— fue firmada el 27 de julio de 2007, cuando Alejandra Manis era la secretaria de Desarrollo Social.
Desde entonces, el trabajo no ha parado. “Al servicio llegan todas las situaciones de vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes. Cualquier institución, equipo u organismo que detecte una situación tiene la obligación de informarla para que se despliegue una estrategia de intervención”, explicó Carnicero. La mayoría de las derivaciones provienen de comisarías, seguidas por escuelas y equipos de salud. También reciben denuncias por demanda espontánea, por correo electrónico o por vecinos que ya conocen el funcionamiento del servicio.
Las situaciones que atienden son de las más complejas. “Las denuncias que más llegan son por maltrato infantil, abuso sexual, negligencia en los cuidados, muchas veces relacionada con consumo problemático de los adultos”, detalló. Frente a esto, el servicio garantiza el derecho del niño a ser oído y trabaja con la familia para revertir la situación, articulando con escuelas, centros de salud y otros programas municipales.
Intervenciones
“El abordaje tiene que ser entre todos. No hay otra forma”, afirmó y eso se refleja en la dinámica del trabajo diario. Cuando reciben una denuncia o información de alguna situación de vulneración de derechos, realizan intervenciones de diferente tipo de acuerdo a la problemática. “Se realizan entrevistas tanto en sede como en los domicilios, escuelas o instituciones que frecuentan las familias. A veces las personas no tienen recursos para trasladarse, entonces buscamos espacios más accesibles para ellas”.
Uno de los puntos más sensibles es la toma de una medida de abrigo, que implica separar al niño de su grupo familiar. “Es una medida excepcional; es la última opción. La toma el Servicio local y la comunica al Juzgado de Familia y a la Asesoría de Incapaces”, aclaró. La prioridad es que el niño o niña pueda quedarse con un familiar o referente afectivo. Si eso no es posible, se recurre a hogares o al programa de Familia Solidaria.
“Antes había más redes disponibles, incluso había familias de la misma escuela que se ofrecían para cuidar o dar una mano y eso no lo estamos viendo ahora. Hoy las familias están tan atravesadas por un montón de problemáticas que asumir el cuidado de un niño ajeno es complicado y entonces la opción que quedan son los hogares o Familias solidarias”, se explicó.
Actualmente, en Necochea hay cuatro familias solidarias activas, aunque se busca incorporar nuevas. “No se han renovado mucho, son las mismas de hace años”, contó. Este programa permite que una persona o familia cuide temporalmente a un niño o niña mientras se resuelve su situación. “Puede ser una persona sola o una pareja. Los requisitos principales son no tener deudas alimentarias, no tener antecedentes penales y no estar en el registro de adoptantes”.
Cuando se cumple el plazo de la medida de abrigo y no se dispuso el retorno a su hogar, el Servicio Local debe presentar una evaluación de la intervención realizada. En este informe, puede sugerir –según el caso- que el niño o niña sea dado en adopción o que pueda seguir alojándose en lo de un familiar. De todas maneras, la decisión final la toma el Juzgado de Familia.
En varios casos, los niños no vuelven a sus hogares. “No todas las situaciones son iguales y no todas las familias tienen las mismas herramientas para poder reconocer lo que estuvo mal para comprometerse en modificarlo”. En los casos, en los que retornan a la familia, el Servicio Local hace un seguimiento de la situación para garantizar que los derechos de los niños y adolescentes sean respetados.

Un equipo interdisciplinario
El equipo del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño está conformado por distintos profesionales y operadores, algunos municipales y otros del programa de operadores de calle de la Provincia. “Se ha ido ampliando, pero la demanda también es muy alta”, se indicó.
Integran el equipo las abogadas Laura Carnicero y Verónica López; las trabajadoras sociales Stella Zallocco, Claribel López Montalivet y Leiza Contreras; las psicólogas Luisa Bordalejo, Mara Borzino, Estefanía Médici y Rosario Quintero; las operadoras Aldana Marinangeli, Ayelén Bódega, Mónica Olariaga y Tamara Violando; el personal administrativo: Marcela Mielnik, Mary Quiroga, Yamila Domínguez y Daiana Ramos y personal de prevención, Fernanda Malvares.
El organismo articula con el Servicio Zonal, que es provincial, pero depende de la Secretaría de Desarrollo Humano y Políticas Sociales de la Municipalidad, que está a cargo de Sandra Antenucci.
En cuanto al trabajo en red, articulan con instituciones educativas de todos los niveles, jardines municipales, programas provinciales y municipales como Barrio Cultura, Barrio Adentro y Barrio en Movimiento, además de centros de salud y el Hospital Taraborelli.
La esencia de este sistema se basa en el principio de corresponsabilidad. “Es uno de los pilares del sistema de promoción y protección. Todos los organismos tenemos que estar involucrados. Solos no podemos”, concluyó Laura Carnicero.
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