¿Qué clase de apego tenés, y por qué nos influye en toda nuestra vida?
Hay cuatro tipos de apego y pueden mutar a lo largo de nuestra existencia.
La Licenciada Josefina Santirso, columnista de “Desde Temprano”, los días jueves por Ecos Radio, se refirió a lo qué es el apego, qué tipos de éstos existen y además cómo influyen en nuestras vidas, desde la gestación hasta el último minuto en la faz de la Tierra.
¿Qué es el apego?
“Una breve definición del concepto sería que representa un vínculo emocional profundo que se desarrolla entre dos personas, que comienza desde el día que nacemos, o incluso antes, y permanece a lo largo de toda la vida” explicó la licenciada, a lo que dejó en claro la importancia que tiene ya que “el apego forma parte de toda nuestra vida, es importante mencionar que no permanece estático, sino que puede cambiar”.
¿Qué tipos de apegos hay?
Para Santirso es fundamental reconocer qué clase de apego tiene, y en caso de estar en pareja es aún más interesante preguntarse por su estilo de apego. “Saber mucho de quienes somos, a partir de qué apego tengamos, va a depender de cómo nos relacionemos, qué tipo de pareja busquemos, y qué problemas tengamos con ella”.
En la clasificación de apegos, la Licenciada en psicología los dividió en cuatro: seguro, ansioso, evitativo y desorganizado.
Apego seguro: Es aquella persona que no le tiene miedo al compromiso, la apertura emocional se le da con gran facilidad. Saben comunicarse asertivamente, son reflexivos, y tienen relaciones sanas y equilibradas.
Apego ansioso: Representa a aquellas personas que prefieren estar en pareja a estar solteros, se les da con gran facilidad la intimidad, y en caso de estar en un vínculo de pareja, la relación tiende a consumir buena parte de su energía, debido a que se lleva toda su atención. El apego ansioso tiene un gran miedo al abandono, por lo tanto, permanece atento a todas las actitudes de su pareja, que puedan llegar a atentar contra la armonía de la pareja. De este modo, cualquier actitud que le llame la atención de su pareja, tiende a tomárselo personal y rápidamente despierta sus alarmas y necesita confirmar que todo está bien, por lo tanto, guiado por su impulsividad busca querer hablar con su pareja y confirmar que todo está bien.
Apego evitativo: Son quienes priorizan su independencia y autonomía. Detrás de ellas se esconde un miedo a la vulnerabilidad, a entregarse al amor y poder salir herido. De esta manera, se les dificulta dejar entrar nuevas personas a su vida y comprometerse seriamente. A partir de esto, elaboran diferentes estrategias para buscar la desactivación, es decir, para poner distancia con la persona que es de su interés. Buscan excusas para alejarse, porque la proximidad les resulta avasallante. A su vez, el apego evitativo tiende a ser más reflexivo, es por ello que cuando se pelean con alguien necesitan tiempo, distancia y reflexión.
Apego desordenado: Personas que no se creen merecedoras de amor, no confían en el otro, ya que han pasado experiencias traumáticas y la vida les ha enseñado a huir. Ellas conviven en una necesidad constante de cercanía y distancia, es decir, buscan proximidad y ser amados, pero cuando logran entregarse y confiar, se alejan. De este modo suelen tener relaciones disfuncionales.
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