¿Qué y por qué estudiar en un mundo con inteligencia artificial?
En un mundo cada vez más saturado de opciones para aprender, estudiar y solucionar problemas mediante inteligencia artificial, es natural preguntarse cuál será el valor de las instituciones educativas en el futuro
Recientemente se ha dado a conocer que el Chat GPT 4 ha superado exámenes de carreras universitarias como abogacía y medicina, entre otras. Este hecho nos lleva a preguntarnos sobre el valor de las certificaciones y sobre qué y por qué estudiar.
Desde una perspectiva funcional, una certificación tiene dos funciones principales: en primer lugar, es una evidencia objetiva de que una persona ha superado ciertos requisitos académicos mediante mecanismos de control o evaluación; en segundo lugar, permite hacer esto de forma eficiente. No es económicamente viable comprobar que una persona tiene las competencias necesarias para liderar un proyecto de construcción de un edificio haciéndole construir uno.
En este contexto, y considerando la expansión de tecnologías tendientes a fomentar la descentralización como Blockchain y Web 3, así como la capacidad de una IA generativa como Chat GPT para superar exámenes tradicionales, creo que el sistema universitario debe dejar de poner tanto valor en el concepto de “certificación” y empezar a mirar hacia otros conceptos, como el de validación de la comunidad calificada. Este concepto ya está muy expandido en comunidades crypto y blockchain. Si queremos ver un ejemplo, podemos observar lo que sucede en Blockhouse
El valor de los atajos y las ventajas competitivas
Por otra parte, existe la posibilidad de que la IA sea utilizada como un “atajo” por los estudiantes para obtener sus certificaciones. Pero si las certificaciones pierden valor en el mercado, lo que se valorará en el mercado educativo será la adquisición de herramientas útiles para el futuro. Siendo así, ¿por qué alguien tomaría un atajo que vaya en contra de adquirir herramientas realmente útiles? Desde una perspectiva racional, no tendría sentido, a menos que consideremos el hecho de que aprender conlleva incomodidad y esfuerzo, y que nuestro cerebro tiende a economizar energía.
Los atajos son atajos solo si no son utilizados por la totalidad de la comunidad, de lo contrario, serían el camino principal. Este concepto se aplica en marketing y comercialización en los fundamentos de “las ventajas competitivas”. La pregunta que surge es: si la IA como “copiloto”, ayudándonos y mejorándonos en prácticamente todos los aspectos de la vida, se extiende de manera masiva, ¿cuál será la ventaja competitiva?
La respuesta parcial podría estar en los fundamentos, en aquellos que dominen las bases. Varios especialistas coinciden en que la IA devuelve resultados impresionantes cuando son “guiadas” o “prompteadas” por personas que dominan los fundamentos de la acción que se les está pidiendo. Por ejemplo, los ingenieros que solicitan código, los artistas que solicitan imágenes, los escritores que solicitan edición, entre otros.
El valor de la Universidad en el futuro
En este punto queremos poner en valor a la institución por excelencia que se ha encargado de promulgar el entendimiento racional, la comprensión de los fundamentos de todas las ciencias y ha permitido acelerar el desarrollo humano: la Universidad.
En un mundo cada vez más saturado de opciones para aprender, estudiar y solucionar problemas mediante inteligencia artificial, es natural preguntarse cuál será el valor de las instituciones educativas en el futuro. Ese valor será el proceso de enseñanza-aprendizaje de las bases y los fundamentos de prácticamente todo.
A pesar de esto, la Universidad Pública no puede quedarse de brazos cruzados y debe reflexionar sobre su propio papel en la sociedad y cómo puede mejorar. Es necesario que se adapte a los cambios tecnológicos y a las demandas de los estudiantes y del mercado laboral, y esto implica actualizar programas y ofertas, metodologías educativas y fortalecer su vinculación con el medio, entre otras cosas.
En conclusión, aunque la Universidad Pública enfrenta muchos desafíos, sigue siendo un lugar fundamental para el aprendizaje de los fundamentos y bases de diversas disciplinas. Su capacidad para hacerlo de manera agnóstica y con el objetivo maximizar el beneficio social, en lugar de priorizar intereses individuales o de lucro, es única y difícilmente replicable por otras instituciones.
Por Alexander López
Ingeniero Industrial y docente UTNBA