Quejas de los usuarios a pesar de que hay 290 remises habilitados
El número debería ser suficiente para cubrir la demanda. Desde hace años el servicio ha atravesado varias crisis. Hoy existen tres agencias, pero llegó a haber casi 50
JUAN JOSE FLORES
Redacción
Desde hace años todos los servicios de transporte público de la ciudad cuentan con alguna carencia como consecuencia de los problemas económicos, la falta de planificación, un crecimiento poblacional que no ha sido acompañado con infraestructura y una sociedad empobrecida.
En este marco, el servicio de remises, que hace una década estaba sobrevaluado, con una cantidad de autos que superaba la demanda, desde hace unos años se encuentra estancando.
Los fines de semana, los feriados y los días de mal tiempo es normal escuchar quejas de los usuarios debido a que no hay suficiente cantidad de autos y para conseguir un automóvil hay que someterse a largas esperas.
Los propietarios señalan que este fenómeno sólo se produce en momentos de alta demanda y que no se solucionará incorporando más autos.
Un problema de años
Se podría decir que parte de la situación actual del servicio es consecuencia del efecto dominó que generó la propia aparición de los remises décadas atrás.
En ese momento quienes se quejaron fueron referentes del transporte de ómnibus y taxistas, ya que sobreabundó la entrega de licencias de remises con el consecuente impacto en los otros dos servicios.
No pasó mucho tiempo para que la entrega de habilitaciones comenzara a jugarle en contra a todos y, por ello, en septiembre de 2008 el Concejo Deliberante comenzó a analizar la posibilidad de suspender por 60 días el otorgamiento de nuevas licencias.
Para ese momento había 45 agencias de remises habilitadas y 270 vehículos que prestaban el servicio.
En una reunión realizada en el Concejo el 24 de septiembre de ese año, los remiseros solicitaron poder tomar pasajeros en la vía pública de 21 a 6, horario en que no trabajaban los taxistas.
Además, ya se planteaba que los fines de semana se registraban inconvenientes porque no había suficientes taxis y los remiseros decían que se necesitaban más autos en el verano para poder cubrir la demanda.
En abril del año siguiente, consultado por Ecos Diarios, Nelson Capandegui hablaba del problema generado por la entrega de licencias: “Es un tema que se nos escapó de las manos. Durante 12 o 13 años hubo 27 agencias y no se podían abrir más; pero ahora debe haber cerca de 50. La actividad está sobredimensionada y eso termina perjudicando a todos”.
En ese momento no se sabía cuántos autos funcionaban como remises en la ciudad.
Diversos factores
Esta situación se extendió hasta hace unos pocos años, cuando la actividad ingresó en una meseta y a pesar del crecimiento de la población el número de vehículos se mantuvo más o menos estable.
En la actualidad, según datos obtenidos por Ecos Diarios, hay 290 autos habilitados, apenas 20 más que hace 16 años. Sin embargo, en vez de casi 50 agencias, sólo hay tres. Dos son las que cuentan con la mayor cantidad de autos y la tercera tiene unos pocos remises.
Luego existen varias empresas que se dedican únicamente al servicio de transporte de personas a larga distancia.
Según Hugo, quien es propietario de un remise desde hace muchos años, el número actual de vehículos debería cubrir la demanda existente y las quejas de los usuarios se deben a cuestiones puntuales, como son las horas pico y los momentos de alta demanda, como fines de semana en horarios específicos y días de lluvia.
Opinó que sumar vehículos para solucionar ese problema no sería acertado, ya que fuera de los horarios de alta demanda esos autos sería muy difícil competir para quienes recién ingresan al sistema. “Si no lo manejás con pinzas, te fundís”, afirmó.
Y comentó que uno de los problemas es que la gente que ya cuenta con experiencia no puede sumar autos al sistema, ya que la normativa sólo permite un remise por dueño. “Si permitieran que cada persona pudiera tener dos autos, eso sería muy bueno”, puntualizó.
Por otra parte, precisó que con la situación económica actual la rentabilidad ha tenido una notable caída y que además es difícil conseguir choferes.
En cuanto a las restricciones de que los vehículos no pueden tener más de 10 años, Además, dijo que, si no fuera porque el municipio está otorgando exenciones, “muchos vehículos ya no podrían prestar el servicio”.
En la actualidad, la legislación vigente indica que sólo se pueden incorporar modelos de autos de 10 años o menos, lo que implica que los dueños deben poner en la calle vehículos valuados entre $6.000.000 y $7.000.000. Además, la licencia tiene un costo de 300 litros de nafta. Esto, sumado a los altos costos de mantenimiento, la necesidad de contar equipo de GNC y la incertidumbre económica, hace que muy poca gente se anime a ingresar al sistema.
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