Rechazo a la medida que limitará exportación de carne
“Es la misma política de Guillermo Moreno que provocó que la Argentina perdiera 7 millones de cabezas”, dijo Ruggiero
Otra vez el Gobierno Nacional recurre a medidas para limitar la exportación de la carne con el supuesto objetivo de contener los precios y garantizar el abastecimiento del mercado interno. Sin embargo, quienes se dedican a la actividad aseguran que “es peor el remedio que la enfermedad” y que la medida significará a largo plazo una caída de la producción ganadera.
Los ministerios de Agricultura y Desarrollo Productivo, anunciaron ayer la puesta en marcha de un nuevo registro para la exportación de carnes, una medida que implicará mayores requisitos para conseguir el permiso para exportar y que, a la larga, tendrá consecuencias negativas para el sector.
En nuestro distrito, según el último censo, hay unos 730 establecimientos productores ganaderos con una producción de 211.000 cabezas en el año 2020 que, en su mayoría, va al abastecimiento interno. En tanto que, a nivel país, hay unos 270.000 productores que generan unas 50.000.000 de cabezas.
“Una teoría errónea”
Leonardo Ruggiero, productor ganadero y empresario de la carne, explicó que “el registro único de exportación es repetir las experiencias que ya hemos tenido y que no nos han servido de mucho”. A modo de ejemplo, señaló que “es comparable con atacar la inflación con el control de precios, cuando el problema hay que atacarlo por otro lado”.
Para detallar la problemática, indicó que “hay una idea en el Gobierno de que el aumento de la exportación produce un desabastecimiento del mercado interno y por lógica un aumento de precios”. Sin embargo, para Ruggiero, es una teoría totalmente errónea.
“El registro de exportación que aparece otra vez en vigencia, fue la política de Guillermo Moreno que provocó que la Argentina perdiera 7 millones de cabezas”, recordó el productor ganadero. En aquel momento, “se pasó de ser un país de producciones mixtas a casi tener una producción de monocultivo. Los productores se deshacían de las vacas para tener más áreas sembrables y esas áreas se destinaban a soja”.
Para Ruggiero, ahora vuelven a repetir la misma medida. “Y si siempre se hace lo mismo, se obtienen los mismos resultados”.
Consecuencias negativas a largo plazo
De todas maneras, dijo que, en el corto plazo, en un año electoral, el Gobierno va a lograr el efecto buscado porque va a haber una sobreoferta en el mercado interno, con lo cual los precios de la carne van a empezar a bajar.
Sin embargo, el problema son las consecuencias que tendrá esta medida para la actividad en el largo plazo, que son por lo menos 36 meses. “Si le quitas incentivos a la producción, el productor se empieza a dedicar a otra cosa y en lugar de criar vacas se dedica a la agricultura”.
Desde 2018 se estaba iniciando un proceso de recuperación del stock, pero ahora se vuelve otra vez para atrás. “Sin duda, es peor el remedio que la enfermedad”.
Sobre el registro que se pide ahora, manifestó que “es poner más burocracia para solucionar un tema que no se resuelve así”.
“Consiste en tener que pedir permiso para exportar, si el que está de turno te da el certificado, exportás y, de lo contrario, no y después por supuesto empieza el tema del favoritismo”, culminó Ruggiero para dar cuenta de las trabas que significa este registro que, en definitiva, limitará la exportación. Si bien no se trata de un cierre a la exportación, sí es una clara restricción. ///