Reinventarse en el rubro que menos esperanzas tiene de volver en el corto plazo
Trabajadores de eventos sociales y fiestas creen que no volverán a la “normalidad” por, al menos, un año más
Todos los rubros han sido afectaos y golpeados por la pandemia y la consecuente cuarentena, que se ha extendido muchísimo más de lo que cualquiera hubiese esperado en aquel mes de marzo de 2020 que parece que pasó hace tanto tiempo y desde el cual pasaron muchos cambios e idas y vueltas. Sin embargo, si hay un rubro que ha sido perjudicado al extremo es el de los eventos sociales y fiestas, que en términos generales involucra a cientos de trabajadores en nuestra ciudad y que no han podido trabajar desde hace 15 meses.
Entre ellos hay fotógrafos, camarógrafos, gente que pasa música, mozos, personas que hacen tortas y mesas dulces, decoradores, quienes alquilan vestidos y ropa de fiesta, dueños de salones, quienes limpian los salones, entre muchas otras personas que, en mayor o menor medida, están afectados por estas medidas restrictivas que rigen actualemte.
“Afectado emocionalmente”
Carlos Acosta, fotógrafo y organizador de fiestas desde hace más de tres décadas, señaló que desde marzo no han podido hacer “ni un solo evento” y que hoy está dedicado a trabajar en estética, programas para adelgazar y también continúa haciendo fotografía de estudio.
Carlos también había reflotado en la temporada 2019/2020, con mucho éxito, su local gastronómico “Viejo Contrabandista”, que ha sido por años una marca reconocida en la ciudad, pero con la llegada de la cuarentena se vio obligado a deshacer todo lo que con esfuerzo había reconstruido. “Ya sé que no voy a volver ahí. Es una pena porque vos ponés todas las fichas en lo que te parece que va a ser tu lugar por diez, quince o veinte años más, y al final no pudo ser. Al principio estuve muy afectado emocionalmente, porque habíamos puesto muchas expectativas y nos había empezado a ir bien. Hoy no estoy haciendo absolutamente nada vinculado a eso”, aseguró.
Respecto a la vuelta a la actividad, Carlos Acosta dice que no le “desespera” volver de la forma en que las autoridades estatales quieren y han pretendido volver. “Si no se puede abrazar, no me parece una fiesta y no tiene nada que ver con lo que nosotros hicimos toda la vida. Otros organizadores y salones han vuelto en algún momento con aforo reducido y mil limitaciones, pero yo no voy a volver por un tiempo largo, a pesar de que es mi fuerte, lo que me identifica y lo que disfruto”, dijo.
Además, consideró que antes de fin de año quizá se reabrirá parcialmente la organización de fiestas pero que pasará “entre un año y un año y medio más” hasta que vuelva todo a la normalidad, mientras que para ese entonces “la economía de nuestro país no va a ayudar en nada” porque “todavía no hemos vivido lo peor de todo esto” dado que “hay un desmanejo total de la situación”.
“Nos puso en jaque”
Enzo Travaglia, otro de los fotógrafos de eventos que lleva años trabajando en la ciudad y el que más seguidores tiene en las redes sociales, publicó esta semana un mensaje a sus clientes y seguidores en el que afirmaba que “esta cuarentena eterna puso en jaque muchas de nuestras creencias” y que, en su caso, hasta puso en duda “que podía vivir de la fotografía”. “He decidido cambiar de rumbos y de perspectiva. Como estaba enfocando el negocio ya no me sirve ni económicamente ni espiritualmente”, aseguró al anunciar un cambio en su forma de trabajar durante esta pandemia.
En otros casos, varios DJ, camarógrafos y fotógrafos se han tenido que cambiar de rubro temporalmente o incluso han optado por vender sus equipos para paliar la situación económica y el no poder trabajar. Así, hay fotógrafos con años de trayectoria haciendo comidas, DJ que están haciendo trabajos de electricidad o, por ejemplo, en el caso de “Laucha” Bassi, sigue pasando música pero en vivo a través de Instagram, juntando sponsors que le generen un ingreso.
En el caso de los dueños de salones, han cerrado sus puertas sin otro remedio o en algunos casos han empezado a vender comida en modo delivery.
Así, cada uno se la ha ido rebuscando, pero en términos generales no tienen la esperanza de volver pronto, por lo que reinventarse es casi indispensable por estos días.