Repercusiones de dos años de crisis
La Asociación Alemanes de Necochea es una de las entidades que ha sentido el impacto generado por la cuarentena de 2020. En la actualidad convoca a participar a personas interesadas en la cultura del país europeo para poder volver a crecer y “no perder todo lo que se ha logrado”
La larguísima cuarentena que impuso el gobierno nacional durante el primer año de pandemia no sólo provocó un desastroso efecto en la economía, también llevó a muchas instituciones a desaparecer o las dejó en una situación compleja, tanto en lo que se refiere a los recursos como en lo humano.
Fue lo que le ocurrió a la Asociación Alemanes de Necochea, que aún sufre las consecuencias de la pandemia. “Se nos ha ido mucha gente”, explicó la actual presidenta de la entidad, Nora Fuhr.
“No tenemos gente joven”, dijo la titular de la institución, quien convocó a sumarse no sólo a descendientes de alemanes, sino a cualquier persona de la comunidad interesada en la cultura alemana.
La entidad comenzó a funcionar oficialmente en 2011, pero tiene sus orígenes en 2007. Hasta el inicio de la pandemia, la asociación creció y se consolidó.
Logró incluso llegar a tener una importante presencia comunitaria con el Oktoberfest, un tradicional festejo alemán, y también por su participación en la Fiesta de las Colectividades.
Una de sus socias, Albina Burde, consiguió que la Municipalidad donara a la entidad el predio donde comenzó la construcción del edificio del edificio propio, en la calle 54 entre 73 y 75.
Allí se levantó un salón de 60 metros cuadrados. La obra comenzó entre 2012 y 2013, después que el municipio le cedió el terreno. La sede cuenta con cocina, biblioteca y dos baños.
Precisamente en aquella época se sumó Fuhr a la institución. Su abuelo había llegado de Alemania y ella había crecido con algunas de las tradiciones familiares.
Nora considera que ese salto generacional, que se da en casi todos los descendientes de alemanes de la ciudad, es lo que ha dificultado el crecimiento de la entidad.
En dificultades
“Hubo problemas con la anterior comisión”, puntualizó Nora. “Supongo que eso pasa en todas las instituciones”.
La falta de participación es una constante en todas las entidades de la ciudad. “Además, no tenemos gente joven” se lamentó.
Pero una de las dificultades más graves es que se les venció “la habilitación del salón de la sede social”, lo que les impide realizar eventos y alquilar las instalaciones para poder recaudar fondos.
“Hemos estado haciendo viandas para juntar algo de dinero”, explicó Fuhr. Pero aún así, señaló, “no pudimos ir a la Feria de las Colectividades porque significaba un costo que no podíamos afrontar”.
Ahora se presenta otra dificultad y tiene que ver precisamente con la participación de los socios.
“Tenemos que renovar la comisión”, dijo Nora, quien duda que se pueda lograr mayor participación.
Por ello Fuhr convocó a sumarse a la entidad, aún a personas que no sean descendientes directos de alemanes.
La asociación en su mejor momento llegó a tener 200 socios. Tuvo también vínculo con la Asociación Alemana del Instituto Humboldt, que donó libros a la asociación
“Lo que nos está pasando es que no tenemos gente joven”, explicó Fuhr.
La institución cuenta con salón de fiestas con capacidad para 50 personas y hace tiempo se trabaja para terminar un fogón.
“Se ha trabajado mucho y no queremos perder todo lo que se ha logrado”, afirmó Fuhr, quien indicó que las personas interesadas en asociarse pueden llamar o comunicarse por Whatsapp con el número de la institución: 2262-364576.///