Romanticismo, aventura y dura realidad
Son algunos de los condimentos de las novelas de Verónica Sordelli, quien acaba de lanzar “Huellas en la arena”, su cuarto libro, que se vende en todo el país
Verónica Sordelli acaba de lanzar “Huellas en la arena”, su cuarta novela, publicada por Del Fondo Editorial, que se halla a la venta en las principales librerías del país.
La autora necochense, que además de escribir tiene una fuerte presencia en las redes sociales haciendo gala de su histrionismo y buen humor, no oculta su felicidad por hallarse ante esta nueva circunstancia: contar con el fuerte respaldo de una editorial. Sus tres libros anteriores los había autogestionado.
De su relación con la literatura y de su obra, habló en una entrevista difundida este miércoles en el programa televisivo “El Ciudadano”, que puede verse de ahora en más a través de Youtube.
- ¿En qué consiste “Huellas en la arena”?
- Es la segunda parte de “Castillos de arena”, un libro anterior. De todas maneras, se puede leer solo. La historia está ambientada en Africa y aborda la cultura árabe. Se mete con temas como la prostitución de menores, trata de personas, las drogas. Seguimos en Medio Oriente y con la aventura. Se puede leer solo, pero yo siempre aconsejo leer primero “Castillos de arena”, porque los protagonistas siguen en camino. Hay otros protagonistas, hay historias nuevas, pero ellos vuelven a estar. Lo vas a entender igual, va a estar bueno, pero si lees el anterior, es más lindo.
- ¿Haces investigación sobre temas tan controvertidos que incluís en la novela?
- Leo un montón, tengo que estudiar mucho, saber qué pasa en ese lugar. Trato de escribir un libro que entretenga, que divierta. Estos son temas muy fuertes como para abordarlos en profundidad. Más que nada, cuento situaciones, donde pasan esos acontecimientos. No hago juicios de valor. Me limito a contar lo que es la historia de ese lugar, en esa cultura y qué es lo que pasa.

- Hablemos un poco de tus anteriores novelas. La primera fue “Un lugar en el mundo”…
- Sí, ambientado en 1920, en Quequén, donde se cuenta la historia del Hotel Quequén, del Faro y la vida social de aquel momento.
- Luego escribiste “Camino al Cabo” y más tarde “Castillos de arena”…
- “Camino al cabo” es un libro histórico, ambientado en 1795. Trata sobre los negros, los mestizos, acerca de cómo los nativos fueron violentados y violados en Sudáfrica por parte de los holandeses e ingleses…. Se mete también con los piratas. Trato de hacer libros llevadores con condimentos reales….
- ¿Cómo lo lográs? ¿qué herramientas utilizas?
- Siempre pienso que uno escribe un poco como es. Yo soy así: trato de salir de los momentos malos por más que estén, que uno lo sienta, pero con una sonrisa, con alegría, porque hay que seguir. Con los libros hago lo mismo. Por ahí, como te decía antes, me meto con temas muy importantes. Pero cuento y salgo, cosa de no atrapar al lector demasiado, de no angustiarlo. No me gusta que el lector se sienta angustiado por la trata de personas. Sé que es un tema muy fuerte, pero prefiero que si quiere investigar y saber bien de qué se trata, vaya a un libro que hable de eso o a la realidad. Yo lo cuento como es, pero poquito. Igualmente no se van a quedar con ganas, porque cuento situaciones que viven los personajes. Pero entro y salgo, cosa de seguir con la historia
- ¿Cómo comienza tu relación con la literatura?
- Lectora soy desde siempre. Hace muy poquito mi mamá me contaba algo de lo que yo no me acordaba. Mi abuelo era camionero y viajábamos acompañándolo. Yo iba en la cabina, detrás, siempre escribiendo. Siempre fui muy lectora. Cuando escribí mi primer libro lo hice sin saber que estaba escribiendo un libro. Y cuando lo terminé, me gustó.
A partir de allí decidí autogestionarme. De hecho, mis primeras tres novelas fueron autogestivas. Y en el año 2022 firmé mi primer contrato con Del Fondo Editorial para reedidar “Castillos de arena” y “Huellas en la arena” es el primer libro que sale a la venta lanzado por ellos. Se firmó el contrato el año pasado y acaba de salir.
- ¿Qué edad tenías cuando comenzaste a escribir?
- Tenía 54 años. Pasaron cinco años… tengo 59… no los oculto, se lo digo a todo el mundo….
- ¿Cómo fue que, más allá de ser asidua lectora, te pusiste a escribir?
- Yo estaba en el negocio Racich Cristales, llegó mi hija a trabajar ahí y pude empezar a contar con más tiempo. Ella empezó ocuparse de lo administrativo y yo de lo contable. Entonces comencé a tener más espacio para dedicarme a escribir. Estaba viviendo en Quequén, en la zona de Bahía de los Vientos, todo se fue dando. Me levantaba a las cuatro de la mañana, escribía hasta las 7 u 8, luego me iba al negocio. Más tarde volvía y seguía escribiendo.
- ¿Cuánto hay de inspiración y cuánto de trabajo al escribir un libro?
- Hoy te podría decir que para mí la inspiración es todo. Actualmente estoy en blanco. Hoy tengo la hoja en blanco. Es feo, feísimo. Porque, aparte, tenés esa sensación de duda sobre si podrás volver a escribir. Sé que lo voy a hacer, pero hay que dejar que el tiempo pase y la inspiración va a volver.
Requiere mucho trabajo, pasar mucho tiempo sentado. Cuando tenés la idea en la cabeza es fácil. Y cuando todavía no te bajó esa inspiración y no estás convencida de por dónde querés ir, cuesta un poquito más sentarte a escribir. Lo sigo haciendo todos los días, escribiendo cosas que no sé si algún día las iré a utilizar o no.
- A Serrat cierta vez no se le ocurría nada y de eso hizo una canción (“No hago otra cosa que pensar en ti”), donde termina diciendo que las musas andarían de vacaciones…
- Por ahí un día te levantas y decís voy por acá ya está. Y una vez que vas por ahí, en mi caso, son cuatro o cinco meses de investigación y después varios meses de escritura. Puede variar el tiempo, según tengas la historia en la cabeza. Depende que me guste lo que estoy escribiendo. Porque muchas veces uno escribe, a los dos días borra y vuelve a escribir. Después empieza el trabajo editorial En general, el libro demanda un año, en total.
- ¿Qué expectativas de ventas tenés con “Huellas en la arena”
- Las mejores, porque “Castillos de arena” tuvo muy buena repercusión. Me fue muy bien en la primera edición siento autogestiva, Y muy bien también al ser relanzado el libro por Del Fondo Editorial
Este libro, “Huellas en la arena”, es una segunda parte de aquel. La gente me lo pidió mucho. Por eso la escribí. No lo escribí como quería la gente, sino como lo deseaba yo. Pero es una historia muy querida.
- ¿Por qué decis que la gente quería una segunda parte de una determinada manera?
- Y sí… Por eso tardé en escribirla. Si la hubiera escrito enseguida, habría caído en la tentación de escribir lo que la gente quería leer. Y no tenía ganas de no ser fiel a mí misma. Respeto mucho la novela romántica, pero yo no quería caer en eso. Yo siempre hago novelas con un hilo conductor romántico, es la vida misma, pero siempre me meto con temas polémicos. No podía hacer una novela romántica, romántica, romántica….
- Tenés contacto con lectores?
- Sí, muchísimo. Tengo mucha presencia en las redes sociales. Esa presencia es un poco estudiada, consensuada con la editorial. Hoy las editoriales también apuntan a las redes. Los escritores recibimos mensajes de la editorial en forma permanente, señalándonos de qué manera debemos manejarnos en las redes.
Las editoriales te dicen: no salgas a vender tu libro, vendete vos.
Yo te digo que, de los 39.400 seguidores que tengo, si dos o tres veces me dijeron algo feo, es mucho. Es cierto que no me meto con temas como la política, me meto con lo que a mí también me divierte. Me rio de mí en muchas oportunidades, en otras bailo, en muchas leo un texto o estoy en fotos con mis amigas. Convengamos que las redes no son la vida real. Les doy lo que la gente quiere. Y la gente quiere divertirse.
- Quienes deseen leer “Huellas en la arena” ¿dónde pueden encontrarlo?
- Está en todas las librerías del país… ¡qué lindo es decir esto! Es lo bueno de tener el respaldo de una editorial. Ellos van por las ventas y nosotros vamos para que nos lean. Esto permite que la novela se venda a otros países, que esté en librerías como Yenny-El Ateneo y vos no tenés que hacer nada. Es un placer. En Necochea el libro está en Uroboros. Estoy muy feliz y los invito a que lo lean...
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