Salón de El Samaritano lleva el nombre “Francisco Ardanaz”
Ernesto Giobando ayer bendijo el salón que se le asignó el nombre del cura
JUAN PABLO BORRELLI
Para Ecos Diarios
El administrador apostólico de la Diócesis de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando, ayer, bendijo el salón del Hogar de Transito “El Samaritano”, además, se le asignó el nombre de padre “Francisco Ardanaz”, que ejerció su función en la parroquia de Capuchinos hasta su fallecimiento. También se celebró el cumpleaños número dos, desde la apertura de este hogar.
El Hogar de Tránsito de El Samaritano lleva el nombre de Alfredo Ardanaz que fue el que comenzó con la obra y el padre Francisco, su hermano, la continuó y desde ayer el nuevo salón lleva su nombre.
Para iniciar el acto, tomó la palabra la presidenta de El Samaritano, Cecilia Gamboa quien agradeció en nombre de la comisión. “En primer lugar dar gracias a Dios por este lugar, a monseñor Ernesto, a los integrantes de la comisión que estuvieron 22 años antes de que pudiéramos abrir, especialmente al matrimonio Peralta por la donación del terreno. Hoy nos conocen por trabajar talleres de tercera edad y de inclusión”.
Posteriormente, se hizo referencia a los cuarenta y dos talleres que funcionan en el lugar, es decir, de memoria cognitiva, yoga, tejidos crochet, bordado, pintura artística creativa, armado de muñecos, ajedrez, lengua de señas, canto, de espiritualidad “Con Jesús al caer la tarde” que son de espiritualidad de oración y un taller de pastoral de duelo que lo dicta las Hermanas Canocianas.
Luego, se realizó la bendición religiosa del flamante salón con una oración que leyó el cura párroco de Santa María del Carmen, Francisco Mendoza y luego concluida por el administrador apostólico. Con agua bendita se esparció por el salón y sobre la imagen de la virgen del Carmen.
Seguidamente, los tres talleres de canto interpretaron “Cristo de arena”, de Franco Barrionuevo y Leandro Lovato.
Administrador apostólico
El administrador apostólico de la Diócesis de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando, conversó con Ecos Diarios sobre su función, “si bien soy obispo, en Mar del Plata soy administrador apostólico, es decir, la tarea del administrador funciona mientras dure la sede que se llama “vacante”. Eso implica un tiempo de acompañamiento y luego se verá”.
“En este momento estamos tratando de ordenar, quizás en este tiempo de sede vacante aquellas cosas que no pueden dejar sin hacerse: comisiones de catequesis, cáritas, pastoral social, el cuidado de los enfermos, la pastoral ordinaria que se llama lo que cada parroquia, hace la vida parroquial, los jóvenes, la educación. Hay muchas áreas que no pueden quedar esperando a que se resuelva más adelante las urgencias son diarias, tenemos que acompañarlas, reflexionó.
Consultado cuánto tiempo dura esa situación respondió, “el tiempo lo decide el Papa, la Santa Sede, y yo estoy acompañando con todo lo que puedo ante la realidad que nos toca transitar en la diócesis”.
Respecto de nuestra ciudad dijo: “He venido ya varias veces a Necochea y la verdad que siento aquí una comunidad muy presente, muy activa en lo que a la fe y al compromiso se refiere y me quedo sorprendido por el Hogar de Tránsito El Samaritano que está impecable”, dijo el administrador apostólico.
Para finalizar, dejó un saludo a toda la ciudadanía de Necochea.
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