Se cumplirán 17 años de un siniestro vial fatal
Este mes se cumplirán 17 años de un siniestro vial que conmocionó a la ciudad: el atropello en el Puente Colgante de Aníbal Bramajo, un trabajador que en la tarde del sábado 21 de junio de 2008, regresaba a su casa en bicicleta.
El ciclista fue atropellado por un automóvil, cuyo conductor se dio a la fuga y dejó abandonada a la víctima
Bramajo debía retirarse de su trabajo ese día a las 13, pero decidió quedarse unas horas más para obtener un dividendo económico un poco mayor, ya que necesitaba el dinero como cualquier empleado.
Salió de la planta de la firma Cargill a las 18 y minutos después cuando transitaba con su bicicleta por el Puente Colgante en dirección a la casa de su madre en Necochea, un automovilista lo atropelló.
El hombre quedó tendido sobre el pavimento muy mal herido, mientras que el conductor del vehículo se dio a la fuga y se dijo en su momento que continuó la marcha en sentido a la Estación Terminal de Ómnibus.
Bramajo tenía 46 años y falleció el miércoles 2 de julio, luego de pelear por su vida en una clínica privada de Mar del Plata y en otro centro asistencial de Tandil, lugares a los que fue derivado para tratar de salvarlo.
Tras el grave accidente sufrido en el ingreso al Puente Colgante, el ciclista fue trasladado al Hospital Dr. Emilio Ferreyra, donde recibió las primeras atenciones pero debido a la complejidad de las heridas recibidas se lo derivó primero a Tandil y luego a Mar del Plata.
Sin pistas concretas
Personal policial de la Seccional Segunda de Quequén inició la investigación del accidente ocurrido alrededor de las 18.30 del sábado 21 de junio de 2008, una tarde fría y con algo de lluvia.
Según contaron los investigadores en su momento, hubo distintas versiones acerca del posible rodado que embistió al ciclista, pero nada concreto.
El lunes 28 de junio siguiente por espacio de dos horas se realizaron pericias a uno de los dos vehículos secuestrados y a tres autopartes, como un guardabarros, un capot y un parabrisas.
Los elementos mencionados y los rodados fueron hallados en el interior de un taller y en un domicilio particular, ambos de nuestra ciudad. Posteriormente, se efectuaron otros análisis mecánicos, que habrían sido incorporados al expediente judicial, pero sin ningún resultado positivo.
El fiscal de la causa, Roberto Mirada, en la actualidad, gozando del beneficio de la jubilación, nunca pudo llegar a imputarle el hecho a nadie. No tuvo pruebas suficientes para hacerlo y la causa judicial fue quedando a la deriva, como un barco sin timón.
¿Quién atropelló a Bramajo?
El caso Bramajo es propio de la falta de respuestas que en algunos casos brindan los investigadores judiciales y policiales.
Parece que tampoco sirvieron de nada las pericias efectuadas por parte del personal de la Policía Científica, encargado de levantar rastros en el lugar del grave accidente y otras diligencias que se hicieron después.
Para el fiscal y la policía, la investigación resultó muy complicada, ya que eran pocos los testigos que vieron detalles del violento episodio, ocurrido en la desapacible tarde de aquel sábado de junio.
El automovilista, que también se desplazaba desde Quequén hacia Necochea, embistió por atrás a Bramajo que cayó pesadamente sobre el asfalto mojado. El hombre sufrió politraumatismos serios en el cráneo y fracturas, que determinaron su deceso días después.
Familiares y amigos de la víctima estuvieron convencidos desde un primer momento que el vehículo que embistió a Bramajo sería un Peugeot 504, de color verde. Luego, los policías que investigaron el caso dijeron que pudo tratarse de un Citroen Mehari que habría sido visto en el lugar del hecho, pero sin ninguna convicción.
Los parientes y compañeros de trabajo de Aníbal Bramajo solicitaron a la comunidad el aporte de algún dato cierto sobre lo ocurrido, pero pasaron los años y la causa judicial nunca pudo encaminarse.///
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